Tradición en clave moderna

Respetar y reinventar una tradicional vivienda china en el corazón de Paizihutong, Pékin. Ese fue el ambicioso proyecto de los arquitectos que lideran Arch Studio. ¿El resultado? Una construcción eficiente, integrada, inteligente y rupturista.

Txt: Laura Piasek Ph: Gentileza Sunshine PR

Reinterpretar la tradición fue el objetivo de Arch Studio -el estudio pekinés comandado por Han Wen-Qiang- cuando se propuso darle vida a Twisting Courtyard. Se trata de un proyecto que buscó ajustar, en clave contemporánea, un tradicional Siheyuan, la emblemática vivienda china con diferentes edificaciones dispuestas alrededor de un patio.

A pesar de que este tipo de residencias -con más de 800 años de historia- están en peligro de extinción, para muchos locales siguen siendo verdaderas reliquias. Por este motivo es que los responsables de este proyecto emplazado en el corazón Paizihutong, Pékin, se trazaron un único objetivo: reinventar cada uno de los espacios de esta edificación, pero sin tener que afectar la estructura original. “El diseño tiene como objetivo deshacerse de la impresión solemne y estereotipada del Siheyuan, y crear una atmósfera de vida abierta y activa”, explicaron desde Arch Studio sobre la manera en la que lograron la difícil tarea de inyectarle grandes dosis de funcionalidad a esta edificación histórica de 161,5 metros cuadrados y una sola y pintoresca entrada.

Habitar el espacio

El proyecto comenzó en octubre del 2016, y ocho meses más tarde Twisting Courtyard terminó siendo algo muy similar a lo que habían imaginado, en un comienzo, sus creadores: una vivienda que fusiona la tradición y la modernidad, y que logró hacer del patio, elemento protagónico en este tipo de construcciones, un atractivo espacio público.

Y es que si bien la residencia reformada puede seguir siendo utilizada como vivienda familiar, las distintas piezas que rodean el patio también están pensadas para ser alquiladas con diversos motivos: eventos públicos, reuniones o fiestas.

Esta integración entre las partes de adentro y de afuera se respira en cada detalle, y los pisos, paredes y techos establecen constantemente un juego entre lo público y lo privado.

Gracias a un suelo ondulado de pavimento gris que deviene también en pared, los interiores se conectan con la parte exterior, intensificando así la sensación de integración entre espacios que buscaron los arquitectos. Además, dicha superficie ondulada también sirve para ocultar espacios.

La cocina, el baño y el depósito quedan en un segundo plano de la mano de esta marcada división. Independientemente del uso que se le dé a la vivienda, todos los interiores están pensados para mutar. Gracias al mobiliario, una habitación puede convertirse en un salón para tomar el té y viceversa. Una cama o una mesa se esconden en una pared, y en un abrir o cerrar de ojos se despliegan y logran resignificar por completo el ambiente.

Pero no solo los muebles gozan de esta capacidad de transformar los espacios. Detalles como una cortina, también pueden hacer que un lugar de encuentro, automáticamente, se convierta en un ambiente privado. En todos los casos, la Twisting Courtyard parece tener claro que lo más importante es habitar los espacios, y por eso es que cada elemento está puesto al servicio de la funcionalidad.

El creador

Han Wen-Qiang es quien encabeza Arch Studio y el responsable de haber resignificado varias construcciones tradicionales chinas. Lograr espacios en los que el pasado y el presente convivan armónicamente es una de sus marcas registradas, y el porqué de sus varios premios acumulados. En 2015, Wen-Qiang fue reconocido por la revista Architectural Record como uno de los diez arquitectos más vanguardistas de su época. Con el mismo espíritu de ‘Twisting Courtyard’, la tetería Usaugi, también en Pékin, y un templo budista en Tangsha son otras de sus reformas más aplaudidas.

“El proceso de diseño es el que trata de resolver las relaciones entre diferentes factores: el espacio exterior e interior, lo natural y lo artificial, la historia y la realidad, entre otros”, reveló el arquitecto. “Nuestro diseño busca averiguar el punto de equilibrio entre problemas realistas y tradiciones culturales; y crear un espacio que combine todas las clases de relaciones. Todo esto en un entorno significativo, lleno de emoción y vitalidad, y estrechamente relacionado con el humano”. Porque para Wen-Qiang la arquitectura será la síntesis de diferentes épocas o no será.

+info

archstudio.cn