Comer a la italiana

Las pizzas, pastas y ‘risottos’ locales nada tienen que envidiarle a los platos de Roma, Venecia o Milán. Aquí, un recorrido por los mejores restaurantes para darse el gusto de comer una comida ‘veramente’ italiana.

Txt: Camila Mejía
Ph: Gentileza restaurants

 

La cocina argentina se define por sus carnes, pero también por la adaptación particular que se ha hecho de las cocinas internacionales. La inmigración nos dejó gusto a muchos países en nuestros platos, y la influencia italiana es quizás, la más fuerte.

En muchas casas, el asado del domingo se reemplaza por una raviolada, y la salida gastronómica de la semana termina, casi de forma obligatoria, en un restaurante italiano. Si bien se puede comer una pizza o un plato de pasta de calidad en cualquier esquina, existen restaurantes que parecen haber sido transportados de la ‘bella’ Italia, donde se puede degustar los sabores más autóctonos.

La cocina italiana se encuentra dentro de lo que se denomina gastronomía mediterránea, y es reconocida por sus platos más famosos: la pizza, la pasta y el ‘risotto’, y sus platos con carnes y pescados. Se reconoce a nivel mundial también la charcutería, que incluye ‘prosciuttos’ (jamón), salame, mortadela y quesos como el Fontina, el Provolone y la Mozzarella di Bufala. Entre las pastas se destacan las rellenas, como los ‘raviolis’, ‘tortellinis’, ‘cappellettis’ y ‘pansottis’. Y pasando a las pizzas, imperdibles son la ‘focaccia’, la ‘napolitana’, ‘funhi e salsicce’ y el famoso ‘calzone’.

Buenos Aires es hogar de algunos de los restaurantes más reconocidos y admirados por los sibaritas que prefieren la ‘cucina’ italiana. Aquí, un paseo por estas joyitas ‘gourmet’ y tanas de la ciudad. ¡‘Buon apetit’!

Comer a la italiana

Clásicos que hacen historia

Con una trayectoria de más de 30 años, Il Gran Caruso mantiene el podio entre los más recomendados. Arrancó con un local en la calle Medrano, pasó por el Buenos Aires Design, por la calle Gorostiaga, por Puerto Madero y se instaló -por último- en Palermo Hollywood. Si bien mantiene ingredientes y recetas clásicas, sus platos tienen un toque vanguardista y por eso se la llama “cocina dinámica”, con un giro único en cada propuesta. Se trata entonces, de un rincón donde convive a la perfección, la tradición y la innovación italiana.

El menú es variado y tentador. Las entradas son un lujo: ‘antipasto freddi’, ‘antipasto caldo’ o ‘frutti di mare’. Se puede optar por los clásicos fiambres, como el ‘prosciutto speciale’, la mortadela con pistachos, la longaniza calabresa con ‘mozzarella capresse’, morrones asados y ‘ciambotta’, el jamón crudo ‘speciale’, o los champignones rellenos y gratinados, alcauciles fritos a la romana, una selección fría de mariscos, rabas, langostinos o chipirones. Las pastas son la especialidad de la casa. Todo casero, se puede elegir ‘fussilli’, ‘gnocchi’, ‘capellettis’ rellenos de ave y lomo, ravioles de tomate y albahaca o ‘tortelli’ rellenos de cordero patagónico.

Ovacionado por críticos y famosos que suelen elegir este lugar, Il Gran Caruso es, sin dudas, una parada obligada del circuito.

Comer a la italiana

Acercándonos al centro porteño, se esconde otra auténtica reliquia gastronómica importada del Viejo Continente. Se llama Piegari y se ha establecido como la meca para los amantes de la cocina italiana. Un lugar sofisticado con una enorme tradición que lo respalda. Ubicado en la Recova, uno de los lugares más elegantes de la ciudad de Buenos Aires, es un ‘must’ para locales y extranjeros.

Los comensales pueden optar entre Piegari Ristorante, donde se ofrece la verdadera cocina italiana artesanal o Piegari Vitello e Dolce, otro restaurante ubicado a pocos metros, donde se disfruta de carne argentina a las brasas y postres italianos únicos y deliciosos.

