Lujo Natural

Escondida entre los manglares de la Península de Yucatán, se encuentra esta residencia ecológica construida bajo principios sustentables y técnicas de permacultura. Un lugar para disfrutar en armonía con el entorno sin resignar las comodidades modernas.

Txt: Catalina Pelman Ph: Gentileza Casa Xixim

Casa Xixim. El nombre de este hospedaje ‘ecodeluxe’ no es casualidad. La antigua palabra maya “xixim” significa caracol de mar y simboliza el número cero.  Por eso, el logo y el nombre de este alojamiento representan los principios sustentables con los que fue levantado, que buscaron producir un impacto ambiental mínimo, lo más cercano posible a cero. Convencidos de que el mejor servicio turístico que se puede brindar es el que no daña el entorno, el estudio de arquitectura Specht-Harpman dispuso un sistema para capturar los recursos diarios necesarios, trabajar en armonía con la naturaleza y dejar una huella de carbono ligera. Por supuesto, sin sacrificar las comodidades modernas y todos los accesorios que unas merecidas vacaciones deben tener. Este trabajo les permitió obtener el Premio de Oro Verde en los Design Awards de la revista Builder Professional.
Aunque el lugar es retirado y sereno, anclado entre la jungla esmeralda y el océano turquesa, solo 15 minutos lo separan de las ruinas mayas de Tulum, los mágicos cenotes, los restaurantes y la agitada vida nocturna de esa ciudad.

Energía natural

Emplazada en un contexto natural paradisíaco frente a una bahía protegida, Casa Xixim se camufla en el ambiente y lo respeta. En su construcción, los especialistas implementaron técnicas locales combinadas con principios de la arquitectura moderna y conceptos tradicionales de permacultura. Por eso, el complejo luce un diseño actual, siendo autosuficiente en materia energética y amigable con el entorno. El sol, la brisa y la lluvia otorgan a Casa Xixim su fuerza vital.
La casa se alimenta por un dosel fotovoltaico que da sombra a una gran terraza, que además recolecta el agua de lluvia que se depura y almacena para su posterior utilización dentro el condominio. Además, la superficie del resto de los techos está cubierta con especies nativas que proporcionan aislamiento del calor y filtrado de las precipitaciones, que se acopia en un sistema de cisternas subterráneas. Por otro lado, el agua de lavado, duchas e inodoro se filtra y composta a través del humedal de jardín, que garantiza un retorno seguro a la tierra. Algo similar sucede con el proceso de los desperdicios orgánicos y la separación de los materiales reciclables, de manera que el lugar procura la reutilización o disposición final segura, sin dañar el entorno.
Como no tiene ventanas de vidrio ni aire acondicionado, el sistema de persianas forjadas en madera local dejan pasar -o bloquean- la fresca corriente marina, generando el clima perfecto en el interior de la vivienda. Las paredes de la sala de estar y de los dormitorios se abren y cierran para maximizar la conexión con la naturaleza y ofrecer a los visitantes una brisa perfecta. Asimismo, en cada habitación hay un ventilador de techo Haiku, confeccionado en bambú y certificado por Energy Star como el más eficiente del mundo.

Confort sustentable
Desde su boceto inicial, fue proyectada para ofrecer la mejor experiencia de vacaciones para viajeros exigentes, pero comprometidos con el cuidado del ambiente. Por eso, la regla de oro del lugar es recoger la basura y mantener el ambiente libre de humo.

Casa Xixim ocupa casi 500 m2 y está ubicada sobre un terreno estrecho, conectada con manglares en la entrada y con la playa, detrás de cada suite. Los arquitectos buscaron abrir la vivienda totalmente, para llegar desde la recepción hasta el mar libremente, sin atravesar ninguna puerta, sin obstrucciones. Por eso, desde la entrada principal, se puede ver directamente el color turqueza del mar.  “La idea de que la casa y el sitio fueran uno, y que existiera un flujo continuo desde el exterior hacia el interior fue primordial”, remarca Scott Specht.
Con la misma intención, dispusieron las habitaciones de manera tal que se conectaran fluidamente con las demás áreas comunes y que aprovecharan la magnífica vista del entorno, tanto desde la planta baja como desde el primer piso.
Los ambientes de Casa Xixim, cuidadosamente decorados por el especialista en interiores Matthew Finalson, ponen acento en las artesanías de Tulum y en la mampostería y revestimientos con maderas autóctonas. Las paredes de cemento alisado se combinan con muros coloridos, realizados en mosaicos de fabricación local y personalizados en su diseño y coloración exclusivamente para este proyecto. Junto al mobiliario, las terminaciones de madera y el revestimiento de piedra caliza de la fachada, los mosaicos de las paredes refuerzan la inmersión de esta residencia, no solo en su entorno natural, sino también en la cultura del lugar en donde está emplazada.
Dado que el vínculo con la naturaleza es distintivo de esta residencia, también se dispusieron áreas verdes en todos los niveles, para que el edificio se mimetizara aun más con el paisaje y la integración fuese total.

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casaxixim.com
spechtarchitects.com