Tesoros jujeños

El Cerro de los Siete colores es la postal que atrae a los turistas a visitar Purmamarca y Jujuy. Sin embargo, detrás de este manto multicolor, la provincia esconde varios caminos sin recorrer y otros tantos destinos que han quedado afuera de las guías de viaje.

Txt: Laura Vaillard Ph: Laura Vaillard y Agostina Rossi

 

Jujuy es valle, quebrada, puna y yunga. Cuatro microclimas en una sola provincia que ofrece atractivos para todos los gustos. Cada lugar ofrece paisajes únicos que son golosinas para los ojos y ha llegado la hora de desenvolverlos.

La zona de los Valles, donde se ubican importantes ciudades como San Salvador de Jujuy, El Carmen, Palpalá, Perico, Yala, Termas de Reyes y Tiraxi, es donde se encuentran los mayores asentamientos poblacionales de la provincia. Se trata de una zona con una fuerte industria y mucha historia, lo que lo convierte en un buen lugar para comenzar el recorrido. Allí uno puede comenzar a familiarizarse con su gente, sus tradiciones y su herencia, para luego salir a recorrer los paisajes y reconocer dónde se llevaron a cabo los distintos hitos que ayudaron a forjar el país.

A pura naturaleza

El Circuito de la Quebrada de Humahuaca es, probablemente, uno de los más conocidos de la provincia, ya que su colorido atrae a turistas del alrededor del mundo. Es la única en el país que ha sido declarada Patrimonio Cultural y Paisajístico por la UNESCO, cuando generalmente el nombramiento es en una única categoría.

La Quebrada comprende distintas localidades y paisajes a lo largo de la Ruta Nacional 9 -paralela al Río Grande-, incluyendo las ciudades de Volcán, Tumbaya, Purmamarca, Posta de los hornillos, Maimara, Tilcara, Uquía, Humahuaca y Huacalera.

Dentro de este recorrido, existen cuatro destinos únicos que suelen ser pasados por alto por los turistas apurados: las cuevas de Wayra a minutos de Tilcara, el Hornacal y Peñas Blancas, a menos de una hora de Humahuaca y la iglesia de la Ángeles Arcabuceros en Uquía.

Las Cuevas de Wayra están ubicadas en la misma ciudad de Tilcara. La camina hasta las cuevas dura aproximadamente 4 horas. Sin embargo, los impresionantes paisajes intervienen las agujas del reloj y hacen que el tiempo pase sin que te des cuenta.

Cuentan los historiadores que las Cuevas de Wayra eran utilizadas para realizar rituales religiosos, ya que las comunidades indígenas creían que cuanto más alto llegaban, más se acercaban a los dioses. Las mismas no fueron construidas por los habitantes de épocas lejanas, sino que son formaciones naturales que atraviesan el cerro de un lado al otro. Para revivir esta experiencia, el guía invita a los visitantes a ingresar lentamente iluminados con velas (un poco trepando y otro poco reptando) hasta llegar a una zona más amplia donde hay que permanecer en silencio y a oscuras para vivir una experiencia similar a la de las antiguas comunidades.

Es una actividad original y diferente que ayuda a desafiar los límites. Aunque se trata de un paseo hermoso, caminar en un terreno árido y empinado bajo el rayo del sol puede resultar agotador. Por si fuera poco, la altura (2.460 msnm) suma dificultad a la expedición. A los interesados se les recomienda vestir ropa deportiva, zapatos de trekking y sombrero, llevar protector y abundante agua.

Otro atractivo poco visitado en la Quebrada es la Sierra del Hornacal, a tan sólo 24, 5 kilómetros de la ciudad de Humahuaca (aproximadamente 40 minutos en auto).

Para llegar hasta allí se puede contratar una excursión 4×4 desde el puente que pasa sobre el río Grande de Humahuaca, y que llega hasta una meseta a 4.300 msnm. Desde allí se ve toda la Sierra del Hornacal, también conocida como el Cerro de los 14 Colores -aunque el ojo afilado dice que se pueden observar hasta 33 tonalidades-.

Se recomienda ir por la tarde, ya que los colores se intensifican con el sol de frente. También es conveniente llevar abrigo (aún en verano), porque debido a la altura siempre hace frío. Se trata de una vista imponente; uno de esos inexplicables fenómenos que la naturaleza tardó millones de años en perfeccionar y por eso cautiva a cada visitante.

El Yacimiento Arqueológico de Peñas Blancas es un lugar atrapante. A tan solo 30 minutos de caminata de la ciudad de Humahuaca, cruzando el puente del río Grande, parece una maqueta del Cañón del Colorado.

Es una caminata diferente a las que habíamos hecho hasta el momento, atravesando paisajes desérticos, lleno de cardones y bajo el rayo del sol. En este caso, uno camina por un bosque de chañares y algarrobos sin saber bien qué esperar. Cuando se llega a las primeras peñas, lo primero que se ve es un montículo blanco con una virgen. Si uno se queda con esa imagen y no explora un poco más, es una vista bastante desilusionante.

