Las bicicletas eléctricas y las inteligentes se desarrollan y se superan día a día en diferentes países. Cuáles son las claves de este medio de transporte que promete conquistar el mercado.
Txt: Bernardita Ponce Mora Ph: gentileza Emov, Vanmoof, Smarthalo, Volata y Cyclotron
Las personas que aman hacer deporte en bicicleta o aquellas que solo la usan para ir a trabajar saben que a su compañera analógica no le queda mucho tiempo como tal. De manera imperceptible, en los últimos años las calles de las ciudades más importantes del mundo se han ido llenando de velocípedos con motor, con GPS y hasta con entrenador o ‘coach’.
La búsqueda de muchas ciudades por reducir las emisiones de carbono las llevó a desarrollar grandes circuitos de ciclovías. Junto con esta infraestructura creció el mercado de las bicicletas que, para muchas personas, es su medio de transporte preferido. En Holanda, por ejemplo, hay 35 mil kilómetros de bicisendas, de los cuales 580 están asfaltados. En ese país, que tan solo registra 17 millones de habitantes, se calcula que hay 18 millones de bicicletas, de las que 1 millón son eléctricas.
Si bien hay diferencias de base entre una bicicleta eléctrica y una inteligente o ‘smart bike’, muchas se combinan para brindar una mejor experiencia al usuario. Cualquier bici se puede transformar en inteligente o eléctrica con los implementos adecuados. Lo importante es tener en claro qué se busca.
Algunas bicicletas funcionan con electricidad, por eso se habla de bicis con asistencia eléctrica. Tienen un pequeño motor para asistir a los ciclistas, por ejemplo, en las subidas. Aunque la asistencia eléctrica solo facilita el pedaleo, que es indispensable para avanzar, hay bicicletas que son 100% eléctricas: si la persona no quiere pedalear, puede usar la bici como si fuera una moto. Claro que así la batería dura menos.
Algunas bicicletas se enchufan directamente a la red eléctrica y de otras hay que extraer la batería y cargarla por separado. En general se usa esta bici para rehabilitaciones, para gente que no está en buen estado físico o que no tiene ganas de pedalear para no llegar transpirada al trabajo, por ejemplo.
La ‘smart bike’ es aquella que tiene funciones inteligentes como seguimiento, antirrobo e iluminación. Suele tener GPS y sensores que revelan a qué velocidad se pedalea y cuántas calorías se consumen en la pedaleada. Es operada por medio de una pantalla incorporada o mediante una aplicación en el celular. Eso sí, el 100% de la energía del movimiento la pone el ciclista. Por eso se utilizan, sobre todo, para entrenamientos.
Mientras algunas baterías deben ser cargadas en la red eléctrica, otras se cargan mientras el ciclista pedalea. Aunque el mercado considera como sustentables y ecológicas a las bicicletas inteligentes y eléctricas, lo cierto es que las baterías suelen llevar litio, un metal que contamina mucho y que necesita un tratado especial en su disposición final.
A continuación, una guía de las mejores ‘smart bikes’ y las eléctricas, que hoy se desarrollan por todo el planeta.
Asistencia inteligente
Brina 1.0 es la primera bicicleta eléctrica de Latinoamérica. Tiene un diseño innovador y un motor silencioso, sin emisiones contaminantes. Las baterías y los implementos electrónicos están incorporados al cuadro, que también tiene un controlador de potencia, luces delanteras y traseras de LED.
Se puede elegir cuándo pedalear y cuándo asistirse con el motor eléctrico de tecnología ‘brushless’ -sin escobillas que desgasten-, ‘gearless’ -sin engranajes- y de 350 y 750 watts de potencia incorporado a la rueda trasera. La tracción es directa, sin cadenas, lo que hace que su andar sea silencioso.
Cuenta con una autonomía de 30 km por carga (máxima autonomía, en condiciones favorables) y desarrolla una velocidad suficiente para recorrer distintos terrenos y distancias con practicidad y agilidad.
Esta bici, diseñada y producida íntegramente en la Argentina, está compuesta en un 65% por materiales nacionales y hecha por mano de obra local.
Otro ejemplo que vale la pena contar, es el de Los hermanos Carlier, fundadores de la empresa holandesa VanMoof, con la que crearon los modelos Electrified S y VanMoof SmartBike en su ambición por “construir algo que fuese bello por dentro y por fuera, y con su propio cerebro”.
