El mercado laboral está en constante reconversión. Poco a poco va quedando atrás el viejo paradigma de trabajar toda la vida de 9:00 a 18:00 y para la misma empresa. El siglo XXI llegó con más oportunidades y nuevos esquemas. En esta nota, cómo funcionan los espacios de trabajo comunitarios y porqué hacer comunidad es la clave.
Txt: Jazmín Bronstein Ph: Gentileza espacios de coworking
Los espacios de trabajo flexibles experimentaron en los últimos años un gran crecimiento, no solo en Argentina, sino también a nivel mundial. En Londres, por ejemplo, el ‘coworking’ llegó muy lejos: el espacio WeWork ya es el mayor arrendatario de oficinas en la ciudad, por delante de la administración pública. Es decir que, en solo ocho años, pasó de ser una tímida startup a ganar 20 mil millones de dólares por ofrecer alquileres de espacios de oficina compartidos a corto plazo.
La pregunta del millón es: ¿por qué se eligen tanto estos lugares para trabajar? Se trata de oficinas comunitarias -conocidas como ‘coffice’ o espacios de ‘coworking’- en las que no se necesitan garantías ni contratos. Tienen ambientes más descontracturados, donde se cruzan profesionales de distintas ramas que alquilan el mismo espacio. Así es como se van formando comunidades de trabajo y se dan intercambios interesantes entre los distintos equipos que se cruzan.
Estas grandes oficinas comunitarias ofrecen desde internet, impresoras y cafetería, hasta consolas de videojuego, clases de yoga o mesas de ping-pong para distraerse entre reunión y reunión. “Un espacio de coworking te resuelve los aspectos funcionales de lo que implica tener una oficina. El hecho de no tener que invertir en su armado y no tener gastos de ingreso, te permite enfocarte al 100% en el crecimiento de tu negocio. Pero más allá de eso, estar en un ambiente laboral colaborativo maximiza la eficiencia de cada coworker”, cuenta Marina Corbata, co-fundadora del ‘cowork’ La Maquinita Co.
Por su parte, Martín Frankel, fundador y socio gerente de AreaTres, cuenta que les interesa armar espacios dinámicos, que se amolden a las necesidades de cada ‘coworker’. “AreaTres funciona con el objetivo de conectar comunidades emprendedoras. Es el coworking HUB del ecosistema emprendedor e innovador de Buenos Aires”, agrega.
Más flexibilidad y ‘networking’
La Maquinita Co. es uno de los espacios más elegidos hoy por las nuevas generaciones en Argentina. La idea nació en un viaje por Estados Unidos, cuando uno de sus fundadores visitó un lugaren el que los jóvenes se reunían y ocupaban espacios para trabajar, mientras compartían historias y generaban ‘networking’. Así hacían que sus proyectos de negocio crecieran y en muchas oportunidades también se asociaban en nuevas iniciativas.
“El coworking revolucionó el modo de trabajar. Por muchas décadas el objetivo fue graduarse para ingresar a una compañía y hacer carrera. La tecnología habilitó el empleo remoto, los horarios y las rutinas se flexibilizaron. Se ganó independencia y autonomía a la hora de trabajar. Lo que hoy se busca es lograr un equilibrio en el diseño de los espacios laborales. Ambientes versátiles en los que se den diferentes dinámicas de trabajo. Y darle a los ‘coworkers’ la posibilidad de intercalar entre estos diferentes escenarios laborales”,explica Marina.
Nacida en 2013 con un espacio para 80 personas, La Maquinita Co. hoy ya tiene 10.000m2 distribuidos en nueve sedes en Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Córdoba y Rosario. En mayo inauguraron también el primer Innovation Lab de Argentina, salón de eventos y capacitaciones pensado para la comunidad emprendedora.
WeWork es otro de los espacios preferidos para trabajar en equipo. Macarena Guantay, de 27 años, es contadora y trabaja en la empresa Teads en la sede que tiene este ‘cowork’ en Vicente López: “Nuestra empresa se mudó de una oficina alquilada a un espacio más comunitario de trabajo. La idea fue mudarnos porque estos espacios nos daban la posibilidad de crecer sin necesidad de buscar oficinas que después nos quedaran chicas”.