Sin embargo, el secreto está en seguir caminando, pues subiendo por detrás de la Virgen de la Medalla Milagrosa, hay un pequeño sendero que llega arriba de las peñas, donde se puede observar esa inmensa cañada esculpida por el tiempo, el viento y el agua.

Desde ese morro de 120 metros de altura, también se obtiene una vista panorámica a la ciudad de Humahuaca y a la Quebrada. Si les gusta caminar, pueden seguir explorando y explorar los senderos a lo largo de la quebrada. Eso sí, se recomienda llevar provisiones y bastante agua porque el clima es un seco y es fácil deshidratarse.

Tesoros jujeños 

Ángeles armados

Mientras que las Cuevas del Wayra, el Hornacal y Peñas Blancas son destinos únicos esculpidos por la naturaleza, Uquía guarda en el interior de la Iglesia San Francisco de Paula unas piezas únicas que ilustran ángeles que poco tienen que ver con las figuras aladas que solemos imaginar y ver en otras iglesias. Se trata de nueve pinturas de ángeles armados vestidos como aristócratas del siglo XVII con brocado, amplias camisas de encaje, cintas de seda, medias y botines. Son imágenes de la escuela cusqueña muy particulares que irrumpen con el patrón del “ángel” como una imagen pura, inocente de corazón sensible.

Los historiadores indican que, a través de estas ilustraciones tan particulares, los artistas buscaban transmitir la imagen del ángel con la actitud conquistadora que tenían los evangelizadores en ese entonces. Dado que no se pueden tomar imágenes dentro de la iglesia, es necesario viajar hasta allí para verlas, un sacrificio que vale la pena.

Las otras imágenes con estas características están ubicadas en la Iglesia de la Asunción, Casabindo, Jujuy, la iglesia de Calamarca, Bolivia (a 60 km de La Paz), la iglesia de Challapampa, Puno, Perú y en el museo Pajcha en la ciudad de Salta.

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De punas y yungas

La Puna Jujeña se encuentra al norte de la ciudad de San Salvador de Jujuy, por la Ruta Nacional 9 hasta Purmamarca y luego por la ruta Nacional 52 que atraviesa las Salinas Grandes. Se destaca por sus llanuras de altura y la tranquilidad de sus habitantes.

A pesar de que las salinas son un atractivo conocido, es un destino infaltable en cualquier viaje, en especial si pueden ir cerca del atardecer para presenciar un fenómeno único donde el sol se esconde en menos de dos minutos y la oscuridad se apodera de la inmensidad por tan solo unos instantes, ya que luego todo vuelve a resplandecer sin poder entender bien por qué.

Luego de la ceguera producida cuando se apaga el sol, es impresionante ver como de repente vuelven a brillar las montañas enrojecidas por un sol escondido y duplican su belleza al verse reflejadas en los piletones de agua y sal. Un fenómeno difícil de describir sin que parezca inverosímil.

La última parada del viaje es el Parque Nacional Calilegua, un buen lugar para caminar a través de la Selva de las Yungas (que se extiende desde Tucumán a Bolivia) y descubrir ejemplares de flora y fauna únicos escondidos en un tupido y húmedo follaje. Allí uno puede encontrar lianas que se enroscan creativamente para acercarse al sol, distintas variedades de hongos y hasta árboles que tiñen sus hojas de intensos rosas para aparentar que tienen las flores que les faltan.

Luego de recorrer los cuatro microclimas de Jujuy, comprobamos que esta provincia guarda una diversidad inigualable y no basta con leer sobre ella. Es necesario visitarla para poder disfrutarla con todos los sentidos.

 

Dónde alojarse

– En Tilcara
Las Terrazas Hotel Boutique
Este hotel boutique está situado en la ladera de una montaña de Tilcara y ofrece vistas al valle. Dispone de habitaciones con terraza privada, una piscina climatizada al aire libre y conexión Wi-Fi.
Calle De La Sorpresa, esquina San Martín Tilcara
Tel: (0388) 495-5589
info@lasterrazastilcara.com.ar
www.lasterrazastilcara.com.ar
– Cerca de Humahuaca
Hotel Huacalera
Ubicado en el histórico pueblo de montaña de Huacalera, este hotel ofrece un alojamiento moderno con piscina a tan sólo 2 km del Trópico de Capricornio.
Las habitaciones, decoradas de manera tradicional y colorida, cuentan con balcón privado y terrazas desde donde se puede disfrutar del aire fresco de la montaña y de las vistas.
Ruta 9, km 1790
Tel: (0388) 155813417
www.hotelhuacalera.com
Parque Nacional Calilegua
Tel: (0388) 642-2046
www.calilegua.com

+ info_

www.vidasurrealista.com
www.jujuy.com
facebook.com/viajaportupais.com
www.argentina.tur.ar