El retorno de los wallpapers

Las mil y una vidas de los papeles pintados que fueron moda en distintas décadas. Ahora vuelven a ser tendencia, pero evolucionados y en sintonía estética con el nuevo mileno. Los secretos de este recurso decorativo que hoy tiene alto impacto.

Txt: Dolores Vidal Ph: Gentileza v2com

Están en las revistas, están en las redes, están en las vidrieras; tuvieron un rol protagónico en la última Casa FOA, donde el ‘hall’ de entrada daba la bienvenida con un mural impactante de pájaros y animales autóctonos: “Los Esteros del Iberá” de Sofía Willemoës, impulsora de la tendencia en la ciudad de Buenos Aires. Es un hecho: los papeles pintados volvieron sin medias tintas, muy escenográficos, en busca de captar toda la atención.

Así lo interpreta el diseñador de interiores Sebastián Salazar, ‘alma mater’ de Salazar Casa en Distrito Arenales. Un lugar donde el estilo ‘vintage’ convive en perfecta armonía con piezas contemporáneas. “Yo me dedico mucho al ‘look’ retro, a reciclar íconos del pasado, pero siempre mezclo con el presente, juego con los contrastes. Porque las tendencias, como la de los ‘wallpapers’, siempre vuelven, pero de otra manera, con una estética renovada. Yo me acuerdo que en los 60 y 70 todo era empapelado”, apunta. “Si uno ve revistas de la época te queda clarísimo cómo se usaba en los distintos espacios. El papel tapizaba las cuatro paredes de los ambientes. Hoy así no se usa más, la propuesta actual es destacar una pared con un papel especial. Se da un toque, un efecto distinto. A mí me gusta mucho la opción de pintar tres muros en un color fuerte y empapelar la pared restante. ¿Una idea? Elegir un ‘wallpaper’ que tenga un print de hojas grandes y con el color verde del follaje pintar las otras tres paredes. Otro ‘tip’ es sumar espejos circulares, como se usan ahora, en la pared opuesta al empapelado; reflejan el dibujo, le das aire y movimiento al espacio”, propone el decorador.

Los papeles pintados atravesaron todas las épocas. Tienen su origen en el Imperio Chino, donde el papel de arroz protegía las paredes de las viviendas. De China desembarcaron en Europa en el siglo XVII, los nobles europeos, sobre todo ingleses y franceses, adoptaron los papeles pintados para sustituir a los tapices que estaban tan de moda. Así nacía una nueva tendencia decorativa que, más tarde, iba a ser imitada por las clases medias en todo el mundo. Los primeros papeles se pintaban a mano, después se utilizaron distintas técnicas de impresión, y el año 1746 marcó un hito para el ‘wallpaper’ europeo: se creó en Inglaterra la primera fábrica especialista en la producción de este tipo de papel.

La evolución también se reflejó en los diseños: al principio, representaban el entorno natural y la vida cotidiana, igual que los dibujos de los tapices. En los inicios del siglo XX, momento en que estuvieron súper de moda, ganaban los motivos florales. En los años 20 y 30, las formas geométricas del art déco. Por su parte, en los 60 y 70, tiempo de reinado absoluto, se multiplicaron los papeles fabricados en serie y así se abarataron mucho los costos de su producción.

Hoy, gracias al avance digital, los nuevos materiales y el progreso de los sistemas de impresión gráfica, los ‘wallpapers’ no tienen límites en cuanto a sus posibilidades. Se adaptan a todos los estilos, son lavables, de fácil colocación y hasta hay opciones para cubrir fachadas de viviendas. También se pueden conseguir versiones personalizadas, customizadas por el cliente, un gran ‘hit’ del diseño contemporáneo.

Palabra de experto

La era global: las tendencias en Buenos Aires se respiran al mismo ritmo que en el mundo. “En Europa volvió el papel con diseños bastante atrevidos, de alto impacto –dice Juan Venzal, socio de Bozart, reconocida casa de géneros y papeles exclusivos e importados de firmas internacionales-. Eso se refleja en los catálogos de las nuevas colecciones que a nosotros nos llegan para ofrecer a nuestros clientes. Pero hoy, a diferencia de los 60 y 70, los ‘wallpapers’ se utilizan para generar una imagen potente. Vienen con dibujos de hojas, de flores y pájaros gigantes. Hay, por un lado, una tendencia hacia los elementos de la botánica y, al mismo tiempo, por los motivos geométricos. Además, muchos de los papeles actuales, gracias a los avances tecnológicos, tienen texturas, brillos; parecen telas, linos, sedas. Son increíbles, hay una gran variedad para elegir”, agrega.

El regreso de los wallpapers gana protagonismo. Es una tendencia súper amigable: con un simple cambio en una pared se logra un gran efecto. Renovación total.

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