Los retiros de yoga se multiplican alrededor del globo y se convierten en una opción cada vez más elegida por los que buscan desconectar del estrés de la ciudad. Repasamos cinco enclaves fuera de serie para sumergirse en esta milenaria disciplina.
Txt: Laura Piasek Ph: Gentileza hoteles
Las vacaciones son, por definición, el momento en el que dejamos atrás la rutina y todo lo que esta conlleva. Pero a decir verdad, cada vez resulta más difícil desentenderse de las responsabilidades de la vida cotidiana durante el período de descanso. El wifi acecha y ausentarse mentalmente de los problemas de la ciudad y el trabajo resulta una misión compleja. En este escenario es que se entiende todavía más cómo es que los retiros de yoga emplazados en diferentes partes del mundo han ganado popularidad, y se han metido en el bolsillo a un público ávido por vivir este tipo de experiencias en clave zen. Desde espacios naturales paradisíacos hasta edificios imponentes con mucha historia, cada propuesta tiene su encanto en particular.
En todos los casos, descansar, comer de forma balanceada y tomar clases de yoga, relajación y meditación son los platos fuertes que ofrecen de este tipo de programas que pueden durar días o incluso semanas. A continuación, la selección de nuestros preferidos.
Al pie del Himalaya
Para el hinduismo, el norte de India es considerado como un lugar cargado de Shakti (energía cósmica, en español). Por eso no debe sorprender que sea justamente a 250 kilómetros de Nueva Delhi donde se haya erigido en 2001 Ananda in the Himalayas, el primer spa de todo el país que, como no podía ser de otra manera, les da a los amantes del yoga la posibilidad de practicar esta disciplina en un entorno cargado de mística. Este hotel de alta categoría está emplazado dentro de un palacio de la época de los maharajás (monarcas hindúes) y rodeado de jardines majestuosos.
Creado por Ashok Khanna -un empresario perteneciente al gigante hotelero Oberoi Group-, el lugar les ofrece a los huéspedes la posibilidad de alojarse en las habitaciones de lujo dentro del edificio principal, o bien en sus más modestas, pero igual de acogedoras, villas. Además de practicar yoga con profesionales que llegan hasta este paraje desde diferentes lugares del mundo, los visitantes pueden simplemente elegir descansar y relajarse en un centro de spa que propone más de 30 tratamientos diferentes. La gastronomía también tiene un rol fundamental en esta experiencia. Y es que la comida que sirve este alojamiento se caracteriza por ser ecológica y muy variada (local, pero también asiática y occidental), para poder satisfacer el paladar de cada viajero que llega hasta aquí.
Relax en una isla privada
Silver Island presenta la clásica postal de casitas blancas y azules que uno se imagina, automáticamente, cuando le hablan de Grecia. Es, también, un exclusivo retiro localizado en una isla privada a tan sólo 15 minutos en barco de la popular Evia. Este lugar de ensueño que heredaron las hermanas de origen sudamericano Claire y Lissa Christie tras la muerte de su padre, abrió las puertas como hotel ‘ecofriendly’ hace tan sólo algunos años. Hoy, el alojamiento tiene una capacidad máxima de 10 personas y cuenta con habitaciones acogedoras que hacen sentir al huésped como si estuviera en su propia casa. Además de paisajes increíbles y acceso a una playa privada, el paraje ofrece a los viajeros un combo más que tentador: dos clases de yoga por día y un menú con platos cien por ciento vegetarianos, logrados con productos frescos.
En las entrañas de Sri Lanka
En medio de un arrozal en un tradicional pueblo al pie de las Montañas Galgiriyaw, en Sri Lanka, se encuentra Ulpotha, un retiro de yoga ecológico gestionado por los propios locales. El lugar, que está organizado en bungalows ubicados a orillas de un lago e incluye baños compartidos para todos los visitantes, está abierto solamente durante 6 meses del año, período en los que los aldeanos no cosechan y por ende pueden dedicarse tiempo completo a administrar el paraje. El alojamiento no cuenta con energía eléctrica ni mucho menos con otros de los servicios de lujo que muchas veces incluyen los retiros de yoga de su especie. Sin embargo, el paisaje natural que rodea a Ulpotha es extraordinario, y lo convierte en un lugar único para practicar yoga, meditar, someterse a tratamientos de ayuderva y acceder a una verdadera conexión sin interrupciones con la naturaleza.
Con un toque francés
Catalogada por el periódico inglés The Telegraph como uno de los 15 mejores retiros del planeta para realizar yoga, Yobaba Lounge ofrece un entorno tranquilo y cautivante para poner la mente en blanco y el cuerpo en acción. El alojamiento en cuestión está emplazado desde 2013 en un castillo bohemio de la región medieval de Chalambre, al sur de Francia, y su dueña -la ex atleta Gertrud Keazor- es justamente la persona encargada de impartir las clases de yoga para todos los niveles que se desarrollan en el piso superior de la propiedad. Además de degustar lo mejor de la gastronomía francesa, quienes apuesten por este alojamiento -que tiene una reserva mínima de 3 noches y que acepta poca gente por retiro- también podrán disfrutar de un componente extra para lograr el relax total: sesiones de masajes.
Un retiro con historia
En Inglaterra, más precisamente en el valle de Somerset, se asoma 42 Acres. Este retiro de yoga se encuentra dentro de que lo en el siglo XIX supo ser una granja lechera, hoy renovada e inaugurada como un hotel que ofrece ocho habitaciones con una capacidad máxima para 24 personas. Las actividades son organizadas por un equipo de profesionales con formaciones diversas y tienen lugar dentro de las diferentes zonas comunes de la propiedad, todas ellas decoradas con materiales sustentables y detalles más que acogedores.
Un día normal para quienes se alojen este establecimiento empieza con una meditación silenciosa y una clase de yoga y respiración (de una duración aproximada de dos horas), para después continuar con el almuerzo. Por la tarde, y tras disponer un tiempo libre, los huéspedes pueden disfrutar de una sesión de masajes y una segunda clase de yoga. Por las noches, el programa sigue con una sesión de meditación y una función de cine con una película inspiradora. Una vez más, la propuesta gastronómica es indisociable del plan que propone 42 Acres. Y es que según explican los responsables del retiro, en la cocina del lugar trabajan solamente con productos locales y orgánicos, y con ingredientes capaces de promover la salud y la vitalidad de quienes los visitan.