Andy Clar ha saltado a la fama como la especialista de la Gran Manzana. De su fascinación por esta ciudad emblemática nació “Chicas en Nueva York”, la comunidad de lifestyle más grande de Latinoamérica y un verdadero fenómeno, tanto dentro como fuera de las redes sociales.
Txt: Laura Piasek Ph: Gentileza Andy Clar
Desde hace algunos años, el nombre de Andy Clar viene asociado al de un ‘expertise’ muy particular: el de conocer Nueva York como pocas personas en el mundo. El origen de este suceso comenzó con un blog que la emprendedora inauguró solamente con fines prácticos: el de acercarle a sus amigos los ‘tips’ más jugosos de una ciudad que la fascinaba. Pero rápidamente su proyecto tomó dimensiones inesperadas, y gracias al poder de las redes sociales, “Chicas en NY” se convirtió en un ‘boom’.
Con un libro editado que lleva el mismo nombre que su comunidad y que ha sido un éxito en ventas, su amor por la Gran Manzana la ha llevado a organizar viajes grupales y hasta desembarcar en la pantalla chica con un programa propio. Desbordante de energía, esta viajera frecuente tiene el don de contagiar la pasión por los viajes y por el disfrute en todas sus formas. Una aventurera con muchas horas de vuelo y un recorrido más que inspirador.
¿Cómo recordás tu primer viaje a la Gran Manzana?
Siempre cuento que llegué a Nueva York de casualidad. Mi destino soñado era otro. Con un novio que tenía muchísimo tiempo atrás deseábamos irnos de viaje a Europa y como no nos alcanzó el presupuesto terminamos en Nueva York. Lo mejor que te puede pasar cuando vas a un lugar sin expectativas es que enseguida, y con muy poco, las superás.
En aquella ocasión, ¿qué fue lo que más te llamó atención de New York?
Mi primera impresión fue sentir a la ciudad con una creatividad volcánica y energía arrolladora, un poco como soy yo. Nueva York tiene un impulso poderoso que hace que nunca pares. Cuando creés que conocés todo, viene otra cosa nueva. Además, tiene la capacidad de mezclar todo en un solo lugar: compras, arte, cine, tecnología, tendencias y comida espectacular. A fuerza de ser la ciudad con mejor marketing del mundo, te hace sentir la protagonista de tu película preferida de Hollywood. Todo lo que te rodea es como un gran set y en el último día de viaje en vez de adiós, decís “The End”.
¿En qué momento tomó forma Chicas en NY?
Chicas en NY nació como un blog. Primero escribía para mis amigos, sin ninguna otra finalidad más que divertirme y evitar mandar emails cada vez que alguien viajaba a Nueva York y me pedía tips. Y luego fue creciendo en seguidoras, tomó su identidad y pasó a ser un servicio y un incentivo para las lectoras. Después vinieron las redes sociales y eso me permitió interactuar con ellas y aumentar muchísimo el alcance. Con los años llegamos a lo que somos hoy: la comunidad de lifestyle más grande de la región con tres millones de seguidoras.
¿Hacia dónde se expandieron el blog y las redes sociales?
Primero llegaron los viajes a Nueva York. Más tarde, vinieron proyectos en televisión digital con el programa ChicasenNYtv, que está online y es la mirada de ocho mujeres de esa ciudad. Posteriormente llegó #ChicasqueCorren, otro proyecto que se puede ver en Infobae TV. También se sumó el libro Chicas en NY, que aún me sorprende y me emociona. A los días de salir se agotó y se convirtió en el más vendido de ‘no ficción’ del 2016. Además, con #ChicasdeViaje sumamos nuevos destinos del mundo. El año pasado viajamos a Amsterdam y Tokyo. El proyecto sigue creciendo y tomando nuevas formas. Este año, por ejemplo, lanzamos una tarjeta de crédito Visa internacional de “Chicas en NY” con miles de beneficios que permiten juntar millas para viajar a cualquier parte del mundo. Además, ya estamos al aire en Telefe con un nuevo programa que también lleva el nombre #ChicasDeViaje.
¿De qué manera surgieron los viajes grupales y qué es lo que más disfrutás de ellos?
Surgieron de casualidad. Primero lo propusieron las lectoras. Luego una agencia de turismo me insistió mucho, pero dije que no. Después me insistieron de nuevo con algunas vueltas en la idea y acepté. Lo hice siguiendo mi intuición y escuchando las ganas de chicas que me leían y me escribían pidiendo viajar con nosotras para vivir NY bajo una mirada diferente, que incluyera actividades exclusivas. A veces se anotan un par de amigas o compañeras de trabajo, pero en la mayoría de las oportunidades las chicas no se conocen y en el viaje algunas se hacen muy amigas. Se han creado vínculos que trascienden Nueva York. Eso es lo que realmente más me conmueve del proyecto.
