Caribbean dreams

El archipiélago Turks and Caicos, ubicado a solo una hora y media desde Miami, deleita con sus playas, gastronomía y programas acuáticos. A continuación, una guía de viaje completa.

Txt: Rosario Oyhanarte Ph: Rosario Oyhanarte y Brilliant Studios para Turks and Caicos Tourist Board

Cada vez más, los argentinos que viajan a Miami eligen complementar su visita a la ciudad “mármol” -de mar y ‘malls’- con una escapada a otros destinos aledaños. Una opción siempre tentadora, por sus postales y temperaturas, es el Caribe.

Este ofrece un sinfín de rincones por recorrer. Entre ellos, el archipiélago Turks and Caicos, ubicado a solo una hora y media en avión desde Miami, y elegido por ‘celebrities’ como Leo diCaprio y Messi para vacacionar.

El territorio británico de ultramar cuenta con siete islas principales, además de 40 islas pequeñas y algunos cayos inhabitados. Providenciales y Grand Turk alojan la mayor parte de la población y casi todo el turismo. Parrot Cay, una isla pequeña que cuenta con su propio ‘all inclusive’, es el rincón más exclusivo, el preferido por los ricos y famosos.

En un extremo de Providenciales se hallan los resorts estilo ‘all inclusive’, como el Club Med (que seduce con paquetes a buenos precios, aunque quizás quedó demasiado noventoso en sus instalaciones y decoración) y el Beaches. Otra opción que resulta muy tentadora es alquilar una casa y así, sentirse dueño de la isla… aunque sea por un rato.

Dependiendo el estilo y tamaño de la casa, esta opción puede ser más o menos costosa que ir a un hotel, pero resulta una muy buena alternativa si se viaja en grupo o en familia. El sitio Luxury Retreats ofrece residencias espectalures de distintos tamaños y, como siempre, airbnb es otra gran opción. Para muchos, volver de la playa y hacer un asado en el jardín o arrancar las mañanas comprando pescado fresco a las lanchas vendedoras que se acercan al propio muelle, no tiene precio…

Si la idea es viajar a un destino con programas llenos de adrenalina y aventura, Turks and Caicos quizás no es la opción más atinada. Es que, el terreno es relativamente plano, no se hallan grandes montañas ni acantilados, o junglas. En cambio, si el objetivo es relajarse bajo el sol; dormir una siesta con un buen libro a la sombra o disfrutar del atardecer, entonces estas islas brindarán el descanso ideal.

Pero que los movedizos no desesperen, porque también hay muchos programas acuáticos por hacer: snorkel, kayak, buceo. El mejor snorkel está en Chalk Sound, que también deleita con su puesta de sol. Smith´s Reef y Bight Reef son otros dos buenos spots.

Una gran alternativa es alquilar una lancha y salir de paseo. Están las que ofrecen combinar la vuelta con ski acuático, wakeboard y demás recreaciones. Una de las empresas más recomendadas es Silly Creek Watersports.

De todos modos, el principal encanto de la zona son, lisa y llanamente, sus playas. No en vano, Turks and Caicos cuenta con el tercer coral más grande del mundo. Las aguas son turquesas y la arena es blanca y suave. Quizás la playa más célebre sea Grace Bay Beach, ubicada en Providenciales y elegida, el año pasado, como la mejor playa del mundo por TripAdvisor. Es aquí a donde asoma la mayoría de los grandes hoteles.

Otra actividad recomendable es la excursión de snorkel que deriva en West Caicos, allí donde el hotel Ritz Carlton está a medio terminar. La isla es bellísima y explorar el hotel es un programa en sí.

El avistaje de aves es otro programa a considerar: Turks and Caicos cuenta con 170 especies. Asimismo, hay quienes recomiendan la excursión de para ver luciérnagas, organizada entre tres y seis noches después de la luna llena.

Sabores del mar y un clima ideal

En cuanto a la gastronomía, las islas deleitan con sus platos de mariscos. Los jueves está el evento de “fish fry” en Providenciales, que cuenta con distintos puestos, música en vivo y artistas locales.

Uno de los restaurantes más simpáticos de la región es Da Conch Shack, donde la especialidad de la casa es, claro, conchas marinas. Es que el archipiélago es el único destino con granja de conchas marinas del mundo. Otro restaurante recomendado y que mira a la bella Chalk Sound es Las Brisas, donde se recomienda probar el mero.

Un dato, no menor, es que la comida en la zona, incluido el supermercado, en general es muy costosa: al tratarse de islas, casi todos los productos son importados, lo cual se refleja en los precios.

Otra pregunta al organizar el viaje a este Edén podría ser: ¿cuándo ir? La isla goza de 350 días por año de sol, pero se aconseja evitar la temporada de huracanes, que va de junio a noviembre. De noviembre a marzo es temporada alta. Cabe aclarar que en 2017 el ojo del huracán Irma se movió cerca de las islas en su camino al archipiélago de Bahamas. Afortunadamente, Turks and Caicos ya se encuentra recuperada de los daños ocasionados.

¿Más aclaraciones? Aunque el destino forme parte de un territorio británico de ultramar, la moneda utilizada es el dólar norteamericano. Así, aunque los precios son altos, resulta un poco menos costoso que otras islas de la zona, como St Maarten o St. Barths.

Pero lo más importante quizás sea saber que en Turks and Caicos todo es amigable: la gente, las temperaturas, el mar. Las aguas prístinas no molestan ni con algas. Quizás le falte un poco de infraestructura, pero aquí también radica parte de su encanto. Ideal para nadar durante kilómetros apreciando la puesta del sol, Turks and Caicos merece ser incluido en el radar antes de que se convierta en un destino trillado.

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