Valle de Uco, tierra de vid

Rutas de vino, manjares gourmet y actividades de aventura envuelven a esta región mendocina todavía poco explorada: Tunuyán, Tupungato y San Carlos

Txt. y Ph: Rosario Conde

 

Una vista despejada a las montañas y a las tierras pobladas por las viñas en Tunuyán, a 80 km de la ciudad de Mendoza, nos preparan para la cabalgata. El panorama, compuesto por viñedos rodeados de cordillera, nos adentra a un pueblo que se destaca, entre otras cosas, por su humildad, porque no presume de una gran virtud: es una de las principales zonas vitivinícolas del país, aunque fue siempre reconocida por ser la “ciudad de la manzana” y, fiel a su sobrenombre, la productora número uno de sidra del país hasta hace unos años. Pero Tunuyán hoy se despide sigilosamente de esa etiqueta para seguir extendiendo su producción vitivinícola, que compone su principal actividad agrícola -junto con el cultivo de durazno, ajo y tomate-.

En el recorrido –que también puede hacerse en ‘mountain bike’- descubrimos bodegas tanto industriales como artesanales, que se han multiplicado gracias al microclima ideal que posee la zona para el cultivo de la uva. Una de ellas, la Bodega Castro, conserva una moledora manual de 1856, la cual dio pie a sus inicios en 1860, y solo tuvo que ser reemplazada por una nueva. Es utilizada por su actual dueño, nieto directo de sus fundadores, y su mujer, para producir hasta 10.000 botellas varietales bajo un cuidado muy dedicado. Castro destila vinos y pasión por lo que hace. Es padre de un hijo y de cada botella que sale de su pequeña bodega, porque asegura que el vino requiere del mismo cuidado y seguimiento que un recién nacido: “hay que medirlo (el azúcar), criarlo (en las 4 vasijas de roble que tiene) y hacerle análisis constantes (de ph)”.

Los consejos de cómo disfrutar de uno de sus vinos son acompañados por una degustación súper personalizada, con deliciosas frutas deshidratadas que trae su mujer.

 

Para un buen vino, un buen plato

Sobre la gastronomía local, nos habían advertido a penas pisamos tierra mendocina: “es muy buena y muy variada; busca volver a las raíces”. Pero Arauco, uno de los mejores restós gourmets de la zona, supera nuestras expectativas con un menú de cuatro pasos que resulta un verdadero manjar. Todo −desde el pan con distintos aceites que colocan entre los comensales al inicio de la velada− desborda sabor, y su atención es tan cálida como su ambiente, sutilmente musicalizado, decorado e iluminado.

Y, si de restaurantes de categoría hablamos, Tunuyán también es sede del nuevo emprendimiento de Francis Mallman, el The Vines Resort & Spa, nombrado como uno de los 33 mejores nuevos hoteles del mundo, y lugar donde el prestigioso chef inauguró su restaurant, Siete Fuegos.

 

Tupungato

Aprovechando que el Valle de Uco tiene como principal actividad económica la agricultura y, en segundo lugar, el turismo, Beatriz y Eduardo decidieron dejar Buenos Aires para instalarse en una casona de 1950 emplazada en 9 hectáreas. Hoy lleva el nombre de Finca San Jorge y hospeda, en sus tres habitaciones, turistas de todo el país y el mundo. Allí se pueden realizar actividades como el taller de amasado de pan, el de dulces caseros con frutas que da la misma finca y hasta cruzar los Andes caminando. La dueña lo advierte: “aquí no hay televisión, solo juegos de mesa, libros y naturaleza”. La consigna es desconectarse, pero conectarse con nuestras raíces, las de nuestra infancia y nuestra tierra.

 

Casa de vino, ¿cuchillo de…?

Así como el vino guarda un gran proceso que requiere de mucha dedicación detrás de su elaboración, ¿podremos imaginarnos el proceso que da origen a un cuchillo? Sí, un cuchillo: ¿cómo se hace y con qué distintas finalidades? Para adentrarse en este intrigante mundo, la cuchillería Fina Internacional KDS recibe visitantes todo el año y muestra cómo dan forma a este utensilio que producen en distintos formatos y que ha llegado al mercado europeo. Aquí, Nacho -uno de los asadores del grupo- realiza su primera adquisición a un precio razonable. Y de imaginarnos el asado en el cual ese cuchillo se lucirá, se nos abre el apetito.