La Electrified S no es solo eléctrica. El cerebro del que hablan sus inventores es el sistema inteligente con el que se controlan distintas funciones a través de una aplicación en el celular. Tiene un sistema de cierre que funciona a través de Bluetooth: al colocar la mano sobre el cuadro de la bicicleta el sistema reconoce al dueño y la desbloquea. El motor, que es silencioso, está dentro del cuadro, al igual que la batería y las luces LED. Un sistema antirrobo permite localizar la bicicleta en todo momento. Pesa solo 18,4 kg.
La VanMoof SmartBike es la bicicleta indicada para moverse en las ciudades. Se desbloquea a través de una aplicación en el celular, que mide la velocidad y los kilómetros recorridos. Además provee al usuario consejos para un uso más eficiente. Si logran robarla, la empresa promete devolverla al cliente en dos semanas o reemplazarla.
Además de la bicicleta en sí misma, hay un mundo de aplicaciones y dispositivos que mejoran la experiencia del usuario. En este sentido, uno de los dispositivos más innovadores es Smart Halo, capaz de guiar al ciclista a través de la ruta más confiable y segura. Este implemento inteligente se adapta a cualquier bicicleta.
Smart Halo se controla con una aplicación desde el teléfono móvil, que -una vez cargada la ruta- puede guardarse en el bolsillo o en la mochila para mayor comodidad y seguridad. El tablero intuitivo, con luces de colores, guiará al ciclista a su destino.
El asistente personal de Smart Halo permite contestar las llamadas del teléfono con manos libres. Tiene una luz, que se enciende cuando el sol se va y se apaga cuando termina el recorrido.
Si el ciclista olvidó dónde dejó la bicicleta, la aplicación le recuerda la última ubicación. Tiene un sensor de movimiento que, ante cualquier intromisión abrupta, dispara una alarma que se desactiva a través del teléfono o de un código que se ingresa de manera manual.
Este dispositivo inteligente permite al ciclista marcar objetivos de entrenamiento, cuyos progresos se verán en tiempo real.
Exponentes de Italia y Francia
Volata 1c es una bici inteligente de origen italiano, que evoluciona sobre su modelo anterior, Volata 1. Construida en aluminio 7005 en lugar de carbono, cuenta con una computadora integrada y una pantalla LED de 2,4 pulgadas en el centro del manubrio.
Tiene GPS para establecer rutas de traslados y localizar la bici en caso de robo. El sistema alerta al propietario a través de notificaciones al celular y activa una alarma.
La transmisión no está compuesta por cadena, sino por correa. El sistema de cambios Shimano Alfine no deja cableados ni implementos visibles. Todo esto la hace una bicicleta fácil de mantener y limpia en su diseño.
Este modelo está orientado a la ciudad, diseñado para mejorar la experiencia de los ciclistas urbanos. El dínamo situado en el eje delantero carga automáticamente la batería interna mientras se pedalea. Las luces delanteras y traseras se encienden cuando oscurece.
La computadora ofrece información de métricas de conducción, navegación, previsión meteorológica, música, frecuencia cardíaca, notificaciones de teléfonos inteligentes y más.
Si se habla de futuro, hay que mencionar a Cyclotron, una bicicleta eléctrica fabricada en fibra de carbono con un diseño aerodinámico y revolucionario: dos ruedas sin radios ni cámaras de aire y sin cables a la vista, ya que todos están recogidos en su interior. Después de más de tres años de desarrollo, sus creadores -con base en Niza, Francia- creen que “es el próximo gran paso en la evolución de la bicicleta”.
Cuenta con una aplicación que permitirá al usuario conocer la velocidad y los kilómetros recorridos, unos sensores que avisarán si la batería está baja, un sistema de prevención de robo y GPS que ayudará a localizar la bicicleta. Dispone de luces LED que se activan automáticamente en lugares oscuros.
La batería de litio cuenta con una autonomía superior a las ocho horas, va instalada bajo el sillín y se puede retirar con facilidad para su recarga en cualquier toma de corriente.
Está disponible en tres tamaños -S, M y L- y ofrece dos estilos de conducción: la deportiva, muy ágil para aquellos que quieran rodar a mayor velocidad; y la confortable, para circular más relajado y en posición vertical. Para cambiar el modo basta ajustar el asiento y el manillar.
Bicicletas hay para todos los gustos. Cada uno elegirá la que más le guste y se adecúe a sus intereses. Mientras los melancólicos miran con nostalgia a su compañera tradicional, los más inquietos encontrarán la forma de adaptarse a las tendencias del futuro.
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