30 mujeres, una mirada diferente

Alabadas es el nombre del nuevo proyecto digital de la escritora Jorgelina Albano en el que treinta referentes femeninas de diferentes ámbitos y edades se dan cita para conversar sobre el lugar que ocupa la mujer en la sociedad actual. Redes que se tejen y creencias que se echan por la borda.

Txt: Laura Piasek  Ph: Gentileza Jorgelina Albano

Alabar significa manifestar aprecio o celebrar con palabras. De ahí se entiende, entonces, que “Alabadas” haya sido el nombre elegido por Jorgelina Albano para su proyecto de entrevistas, creado con el objetivo de enaltecer el género femenino.

La escritora siempre se sintió atraída por la cuestión del género, pero no fue hasta la publicación de su libro “La mujer de la hamaca” -centrado en una mujer que persigue su libertad-, que sintió la necesidad impostergable de profundizar sobre el tema. “Quería hacer algo que pudiese funcionar como un libro, pero que no lo fuera. De ahí se me ocurrió que el video podía ser un formato, y más tarde, este formato en particular, que es una especie de diálogo entre mujeres”, explica la autora sobre los orígenes de su idea.

Así fue como esta asesora de Desarrollo de Cultura Organizacional con más de dos décadas de experiencia trabajando en grandes empresas, empezó a preparase para darle forma a lo que más tarde terminaría por convertirse en Alabadas: una plataforma digital que reúne personalidades femeninas de lo más diversas para conversar sobre el rol de la mujer en la sociedad actual. Entre las treinta voces que terminaron sumándose, las hay periodistas, escritoras, economistas, figuras de la política y actrices, entre otras profesiones, y además de argentinas, el proyecto incluye a siete chilenas y una peruana. En total, la serie cuenta con veinte episodios -desde mayo, todos los jueves desde el sitio web de Alabadas, puede verse una nueva entrega-, y cada uno de ellos combina los diferentes relatos de las entrevistadas. Además de contar sus propias experiencias en un mundo patriarcal -desde sus vivencias de la infancia en el marco familiar, hasta su llegada al mundo laboral-, las mujeres frente a la cámara también dan su punto de vista sobre ciertos temas: violencia de género, maternidad, estereotipos de belleza y nuevas formas de liderazgo, entre otros. Pero más allá del gran abanico de cuestiones que son abordadas en estas conversaciones, detrás de cada una de ellas hay un potente denominador común: la necesidad repensar los mandatos heredados sobre lo que es o lo que debería ser la femineidad. En definitiva, Alabadas es un proyecto documental que no habría podido encontrar mejor momento para ver la luz.

Primeros pasos

“Si cambiamos la mirada, haremos que el mundo cambie”. Una voz de fondo repite esta frase en el capítulo inicial de la primera temporada, y quizás ninguna otra hubiera podido condensar mejor la esencia del proyecto. Porque que de la mano de estos microrrelatos, Alabano buscó no solo abrir un espacio de reflexión, sino también seguir avivando la llama de una transformación que ya está en curso.

“La situación de la mujer es mucho mejor de lo que era hace cinco años atrás, pero no mucho mejor”, dice María Noel Vaeza, Directora de la División Programas de ONU Mujeres a nivel mundial, en uno de los capítulos. “Es mejor porque el mundo entiende que somos el 50% de la población y que algo hay que hacer, pero estamos paradas”, advierte.

Las cifras le dan la razón. Según los datos que se desprenden del Mapa de la Participación de las Mujeres en Política 2017, la cantidad de representantes del género femenino en cargos dentro del Poder Ejecutivo y el Parlamento se ha estancado a nivel mundial y apenas ha experimentado una leve mejora desde el 2015. Solo en Argentina, las mujeres ocupan nada más que el 22 por ciento de los altos cargos de conducción política.