¿Cómo fue el proceso de escritura de tu libro?
Quería que el libro fuera una guía completa sobre New York, con los clásicos y los secretos. Que estuviese escrito como cuando una amiga llega de vacaciones y te cuenta lo que vivió, lo que le pasó, lo que la emocionó. Es decir, con una particular mirada femenina y nada parecida a las guías tradicionales que recorren museos o lugares históricos como si un viaje fuera un lugar donde ir tildando puntos de interés. Mi idea era compartir datos prácticos, curiosos, los no convencionales de la ciudad: tips de compras, museos, ideas sobre cómo aprovechar mejor el presupuesto, dónde comprar un vestido de novia y tenerlo listo en una semana, a qué restaurante van las estrellas de cine, cuáles son las mejores terrazas para tomar un trago, cómo organizar el viaje antes de partir, qué llevar en la valija, NY en pareja, NY con hijos, etc. Esa forma distinta de vivir Nueva York, que es la que tengo y la que propuse desde siempre en el blog. Y luego quise sumar más miradas, nuevas voces con anécdotas, recuerdos, vivencias de otras chicas para poder expresar diferentes facetas de la ciudad. Jessica Lekerman, Julieta Pink, Laura Azcurra, Malena Ginzburg, Dalia Gutmann, Mona Gallosi, Juliana Lopez May, Marou Rivero y Flor Torrente son algunas de las mujeres que colaboraron contando “sus sueños” en Nueva York y creo que de verdad logran transportarte.
¿Qué te parece que tiene Nueva York para ser una ciudad que atrae y apasiona a mujeres tan diferentes entre sí?
Es que lo tiene todo. Nueva York está en el inconsciente de todos, ¡pero en el de las mujeres mucho más! El cine se encargó de mostrarnos una Nueva York femenina, sensible y hacernos creer que allí todos nuestros sueños se hacen realidad. Una fórmula que no falla y no solo en mujeres románticas, sino en todas porque hay una Nueva York para cada tipo de mujer: la que ama el diseño, la que ama la música, la que ama comer, la que ama comprar, ¡y la que ama hacer todo eso junto! Y viajar con amigas a Nueva York todavía es más soñado. Es una pasión para las mujeres que resulta inexplicable como el fútbol para los hombres. Es una fascinación que no tiene lógica. Una buena parte de eso se lo debemos a la ciudad que es maravillosa y otro tanto a la industria de Hollywood.
¿Cómo compatibilizás tu trabajo en “Chicas en NY” con tu rol de Directora GC de :aschen?
Sigo trabajando como Directora General Creativa de la agencia de publicidad que tengo con mi marido, :aschen. ¡Me encanta mi vida así! Soy una mujer emprendedora de toda la vida. Mi motor es la creatividad y eso fue lo que generó no solo este proyecto, sino muchos otros también. Mi marido por suerte me apoya mucho, sino no podría hacerlo. Soy una mujer como todas las que asumimos un emprendimiento y que trabajamos y criamos una familia haciendo malabares para poder balancear nuestro trabajo con nuestra vida personal. Tengo momentos de mucha satisfacción y otros donde es mucho el agote y el ‘stress’, pero siempre encuentro la conexión que reanuda mis fuerzas.
¿Qué consejo le darías a las mujeres están pensando en emprender?
A aquellas que usan redes sociales para sus emprendimientos puedo decirles que escuchen mucho, que consulten sus ideas con la comunidad, que es el mejor termómetro. Que pregunten, que usen el potencial que tienen de poder hablar con sus “clientes” y usuarios. Que antes de sacar o introducir una novedad, testeen. En la comunidad está el mejor estudio de mercado y hay que capitalizarlo. Después que sueñen en grande, sin límites. Que no tengan miedo al fracaso, se pierde y se gana en el camino. ¡Que se rodeen de gente que haga lo que no saben hacer! Otra de las cosas que me animo a decir es que revisen sus hobbies, que busquen bien adentro suyo lo que les gusta mucho hacer porque nada que no salga del corazón puede ser bueno. Un hobbie puede convertirse en un trabajo. Entonces, antes de emprender, hay que pensar si eso que van a vender como producto o servicio realmente forma parte de sus pasiones.
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