En pleno escenario campestre, esta casa conjuga tradición y vanguardia, evidenciando las últimas tendencias sustentables en una arquitectura que también rinde culto al paisaje y a las antiguas costumbres.
Txt: Luisa Solazzi Ph: V2com
Un paisaje verde, interceptado en el horizonte por un cielo que deja entrever sus primeros rayos de luz. Del otro lado, árboles que despliegan un abanico de verdes y un suave aroma a madera. Este es el escenario de la casa de campo de Stouffville, una zona rural en las afueras de Toronto (Canadá). La vivienda fue terminada luego de dos años de diseño y construcción. Tiene dos plantas y unos 400 m2.
Juego de materiales
Creada por el reconocido estudio de arquitectura Trevor Mc Ivor, esta casa destaca por la fusión entre innovación y tradición. A primera vista, pareciera que se encuentra flotando en el aire; el efecto visual se debe a las finas columnas que sostienen parte de la estructura para aportarle ligereza.
La construcción de esta residencia se inspiró en las paredes de piedra que antiguamente se utilizaban para separar los campos de los agricultores. “Con un paisaje tan imponente como este se necesita algo que esté en la misma escala. Entonces pensamos que un gran muro de piedra rendiría homenaje a las costumbres de campo”, explicó el arquitecto Trevor Mc Ivor.
A partir de dicho muro en la fachada, se anclan ventanales de vidrio translúcido que recorren los laterales de la vivienda. Además de permitir a sus habitantes aprovechar la vista del paisaje campestre, estas grandes ventanas tienen la intención de aumentar al máximo la cantidad de luz natural que ingresa al hogar. Por encima de ellas, se alza un techo plano y rectangular, que simula estar suspendido, lo que le da a la vivienda un poco más de dinamismo.
Interiores conectados
En el interior de Stouffville Residence, el techo de madera de cedro queda equilibrado con el piso de pulido concreto. Los espacios de uso público constituyen el corazón de la casa. El living, el comedor y la cocina están integrados en un solo espacio abierto de doble altura.
Los marcos de las ventanas en madera rojiza de caoba se amalgaman con una decoración en la que predominan los tonos ocres y rojizos. Se trata de una sala de estar funcional y minimalista, con un tapiz como protagonista, que brinda calidez al ambiente. Los sillones y butacas de diferentes estilos se inclinan por los colores clásicos -blanco y negro-, creando un contraste que da vida al espacio. Las paredes blancas, decoradas con algunos pocos cuadros y objetos, proyectan aún más la luz que entra desde el exterior como una bocanada de aire fresco.
La cocina cuenta con alacenas blanco mate y una larga mesada de Caesarstone. Se trata de un espacio 100% funcional, con formas geométricas y detalles modernos. Desde el gran ventanal, por su parte, se puede acceder a la terraza de madera que actúa como prolongación de la sala de estar hacia el paisaje verde.
Los pisos de la casa están conectados a través de una escalera flotante de acero y concreto pulido, con laterales de vidrio. La planta alta de la vivienda incluye un dormitorio principal con un baño en suite, que cuenta con una bañera de pie de estilo antiguo. Además, la planta baja la casa suma dos dormitorios de huéspedes, otro baño, un gimnasio y un sauna.
En sintonía con los principios de una arquitectura sustentable, la vivienda utiliza calefacción por geotermia, una energía renovable que tiene su origen en la diferencia de temperaturas que existe debajo de la superficie de la tierra. Engloba el calor almacenado en suelos, rocas o aguas subterráneas, que puede aprovecharse para la climatización de los ambientes. A través de los bucles geotérmicos, se extrae el calor del suelo y se lo usa para calentar el agua que corre por los pisos. En verano, se invierten los bucles y se extrae el calor de la casa. De esta manera se logra una temperatura cómoda durante todo el año.
Los creadores
Trevor Mc Ivor Architect es un estudio de diseñadores y arquitectos con oficinas en el centro de Toronto. Se dedican a la construcción de viviendas urbanas y rurales modernas de alta calidad. Sus proyectos están impulsados por una filosofía de diseño simple: la gran arquitectura es, para ellos, el resultado de la estrecha colaboración con quienes habitarán los espacios y una cuidadosa consideración del entorno. Su premisa es que el resultado final debe estar en armonía con el paisaje.
El estudio tiene una amplia experiencia en energías alternativas y sistemas sustentables. Consideran que el diseño ambiental comienza con un buen diseño pasivo; es decir, el empleo de procedimientos naturales -como la utilización de la luz del sol, la tierra, las características propias de los materiales de construcción y los vientos- para lograr el acondicionamiento del espacio.
Bajo estos mismos preceptos se creó Stouffville Residence, una construcción centrada en la vista del paisaje rural que rodea el entorno y en todo lo que la naturaleza tiene para ofrecer. Su diseño disruptivo en un ambiente campestre, se equilibra con la elección de materiales nobles y más tradicionales. Esa mezcla entre campo y ciudad trasciende los límites de lo esperado y logra, como resultado, un hogar con mucha personalidad.