Las curvas y el color azul profundo, dos ítems claves. El protagonismo de los metales. El dorado, un hit. La mezcla de materiales. Los espacios de ‘coworking’ como un gran desafío. Todo lo que viene, según la mirada innovadora de los arquitectos y diseñadores de Casa FOA.
Txt: Dolores Vidal Ph: Gentileza marcas y arquitectos
Voló el tiempo, ya queda apenas un tramo para inaugurar el 2019, y los indicios de qué novedades traen el diseño y la deco para el futuro próximo están esbozados aquí. Se trata de la última Casa FOA, que se realizó del 21 de septiembre al 28 de octubre, en un austero y tranquilo ex convento de monjas en el barrio de Villa Devoto. Un edificio, donde los expertos admiraron su desafiante altura, las aberturas originales en madera, los mosaicos (que se revelaban en el piso de algunos espacios) y los vitreaux de la ex capilla, transformada durante la muestra en un sector de usos múltiples. Allí se creo un lugar todoterreno para el ocio y el trabajo, el encuentro y la perfecta soledad.
Y, justamente, los ambientes flexibles, diseñados para resolver distintas necesidades cotidianas y vivir múltiples experiencias fueron protagonistas en esta nueva edición de la tradicional muestra de arquitectura interior, diseño y paisajismo.
¿Un ejemplo bien logrado en pocos metros? El dormitorio principal de una joven pareja, realizado por Estudio Modo Casa Team, donde se destacó una original chimenea hecha en acero como elemento central del espacio. Aquí, los diseñadores enfatizaron “el desarrollo de un sitio dinámico para la convivencia de varias actividades. Se armó un sector específico para dormir y otro como estar, relax y escritorio. Lo ideamos para una pareja dispuesta a romper con los esquemas convencionales y disfrutar de su tiempo libre. Sabemos que las nuevas generaciones prefieren espacios multifuncionales”, opina Florencia Miño, del Estudio Modo Casa, una de las autoras del lugar.
El proyecto de este dormitorio tuvo como eje protagónico un hogar, realizado con una chapa de acero pintada en blanco y plegada para lograr su forma cónica y funcional. Y sí, las curvas, que en esta propuesta aportaron fluidez, armonía y dinamismo al espacio, se ubicaron hoy como un ítem fuerte de la deco 2019.
Las formas redondeadas, con su impronta de los años 60, avanzaron y se llevaron todas las miradas en Casa FOA. Estuvieron presentes en los más diversos espacios: en mesas, respaldos de sillones y sillas, lámparas y detalles como espejos, piezas de cerámica y alfombras. Se aliaron sin prejuicios a diseños rectos y se adaptaron a distintos materiales: hierro, mármol, madera y acrílico, entre otros.
El metal y sus versiones
Versátil y eterno cómplice del diseño en las distintas décadas, el metal modelo 19 se lució con efecto oro, cobre, en color negro o peltre. Una tendencia que decretó piedra libre para todos los gustos.
“El acero fue nuevamente uno de los protagonistas destacados en Casa FOA. Revestimientos 3D, una pérgola para un espacio exterior, mesadas, maceteros y hasta un hogar dentro de una suite; todos esos elementos fueron ideados y materializados en acero por los más de dieciséis equipos de arquitectos y diseñadores que incorporaron nuestros productos a sus propuestas”, explican los responsables de la firma Ternium, sponsor de la muestra, que elabora y procesa un amplio rango de productos de este material 100% reciclable y de producción nacional.
En el espacio Cocina, ideado por los arquitectos Maia Lauferman, Leandro De Angelo, Natalia Alvarez Bonín y Lucas Tumburus, el acero resultó clave y fue utilizado en tres sectores bien determinados por el proyecto. “En la parte central, donde se ubicó la isla, cumplió la función de apoyo y estructura de la mesa, dejándolo todo a la vista. En uno de los laterales se colocó la mesada voladiza que quedó sujeta por un armazón realizado en acero en todo su interior y rematando el espacio, un mueble bodeguero de tres puertas corredizas”, detallan los autores del espacio.
Esta cocina también fue un interesante ejemplo de la fusión de materiales, otra tendencia clave que viene a enriquecer los espacios. Aquí, “los materiales elegidos fueron el vidrio texturado y el hierro en color crudo, por su fuerza y prestancia estructural. También optamos por el Dekton Sirius (superficie ultracompacta realizada con múltiples materias primas) por su tono negro oscuro y la madera de peteribí natural para resolver los muebles. En el piso elegimos un terrazo, para el que seleccionamos los colores de las piedras. El cierre de la propuesta fue la presencia contundente de la lámpara colgante en cobre (de La Feliz) sobre la mesada de vidrio”, agregan sus creadores con lujo de detalles.