El primero ofrece platos de la mejor calidad: pizzas y pastas caseras, y pescados y mariscos con las suaves salsas de la ‘nonna’. La atención es súper personalizada, y el ambiente del lugar es bien acogedor. Por su parte, Piegari Vitello e Dolce cuenta cuenta con una barra móvil, donde el barman circula por entre los comensales ofreciendo tragos hechos a la vista. ¡Un verdadero lujo!

Comer a la italiana

Pero si la idea es almorzar bajo el solcito otoñal o con luna llena en una noche cálida, la opción perfecta será Bice, en el corazón de Puerto Madero. Ideado por Beatrice Ruggeri, Bice lleva más de 80 años deleitando y fanatizando argentinos con la verdadera cocina italiana.

Su propuesta gastronómica es variada y exquisita. Los especiales del ‘chef’ son la ensalada de mejillones y langostinos, una ‘bruschetta’ de verduras con mozzarella de búfala, los chipirones encebollados con pimiento rojo o las rabas con salsa tártara y salsa de tomate picante. Además, se destaca la calidad de los fiambres: jamón de parma, San Daniele con burrata, mortadela, salame, bondiola. Y las entradas calientes: ‘calamarettis’ y zucchini fritos, milanesitas de mozzarella, langostinos crocantes con semillas de sésamo o su famosa sopa de verduras.

Las pastas frescas y las variadas opciones de ‘risotto’ son la joya principal de Bice. El ‘risotto’ con pollo, espinaca y queso brie es un clásico que perdura. Y por supuesto, sus platos de pescados y carnes que incluyen lenguado, mero, abadejo y salmón, y la mejor selección de carne local. Un verdadero placer al paladar.

 

Cercanos e infalibles

Ubicado en el pasaje de Dardo Rocha en Martínez, La Bistecca es uno de los más tradicionales en el mundo de la gastronomía italiana porteña. Es la propuesta ideal para quien busca excelente calidad en pastas caseras y una de las mejores parillas de Buenos Aires. El lugar es espacioso, luminoso y muy agradable, y la vajilla y la atención son de primera calidad también. La Bistecca es un ‘buffet’ libre, que a diferencia de lo que podamos asociar a este concepto, ofrece comida italiana fresca, variada y alucinante.

Uno de los sectores favoritos de los comensales suele ser la mesa de quesos y fiambres -todos exquisitos y de calidad ‘premium’- y el imponente ‘salad bar’. Otra joya del lugar es el sector de la parilla, donde brilla la carne a las brasas. Para los amantes de las pastas, se encuentra también una gran variedad de opciones caseras con salsas deliciosas. Y a la hora del postre, un sinfín de dulces tentaciones.

Otro de los emblemas entre los rincones tanos de Zona Norte es, sin duda, La Parolaccia, cadena de restaurantes anclada en Buenos Aires desde 1988 y destacada siempre por la fuerte impronta italiana en sus platos y una cálida atención.

El local -ubicado en Av. Libertador en San Isidro- es moderno, amplio y agradable. La iluminación fue pensada aquí para acompañar al comensal en un almuerzo o una cena tranquila y familiar. Sus amplios ventanales le otorgan aire y frescura al lugar.

Entre los favoritos, podemos resaltar el carpaccio de salmón para empezar, y las rabas. Como primer plato, las pastas son la opción obligada: ‘fetuccine’ en salsa de mascarpone, nuez, espinaca y crema, o los ravioles negros de salmón con crema. Para los que prefieren carnes, el bife al horno con papas, cebollines y romero. El detalle: los mozos pasan por las mesas con una pizarra con los platos del día. Y para cerrar una noche de delicias: ‘panna cotta’ a la vainilla con salsa de frutos del bosque. ¡Mamma mía!

Con opciones para todos los paladares y en varios barrios de la ciudad, la cocina italiana se impone con exponentes de lujo y súper auténticos. Sólo es cuestión de salir a descubrirlos.

 

+info_

www.grancaruso.com.ar
www.piegari.com.ar
www.labistecca.com
www.bicebuenosaires.com.ar
www.laparolaccia.com.ar