Está anclada en Dubai, pero podría estar situada en cualquier barrio de la provincia de Buenos Aires. Bajo la firma de VSHD Design, este hogar en forma de L apostó a la luz natural, al minimalismo y también al despliegue propio de una galería artística.
Txt:Paula Mom Ph:Gentileza v2com
En un barrio bien residencial y de casas bajas en Dubai, una familia proyectó esta vivienda desde cero. El sueño de los propietarios fue crear un hogar con mucha luz, pero también que preserve su intimidad, y al mismo tiempo, que brinde la sensación de estar en una gran galería o en un museo. El arte y los grandes espacios debían ser protagonistas.
Bajo esta premisa, el estudio VSHD diseñó una construcción de 1600 metros cuadrados en forma de L, donde la familia puede disfrutar a pleno la pileta y el exuberante jardín sin resignar privacidad. ¿Cómo? Utilizando un alero de madera en el corredor interno de la calle, que completa la geometría de la “L”. Por su parte, la experiencia de la entrada al hogar comienza en el muro delimitador, aprovechando al máximo el tamaño del terreno.
Los aires de grandeza, característicos de los museos, se lograron mediante el dominio de las grandes proporciones, el uso de materiales nobles y naturales, y el uso eficiente de la iluminación. Sin dudas, se trata de un proyecto a gran escala, en el que cada ambiente incorpora puertas o ventanas que alcanzan el nivel del techo, otorgando una presencia poderosa y una generosa entrada de luz natural.
Toda la “L” en su parte interna se exhibe transparente gracias a las puertas corredizas de vidrio, que buscan una conexión visual entre el interior y el exterior del hogar, con el objetivo de que el verde se encuentre mucho más presente. Sin embargo, una segunda línea corrediza acoge mamparas de maderas finas, que permiten la entrada de luz y, al mismo tiempo, brindan privacidad puertas adentro.
Arte, arte, arte
En el interior de la construcción vale destacar el escritorio, donde la carpintería de madera se repite en el piso y en las paredes. Como contraste, un cuadro abstracto de grandes dimensiones y en tonos azules gana protagonismo en la pared lateral, y dichos colores vuelven a decir presente en la fotografía de la pared contigua. El escritorio propiamente dicho plantea un juego de curvas y desbalance, donde la pata es una sola y el mueble en sí podría ser una obra de arte situada en el centro de una galería.
La apuesta lúdica de las curvas se repite en varios ambientes de la casa, entre ellos el comedor, donde el sostén de la mesa también simula una especie de gota de lluvia de gran tamaño y las sillas siguen la misma línea geométrica en color negro. A modo de contraste, el piso, las paredes y el gran cuadro central de este espacio se tiñeron de blanco para subir la apuesta minimalista del diseño. Y una vez más, las carpinterías de piso a techo en doble altura suman amplitud, elegancia y opulencia a la vivienda.
En el living diario, vuelve a aparecer la pared revestida en madera, pero lo que vale resaltar de aquí es la disposición de la televisión, que como un cuadro de gran importancia se viene hacia delante casi en forma de pirámide. Por su parte, la mesa de mármol blanca hace juego con la alfombra gris, y el despojo se evidencia, una vez más, como característica indiscutida de esta construcción.
Como en una composición bien cuidada, el mármol blanco se repite en el piso del baño principal, donde una bañera ovalada, minimalista y solitaria, mira hacia el verde del exterior a través del ventanal. En el segundo baño de la planta alta, el arte sigue dando la nota. La pared simula una experiencia textil en color blanco y la iluminación se coloca detrás del espejo como elemento distintivo.
Espacios integrados
A la cocina tampoco la separan puertas. De amplia circulación, suma calidez a través de la madera, que esconde muebles de guardado cómodos y espaciosos. La isla central para preparar alimentos tiene una superficie vidriada negra, pero se sumó una parte en madera que oficia como desayunador o barra. Como en el resto del hogar, aquí también se aprecia la intención de remarcar la iluminación pintando de negro el cielorraso, donde se colocó una tira de LED embutida. Una decisión artística que bien condice con el resto del diseño.
Desde la cocina también se puede salir al jardín, y allí el rol principal se lo lleva la pileta alargada de borde infinito, con escalones bajos y bien iluminada. Detrás, la circunda una vegetación abundante que desde el agua da la sensación de estar sumergido en la selva. Livings cómodos y en tonos blancos y grises ayudan a la distención que propicia este espacio. Un sector pensado para compartir y relajarse.
Lujo sutil. Una apuesta de vanguardia donde reina la originalidad y también la elegancia. Un oasis de luz para los sentidos. Todo eso logró el estudio VSHD a través de un diseño equilibrado y artístico. Inspiración pura.