Azul profundo
Sinónimo de espíritu sofisticado y misterio, el color azul en su tonalidad “noche” se ganó un lugar de privilegio en esta edición. Varios diseñadores lo eligieron como tono central de sus proyectos y lograron resaltar su perfil más contemporáneo y creativo. Por ejemplo, en el Espacio de uso flexible by Rosen, (de Sergio y Magalí Muchnik, Adriana Grin y Gabriela Ponce), los sillones tapizados en terciopelo azul convivieron en total armonía con otros grises, acompañados por mesas circulares en color oro y almohadones amarillo vibrante. Todo en sintonía cromática con los ‘vitreaux’ y los pisos de la antigua capilla.
También optaron por este color los arquitectos Guadalupe Diez y Francisco Marconi, junto con la diseñadora Inés Muzzio, autores del Estar Joven. Ellos jugaron con un sillón tapizado en terciopelo azul y cortinas de lienzo a tono, junto a alfombras diseñadas por la artista Analía Segal. Además, en este espacio con una atmósfera súper acogedora se vieron varios ítems de moda: los espejos circulares, las mesas realizadas en acero inoxidable y madera, y los leñeros en chapa negra. El mix de materiales y texturas también dijo presente.
Otra versión del uso del color ‘trendy’ se mostró en el comedor del arquitecto y escenógrafo Alberto Negrin, donde la cocina integrada al espacio, se resolvió con madera “de alta densidad, laca azul noche con molduras rectas y metal galvanizado de herrajes a la vista”, describe su autor. Aquí, la gran protagonista del lugar fue una imponente mesa de madera de lapacho, añejada por el paso del tiempo, ideal para encuentros hasta largas horas de la noche.
Coworking, el nuevo hábitat
El Estudio PQR Arquitectura (de María Ponce Quintero, Marcela Rodríguez y Lorena Spínola) aceptó el desafío de componer un innovador espacio de ‘coworking’ en Casa FOA. Para cumplir con el objetivo planeado, consiguió la colaboración de Grupo A2, una unión de empresas social y ecológicamente responsables, que fabrican y comercializan productos para espacios funcionales.
“Nuestra meta es aportar bienestar a las personas en sus lugares de trabajo, creando entornos laborales acordes a los nuevos tiempos -apuntan las arquitectas de PQR-. El ’coworking’ promueve la inteligencia colectiva: propone compartir el espacio, aun cuando no se compartan las disciplinas, haciendo incluso de esa diferencia, la posibilidad de generar un encuentro laboral enriquecedor. Para desarrollar estos ámbitos es importante contar con productos inteligentes e idear una estrategia que respete el medio ambiente desde el inicio del proceso”, agregan.
En este lugar, la alta tecnología aplicada se combinó con un diseño moderno y estético, tanto en cielorrasos como en revestimientos. Por ejemplo, el box se presentó aislado del resto del espacio por paneles verticales móviles aislantes 360 de Actiú de Grupo A2. Los mismos se pueden mover y cambiar de posición, según se necesite mayor o menor privacidad. También se aplicaron unas placas de KNAUF, que reducen la reverberación y crean un ambiente ideal para brindar conferencias, ver una película o, simplemente, mantener una charla. Las perforaciones de las placas absorben el sonido, actúan como catalizador natural y eliminan olores y sustancias tóxicas del aire de forma sustentable.
“Nuestra consigna fue proyectar un ámbito joven, estimulante, dinámico y lleno de color, que permita desarrollar las múltiples actividades que necesitan realizar sus usuarios. A veces hay necesidad de estudio y concentración individual, otras de trabajo en grupo y también existen momentos de creación y esparcimiento”, aseguran sus autoras, quienes también sumaron al espacio unas sillas X5 de Grupo A2, con percha para colgar y un sensor que va testeando la postura de la persona, indicándole que cambie de posición, si permanece mucho tiempo sin moverse. Un sistema inteligente para una oficina que se aleja del modelo convencional y apuesta por nuevos usos y modos de concebir el espacio y el trabajo.
Inspiración 2019, las tendencias que vienen ya dejaron sus pistas. El desafío que imagina y propone el diseño interior lleva el vértigo fascinante del futuro.