Escocia, ese pais del que hablan los cuentos

De Edimburgo a las Highlands, del Castillo a la aldea, de los bosques a la montaña y de los lagos al mar, una excursión a las prometedoras tierras del norte. Escocia lo tiene todo.

Txt: José Roggero
Ph: Belén Gonzalez Mazza, María Clara Mayer y VisitBritain

 

Edimburgo, la gran capital, dueña de una belleza que genera la sensación de estar soñando despierto, será el punto de partida para esta travesía por el territorio caledonio.

De la antigua medida de la milla escocesa, toma su nombre Royal Mile, esta descollante avenida de 1800 metros ubicada en el corazón de la ciudad, que nos hará comprenderla mejor y contar con un perfecto punto de referencia. Royal Mile recorre la vieja ciudad (Old Town), desde el Palacio Holyroodhouse hasta el Castillo de Edimburgo. Castle Rock es el nombre que recibe la inmensa roca volcánica donde está situado el Castillo, soberbio e imponente.

Una capital ambigua, en la que el medioevo convive con la modernidad casi como por arte de magia; que nos permite, además, encontrar un cementerio abierto en plena ciudad (Greyfriars) y dos barrios antagónicos, New Town y Old Town, enlazados en perfecta armonía.

En New Town es donde ocurren los negocios. Esta parte de la ciudad cuenta con los principales edificios de Edimburgo, sobre todo a nivel administrativo y económico, así como también con varios paseos de compras, como Princes St. y St. Andrew´s Square. No obstante, New Town solamente tiene edificios en la cara norte, y es un barrio muy pintoresco y agradable.

En Old Town es donde ocurre la magia En la ya mencionada Royal Mile tenemos a la Catedral de Edimburgo, St. Giles, una edificación del siglo XII con muchísima historia en sus pilares. A metros de la Catedral aparece el Corazón de Midlothian, un escudo de piedra tatuado a la vereda que alguna vez supo ser parte de la penitenciaría local. Por este motivo se generó la tradición de escupir sobre el mismo, demostrando desprecio, aunque con los años la superstición fue ganando y hoy se dice que quien escupa en el Corazón de Midlothian conocerá el verdadero amor. A pasos solamente, aparece otro monumento que genera supersticiones. Es la apaleada estatua de David Hume, a la cual los estudiantes le tocan el pie en los días de exámenes para lograr una buena calificación. Luego, el camino nos llevará a Victoria St., una tradicional y colorida calle, llena de negocios y pasadizos, que desembocará en Grassmarket. En este viejo mercado, hoy devenido en una peatonal repleta de pubs, aún se reúne muchísima gente. Se trata de un místico espacio donde los mercaderes y la horca fueron felizmente reemplazados por cervezas y música.

La ruta de las Highlands

Paisajes no aptos para melancólicos llenos de acantilados sobre el mar, interminables lagos y gigantescas rocas, acompañados por un clima furioso, capaz de convertir un día soleado en una tormenta cerrada en una fracción de minutos, serán la constante durante esta travesía.

El recorrido tradicional por las Higlands comienza por su capital, Inverness. Una ciudad de 50 mil habitantes, muy amigable con los forasteros, en especial cuando uno es argentino. Está situada a orillas del pintoresco Río Ness y cuenta con algunas calles céntricas donde, al igual que en Edimburgo, podemos encontrar edificaciones de plena Edad Media mezcladas entre mini ‘markets’ y ‘coffee shops’. En el medio de la ciudad, sobre un acantilado que lo eleva y lo determina como imponente, se encuentra el Castillo. Como resultado de la arenisca roja, el Castillo muestra un color rosáceo y la gran altura permite una vista panorámica única de Inverness. Este destacado punto turístico data del año 1836 y es uno de los más bellos de Escocia; aunque en el mismo sitio hubo fortificaciones similares desde el siglo XI, cargadas de historia, donde alguna vez, por ejemplo, se le negó la entrada a María Estuardo.

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Los secretos del lago

Abandonando Inverness, la ruta nos encontrará con el renombrado Lago Ness. Lleno de mística e inmensidad, el lago esconde miles de cuentos, mitos y leyendas que nos transportarán a un mundo de castillos, bosques encantados, dragones y bestias acuáticas.

El pueblo de Drumnadrochit es el primer escalafón del camino. Un lugar ideal para tomar una cerveza negra escuchando las historias de Nessie, relatadas por algún lugareño que logrará sembrarle la duda a más de uno. Además, justo en las orillas de la villa, nos encontraremos con el Castillo de Urquhart, donde podremos apreciar reliquias, tales como las ruinas de una Torre del Homenaje original, o una impactante catapulta de época; todo en medio de un colosal parque con un sutil muelle, que nos invita a mojar los pies en el lago cualquier día de verano.

Fort William será el próximo destino importante en nuestro recorrido, es el pueblo más grande de las Highlands y se ubica justo entre el Lago Eil y el Linnhe. A diferencia del resto del recorrido, es un pueblo netamente turístico, de manera que las atracciones son varias, además de ser una buena opción para pasar la noche. El Museo de West Highland es clave para ponerse al día con la apasionante historia de la región, y es prohibitivo abandonar el pueblo sin visitar la perfección natural de las Cataratas de Steall y el monte Ben Nevis, ¡la montaña más alta de todo el Reino Unido!