Según Macarena, si bien la decisión fue de los jefes, a ella le facilitó el trabajo diario y se acostumbró a esta nueva modalidad: “Desde mi experiencia todos son muy amables. A pesar de compartir los espacios de trabajo, todos están concentrados en sus tareas y siempre hay espacios para trabajar solo si uno se quiere aislar. También hay espacios y actividades de integración si uno busca conocer gente”.
Otra propuesta interesante es la de Manawa, una hermosa casa en el corazón de Palermo Soho pensada específicamente para ‘freelancers’. “Este espacio apunta al trabajo creativo. Me gusta hablar de ‘second home’: que la gente que venga se sienta en el living de su casa. Acá no hay empresas, son todos ‘freelancers’, nómades digitales”,explica Martín Nardone de 42 años, músico, DJ y dueño del espacio.
Formando comunidades
“El concepto de ‘comunidad’ es la base del ‘cowork’: enriquecerse de los demás”,cuenta Javier Leandro Chiterer, de GoWork, otro espacio de trabajo compartido de Buenos Aires. En la misma línea se expresa Pablo Cardozo, a cargo del sector Comunidad y Alianzas en AreaTres: “Lo que se genera en este espacio compartido es sinergia. Es poder potenciar oportunidades y aprender en el día a día de las experiencias, los retos y los desafíos que tiene cada uno de los equipos”.
Para Pepe, de la empresa Infoxel -instalada en La Maquinita Co-, la comunidad se forma a partir de los distintos ‘know how’ (conocimientos) de los coworkers y de cómo se van conectando entre sí para darse soporte.
Macarena cuenta que para ella en WeWork la comunidad son las relaciones de confianza que se dan en el ámbito compartido: “Tenemos acceso a una red social del coworking donde no solo compartimos promociones respecto de nuestras empresas, sino también iniciativas solidarias o pedidos, que te integran definitivamente con las necesidades, pensamiento, o actividades de los demás”.
Tanto los coworkers como los fundadores de los diferentes espacios comparten que la idea de “crear comunidad”es la clave del trabajo colaborativo. Lo interesante surge del intercambio que se da entre los distintos equipos que se van cruzando a diario.
“Compartimos una filosofía de trabajo y una visión del mundo. Ser parte de La Maquinita es mucho más que compartir un espacio físico de trabajo. Los engranajes que forman parte de nuestra maquinita forman una comunidad de colaboradores en constante sinergia. Trabajar cerca de otras personas resulta altamente beneficioso para todos que deciden dejar la soledad de sus casas”, agrega Marina.
Hora de hacer sinergia
Muchas de las iniciativas que surgen de estos espacios hablan por sí solas. Tal es el caso del creador de Manawa, el DJ Le Freak Selector, que gracias al trabajo colaborativo lanzó su disco: “Si lanzo un disco sale gracias al trabajo conjunto. La tapa la hace un diseñador, la producción la hace otro ‘freelancer’… Así funciona la sinergia que se arma en Manawa”. Hoy ya tiene más de 6000 “me gusta” en Facebook y sus discos subidos a Spotify.
También está el ejemplo de Eryx, una cooperativa de trabajo en la que todos sus trabajadores son dueños. Con base en La Maquinita de Palermo Soho, esta empresa de soluciones tecnológicas lleva la horizontalidad como bandera y todos sus miembros toman las decisiones. Con esta filosofía, ya se aliaron con más de 5 proyectos que también funcionan en el mismo coworking.
Lo mismo con Somos.Fans, un HUB que trabaja en La Maquinita Villa Crespo, que se dedica a conectar marcas con influencers y ya tiene entre sus clientes a grandes marcas como Milka, Coca-Cola, Mastercard y Disney.
Se actúa en red y siempre buscando la sinergia. Si alguien necesita algún servicio, generalmente desde el espacio colaborativo se le recomienda con quién contactarse y así se va formando la cadena. En WeWork, por ejemplo, un cliente productor de vinos posteó su actividad y se vinculó rápidamente con un importador de Londres. Hoy exporta sus vinos a ese mercado y el valor agregado se lo dio la comunidad.
Si bien los proyectos son diferentes, a todos los conecta lo mismo: la pasión por lo que hacen y el trabajo en equipo. Hacer en comunidad, colaborativamente. Hoy ya no es opción perder el tiempo con esquemas de trabajo obsoletos: ¿Te sumarías a esta comunidad emprendedora?