La joven diseñadora demuestra que, con talento y pasión, todo se puede. A continuación, comparte con BA MAG cómo gestó su marca homónima y cuáles son los secretos de su estilo
Txt: Rosario Oyhanarte
Ph: Belu Caputo
¿Cuántas veces habrá escuchado Anushka Elliot la frase “esa rubia debilidad” aplicada a su persona? Seguramente, varias. Es que, detrás de todo cliché se encierra una gran verdad, y es muy cierto que Anushka es, simplemente, irresistible. Y no sólo por ser monísima y vestirse de un modo impecable; lo cierto es que “Nuni”, como la llaman sus amigos, también es simpática, alegre y talentosa.
Luego de haber estudiado en la Universidad de Palermo y Central Saint Martins, Anushka dio sus primeros pasos profesionales en el mundo de la moda en el departamento de imagen y comunicación de Jazmín Chebar. También trabajó como estilista en una producción para Vogue como asistente de Tonne Goodman y Mario Testino, entre otros hitos de su carrera.
Con sólo 26 años de edad, la joven lleva el buen gusto en la sangre: no en vano sus padres son los dueños de Sentido, la exclusiva tienda de decoración de José Ignacio ubicada al lado de La Huella y que es un punto de visita obligado en la zona. Así, estaba claro que no iba a pasar mucho tiempo hasta que Nuni se diera cuenta de que tenía todas las herramientas a su alcance para hacer lo que más le apasiona: diseñar sus propios modelos. Además, el germen del emprendimiento empezaba a bullir. Entonces, decidió lanzar su marca homónima, la que presentó en Sentido. El éxito, tal como anunciarían en la publicidad de un nuevo film, fue “arrollador”, pero en este caso el adjetivo no resulta descabellado. