Por distintos paisajes de nuestro país y a bordo de vehículos con más de 30 años de antigüedad, partimos a lo desconocido. Carreras de autos clásicos ‘sport’, donde manda la pasión por los modelos que hicieron historia.
Txt: María Clara Mayer Ph: Gentileza Claramunt Garage
Considerado por muchas personas como el mejor invento después de la rueda, los autos han sido un objeto de fascinación para el ser humano. Una forma de comunicación entre padres e hijos varones, una fuente de discusión entre géneros y una pasión verdadera para miles de personas. Y si a esto le sumamos el valor del tiempo, el objeto de culto suele implicar aun más devoción.
Lo cierto es que hoy hay tantos clubes como autos en el mundo. Divididos en marcas, funciones, estilos, cada uno encuentra su lugar y cumple su función. En Argentina existe desde 1948, un club que nuclea autos clásicos ‘sport’ y organiza ‘rallies’ entre ellos. Se llama el Club de Automóviles Sport (CAS).
Empezó como empieza todo club: un grupo de amigos enamorados de algo, que decidieron crear un lugar para que otros amantes pudieran reunirse y hablar, debatir y compartir. Nicolás Dellepiane, Ernesto Dillon, Lucio Bollaert, Roberto Mieres, Jorge Malbrán y Chuzo Gonzales fueron los socios fundadores del primer club para una categoría que hasta el momento no existía en Argentina. Ese mismo año se concretó la primera y segunda carrera, una en Tigre y la otra en San Isidro. En 1950 se disputó en el país la primera Sport Internacional en Mar del Plata y desde entonces, se ha convertido en una actividad de renombre mundial.
“Cuando empecé a ir al club, hace más de 30 años, era el lugar que tenías para acceder a esta actividad. Si vos querías saber o conocer algo, la fuente de información, todo lo que tenía que ver con los autos, era el club o comprarse un libro. Hoy eso cambió por la comunicación, por internet; tenés todo más a mano, con lo cual cambió la razón de ser del club, paso a ser más un grupo de afinidad”, confiesa Daniel Claramunt, dueño de Claramunt Garage y organizador del Rally de la Montaña y Rally de las Bodegas.
Para entender la actividad es importante saber qué significa que un auto sea ‘sport’. Claramunt explica que la diferencia ente los autos clásicos y los autos clásicos ‘sport’ es que: “tienen dos puertas, son convertibles o cupé con prestaciones deportivas. Sin embargo, hay ciertos autos cuatro puertas que por haber tenido trayectoria deportiva también están aptos para competir”.
Para poder participar hay que cumplir ciertos requisitos, como que el auto tenga, al menos, 30 años de antigüedad, carnet FIVA (que certifica la originalidad del auto y es internacional), seguro que cubra competencias deportivas y licencia deportiva que otorga el ACA.
Las carreras
Mendoza, Córdoba, Entre Ríos y Bariloche son el telón de fondo de un desfile de obras maestras. La competencia es de regularidad. “Constan de tramos cronometrados y tramos de enlace que son sin tiempo. Entre el inicio y el fin de las pruebas hay un tiempo impuesto que hay que cumplir con exactitud. Por cada centésima de error en el anticipo o retraso del tiempo impuesto, es un punto en contra. El que suma menos puntos a lo largo del rally es quien gana”, explica Claramunt. Parece sencillo, pero hay que considerar que los autos también constituyen un desafío en sí mismos.
Existe también otro tipo de carrera de regularidad, la clásica. Consiste en mantener una velocidad promedio desde el inicio al fin. Claramunt comenta que a diferencia de otras partes del mundo, en Argentina no hay ‘rallies’ exclusivamente de velocidad para autos clásicos.
Montañas y bodegas
La competencia “tuerca” por excelencia, es el Rally de la Montaña en Córdoba, organizado por el Club Córdoba Clásicos & Sport. Con una fuerte historia en el automovilismo, la provincia recibe a cientos de competidores de todas partes del país y hace de esta competencia, una fecha destacada en su calendario turístico. Miles de personas se acercan a ver los autos, escuchar los motores, hablar con los competidores y sacarse fotos.