Penetrando el Lago Duich, a pocos minutos de abandonar la región continental, aparece Eilean Donan, tal vez el castillo más bonito de la zona. Se alza sobre las aguas como un enorme y viejo golem, y una desgastada bandera escocesa y apaleada por el impiadoso clima, nos recibe. El castillo, que fue escenario de varias secuencias de la película Corazón Valiente, trae en ciernes un fragmento de la historia grande de Escocia. Alguna vez fue refugio de los Pictos ante los embates de los Vikingos, y siglos después serviría como escondite, nada menos que para Robert the Bruce, frente a las invasiones de los ingleses.

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La Isla Alada

Así llamaban los Celtas a la Isla de Skye, y una vez que la conocemos, nos queda claro porqué. Es que Skye realmente nos remite a un cuento de hadas. Las grandes elevaciones, las aguas espejadas, los caminos rústicos y las flores salvajes generan un paisaje hermoso que despierta la imaginación.

Portree es la capital de la isla, y un buen lugar para hacer base. El pueblo es chico pero acogedor, y tiene, en pequeñas medidas, todo lo uno necesita: alojamientos, restaurantes, pubs, cajeros, mercados… Su colorido puerto ha sido un punto estratégico para Celtas y Vikingos, y estas influencias quedan a las claras en el acento de los locales, los nombres de los distintos sitios aledaños y las construcciones.

Es recomendable comenzar la vuelta a la isla por las destilerías de whisky, una especialidad de la zona que en Skye abunda y a gran nivel. A 15 minutos de Portree tenemos a Old Man of Storr, un conjunto de monumentales rocas, con formas exóticas debido a la erosión eólica, dignas de ser exploradas. Luego el camino nos llevará a Kilt Rock, un alucinante acantilado que lleva su nombre por su semejanza con la tradicional pollera escocesa, y desembocaremos en Staffin, un afable pueblo (cuasi aldea) ideal para desayunar o almorzar unas salchichas con huevo y panceta, fundamentales para afrontar el desgaste viajero.

“El aroma de la lluvia sobre la tierra”, como entonaba la zamba, nos da la bienvenida a Fairy Glen, un verde valle lleno de magia, con colinas y cascadas de ensueño. Siguiendo nuestra ruta nos vamos a topar con el Castillo de Dunvegan, el hogar del clan McLeod durante casi 800 años, que junto a sus jardines y paseos en bote hacen de esta, una de las principales atracciones turísticas de toda Escocia. El final perfecto para este itinerario serán las Fairy Pools de Glen Brittle, unas piletas naturales escondidas, de un color transparente con tonos celestes y rosas, como encantadas, difíciles de comparar con cualquier otro paisaje.

Capítulo aparte para los habitantes de la isla, cabe destacar que si los escoceses en general son cálidos y hospitalarios, en Skye esto se potencia. Tanto los nativos, como quienes eligieron mudarse a la isla (en su mayoría parejas y familias bohemias provenientes de Edimburgo y Galicia) tienen un trato para con los turistas que lo hacen a uno sentirse más a gusto que en su propia casa.

 

 

Delicias locales

En Edimburgo, Oink es un local de comida al paso que está de moda. Abren temprano en la mañana y asan un cerdo completo. Con el correr del día venden sándwiches con toda clase de condimentos, y cuando el cerdo se acaba, cierran sus puertas.
www.oinkhogroast.co.uk 
A la hora de divertirse, The Beehive Inn es el pub más concurrido de todo Grassmarket, generando un divertido encuentro entre locales y extranjeros.
The Grog & Gruel en Fort William es un pub/restaurant al que no le falta nada, deliciosa comida local, distintas variedades de buena cerveza y bandas en vivo.
www.grogandgruel.co.uk 
En Portree la oferta es más reducida, pero siempre estará The Isles, un pub donde promediando la noche, sus propios dueños, Eric y Natalie, agarran las guitarras y tocan algunos covers de rock británico de los 70´s y 80´s. 

Cómo llegar

En avión a Londres, LAN, TAM, Air Europa y Aeromexico suelen tener los mejores precios para este trayecto. Desde Londres hay frecuentes trenes y buses directos a Edimburgo que resultan prácticos, sobre todo para arribar de día, ya que la entrada a la ciudad goza de paisajes espectaculares.
www.tpexpress.co.uk
www.raileurope.com.ar 

Cuándo ir

Escocia es un país que tiene un invierno muy crudo, y en verano se torna muy caro y superpoblado, de manera que la mejor época para visitarlo es durante la primavera y el otoño, idealmente en los meses más cercanos al verano: mayo, septiembre, abril.

Must visit

En Edimburgo: Royal Mile, la arteria principal de la ciudad, resume la esencia de Edimburgo y conecta con la mayoría de los importantes puntos turísticos.
En Inverness: El Castillo de la ciudad, clásico y moderno, como todo en Inverness. Dueño de una vista privilegiada de la ciudad.
En Fort William: El Monte Ben Nevis, el gigante de la región, ideal para senderistas y escaladores.
En Portree: Fairy Pools, una maravilla natural de aguas encantadas, únicas en el mundo.

Dónde dormir

Les compartimos dos buenas opciones en Edimburgo, bien ubicadas y con muy buena atención.
En New Town: Royal British Hotel
www.royalbritishhotel.com
En Old Town: Ibis Edinburgh Centre South Bridge Hotel
www.ibis.com