En otro de los pasajes de Alabadas, Luciana Peker, periodista especializada en cuestiones de género, también saca a relucir la preocupación del estancamiento. “Por más de que nunca antes se hayan conseguido tantos cambios tan rápido, no hay tiempo de quedarse esperando”, advierte Peker. “En los temas de derechos de mujeres, el peor de los caminos es la mitad del camino”, agrega. Cuando le toca su turno, Ana Torrejón, periodista de moda y docente, también comparte esta inquietud. “Si nos fijamos en los lugares donde se ejercen resoluciones, en los altos mandos empresariales, la verdad es que (las mujeres) somos minorías y es muy injusto porque en las universidades somos mayoría”, resume. Y es que el cambio se está cocinando, pero a fuego lento.

El techo de cristal

De acuerdo con un estudio publicado este año por la consultora Accenture, y en sintonía con la tendencia mundial, en Argentina los hombres ganan el 35% más que las mujeres. No por nada, la famosa metáfora del techo de cristal -que busca representar la barrera invisible con la que se topan las mujeres cuando buscan hacerse camino en el ámbito laboral- vuelve a cuento en repetidas ocasiones durante los relatos de Alabadas.

Desde una entrevistada que asegura haberse sentido menos escuchada que un hombre frente a un jefe varón, hasta otra que relata cómo en una reunión de trabajo fue confundida con la secretaria de su supuesto superior impuntual; en todos los testimonios se respira la inequidad que todavía existe entre hombres y mujeres dentro del mundo laboral. A lo largo de su carrera, Alabano se convirtió, muy a su pesar, en una espectadora privilegiada de estas diferencias, y por eso se entiende que a la hora de elegir a las mujeres que formarían parte de su empresa, haya afinado la puntería. “Busqué que las entrevistadas fueran un símbolo de romper con estructuras patriarcales. Elegí mujeres con alma, fuertes, pero que pudiesen mostrar su vulnerabilidad y no me equivoqué”, confiesa la realizadora.

Luciana Reznik, CEO de la empresa tecnológica Wolox, es un claro ejemplo de esta perseverancia. Con solo 27 años, esta ingeniera informática de profesión ha logrado hacerse lugar entre las corbatas y ha llegado a ocupar una silla en los altos mandos de esta compañía con más de 120 empleados y oficinas en Nueva York. “Los tiempos de carrera están pensados para los hombres: cuándo tenés que hacer el MBA, cuándo te tenés que recibir, cuándo tenés que tener una experiencia internacional para poder volver y estar lista para el ascenso. ¿Dónde quedan los hijos y la maternidad? A nadie le importa”, cuestiona Reznik en un fragmento de su entrevista.

También socia de Wolox y ex Country Manager de Mercado Libre, Mariana Díaz Ibarra tiene experiencia en las grandes ligas y en sus relatos coincide con la necesidad de modificar las reglas el juego. “Si hay algo que va a terminar cambiando la percepción que se tiene hoy sobre los líderes en las organizaciones son las mujeres. Aquellas que sean líderes conscientes, empáticas, que pueden trabajar con su equipo desde un lugar de contención y desde un lugar de trabajo de pares”, asegura Díaz Ibarra en una entrega de la serie.

Con capítulos que han alcanzado las 600 mil reproducciones, y una nada desdeñable cantidad de de seguidores en las redes sociales, Alabadas -que ya prepara su segunda temporada- se ha convertido en un documento valioso y más que necesario para los tiempos que corren.

¿Dónde ver Alabadas?

 A través de la web www.alabadas.com

Otras de las protagonistas

Gabriela Terminielli, Vice presidenta de Voces Vitales Argentina
Mercedes D’Alessandro, economista
Teresa Costantini, directora, guionista y productora
Margarita Stolbizer, Diputada Nacional
Narda Lepes, chef
Paulina Garcia, Trinidad Gonzales, Juana Viale, Justina Bustos y Dolores Fonzi, actrices
Agustina Ayllón, abogada
Graciela Naum, diseñadora
María O’Donnell, periodista especializada en política
Lala Pasquinelli, artista plástica
Claudia Salazar Jiménez, Carla Guelfenbein e
Inés Garland, escritoras
Margarita Wais, conductora