El traslado por las rutas cordobesas incluye vistas de las sierras, diques, pueblos y sobre todo montañas. Se realizan pruebas inspiradas en competencias de gran trayectoria para el automovilismo, como por ejemplo el “Desafío de los valientes”, que se organizó por primera vez en 1970 y en la cual 15 pilotos fueron invitados a hacer un recorrido que unía Carlos Paz con Mina Clavero. O el circuito “Alturas de Punilla”, donde se recuerdan los comienzos de Carlos Reutemann y las grandes pruebas de Turismo.
En otra de las provincias más lindas de Argentina se realiza el famoso Rally de las Bodegas. Organizado por el Club Mendoza Clásicos & Sport, el evento recorre los más espectaculares paisajes mendocinos a través de las rutas del vino. Entre viñedos y con la Cordillera de los Andes como fondo, la competencia atraviesa Godoy Cruz, Chacras de Coria, Potrerillos, Lujan de Cuyo, Tupungato y Valle de Uco, entre otros. Este año se visitaron las bodegas Cheval des Andes, Finca Agostino, Dante Robino y Los Toneles.
Se trata de un ‘rally’ con más intimidad y tranquilidad que el de montaña. Es un evento social en el que además de competir, se disfruta del sello de la provincia: sus buenos vinos. Se hacen degustaciones en diferentes bodegas y se realiza el “Concurso de Elegancia”, que destaca aquellos autos en excelente estado de conservación y funcionamiento, los mejores en su categoría o los únicos en su especie.
Estos ‘rallies’ son un programa para disfrutar en pareja, con amigos o en familia. Una excusa para compartir con otras personas una pasión y un momento para recordar. Paisajes increíbles, recorridos únicos y el placer de conocer partes de nuestro país con el ruido del motor como única compañía.
Muchas millas
Sin ninguna duda, el ‘rally’ más famoso del país para este tipo de autos, se lleva a cabo en Bariloche y se llama “1000 Millas Sport”. “Para Juan Manuel Fangio, las 1000 Millas fue la carrera que jamás pudo ganar y por la que confesó que hubiese cedido un campeonato mundial con tal de erigirse ganador”, comenta Claramunt. Cuenta la historia que en 1986 un grupo de fanáticos del automovilismo viajó a Brescia -Italia- para participar de la Mille Miglia. Entonces se comenzó a gestar la idea de tener una prueba de autos sport en Argentina similar a la competencia italiana.
Organizada por el CAS, en 1989 se realizó la primera carrera, y desde 1996 se realiza en la Patagonia Argentina con la participación de coleccionistas de todos los rincones del mundo. Importantes personalidades han atravesado los imponentes paisajes del sur durante estas competencias, entre ellos: Sir Stirling Moss, Carlos Reutemann, Clay Regazzoni, Jacques Lafitte, Rene Arnoux, Giuliano Cané y Luciano Viaro.
Este año el ‘rally’ tendrá lugar en noviembre y solo participarán 150 autos, fabricados hasta el año 1981, que recorrerán 1600 km durante 3 días. A través de lagos, valles y montañas, los participantes disfrutarán la belleza de Río Negro, Neuquén, Chubut y también Chile. El punto neurálgico de la competencia, y donde descansaran los corredores, no es otro que el imponente Hotel Llao Llao en Bariloche.
Meta final
Hoy, el ‘rally’ de autos clásicos ‘sport’ resulta una actividad en constante crecimiento. Claramunt resume: “Inicialmente las carreras surgieron por un grupo de gente a la que le apasionaban los autos o eran coleccionistas. Después se convirtió en un acontecimiento divertido y algunos descubrieron que les gustaban los autos una vez que les gustó el programa. Entonces terminaron comprándose un automóvil para poder participar y luego se transformaron en coleccionistas”.
Sin embargo, la gente que participa suele ser tan fanática como aquellos primeros miembros de los clubes o los primeros corredores. La mayoría tiene sus autos impecables y hablan de ellos como si fueran sus hijos por el orgullo que conllevan. Se trata, por supuesto, de un mundo especial, que va al revés de las tendencias modernas, un mundo en el que lo más antiguo es lo más valorado.