Por suerte, la estancia nacional La Alejandra nos espera para deleitarnos con su exquisita cocina y deslumbrarnos con una vista única: está, literalmente, rodeada de montañas, y la argentinidad de comer un asado se potencia en este contexto. Hay tradición en cada detalle: de fondo, una chacarera; el fuego, prendido. El vino y las empanadas, sublimes. Y para el que quiera quedarse más tiempo, aguarda la casa de huéspedes, un antiguo rancho construido en adobe que ofrece exclusividad y ‘confort’ para completar la experiencia, a la cual se le agregan actividades como el cruce de los Andes y las cabalgatas.

Hay un lugar del cual no hace demasiada falta salir para vivir muchas -sino todas- las actividades con sello mendocino: en las 900 hectáreas que componen la estancia internacional Atamisque hay 3 hectáreas de canchas de golf, 9 piletas con truchas donde se practica piscicultura, un cerro donde hacer ‘trekking’ y una importantísima bodega digna de recorrer.

Pero en Tupungato también se encuentra otra bodega familiar, que, aunque más grande que la de Castro, trabaja con la misma pasión y dedicación. Es la de los hermanos Giaquinta, creadores de un vino Malbec roble que, casi por casualidad, resultó ganador en una investigación realizada por el Wall Street Journal sobre el mejor Malbec argentino. Los periodistas de ese periódico encargados de la cata seleccionaron al azar distintos vinos argentinos y los calificaron. La sorpresa fue inmensa e inolvidable cuando el vino Giaquinta resultaba ganador de una competencia a la cual ni siquiera se había inscripto: “la locura fue que, en general, uno aplica para varios concursos, pero en este caso resultamos ganadores sin habernos postulado a ninguno”, aclara con una sonrisa humilde, Emilio, uno de los hermanos.

 

San Carlos

Nos despedimos de la tierra de la nuez y el vino con un ejemplar de cada uno, presente que con cariño nos da el dueño del Hotel Turismo Tupungato, donde la atención es tan personalizada que uno se siente en la comodidad de su casa. El recorrido por la ruta 40 arranca muy temprano, con primera parada a desayunar en el puesto La Gringa. Natalia -o, como en verdad se llama, Rankelé- es la guía de origen mapuche que, cargada de historia, tradición y lucha, nos mantiene despiertos en el colectivo 4×4 que nos desplaza por un paisaje antagónico: del lado derecho, la cordillera nevada, y del izquierdo, la estepa patagónica. En este tramo hasta La Gringa (un puesto muy humilde donde se puede ver cómo vivían y viven actualmente los “puesteros” lugareños y cuya dueña, la misma Gringa, nos espera con mate y tortas fritas) vemos tomillo, jarilla y melasa en su estado natural, además de distintas piedras volcánicas. Rankelé explica sus usos para concluir que la “madre tierra es sabia y nos da todo lo que necesitamos”.

 

Hasta el Diamante

Otras dos madres que también saben dar todo lo que se necesita sin esperar nada a cambio son las maestras de la Escuela Yapeyú, en La Jaula, la segunda parada en este recorrido de muchos kilómetros. Rosita Hurtado y Yesica Escarel abren gentilmente sus puertas para mostrar cómo es la vida de los hijos de los puesteros en su escuela, que cada veinte días laborables tiene ocho de franco, debido a las grandes distancias que tienen que recorrer para poder llegar hasta allí, y el estilo de vida nómade –similar al de los indígenas Pehuenches en su época− que llevan los niños.

El recorrido, extenuante por sus largas distancias, continúa pasando por el cerro Diamante, pero la noche impide ya contemplar la vista de la Laguna del Diamante, a orillas de ese cerro y hoy declarada Reserva Natural.

San Carlos también se impone como una de las zonas vitivinícolas más grandes del país, con bodegas de renombre internacional que ofrecen visitas guiadas y degustaciones.

 

Valle de Uco tiene una opción turística para todos los gustos. Los recorridos, que varían entre turismo rural, visitas desbordantes de cultura e historia, naturaleza en su estado más puro y paseos por bodegas conforman una zona de Mendoza que se instala en la agenda turística nacional para sorprender no sólo a turistas extranjeros, sino a más de uno nacional ávido por redescubrir el fabuloso país que tenemos.

 

Para comer y hospedarse

Arauco Restaurant
www.araucorestaurant.com.ar
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La Posada del Jamón
www.laposadadeljamon.com.ar
Estancia La Alejandra
www.estancialaalejandra.com.ar
Fuente Mayor Hotel & Resort
www.hotelfuentemayor.com
 Actividades
Recorrido DJ 4×4
www.dj4x4.com.ar
Río Extremo
www.rioextremo.com.ar
Finca San Jorge
Betty: e-mail
Atamisque Lodge y Bodega
www.atamisque.com

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Subsecretaría de Promoción Turística Nacional:
www.argentina.tur.ar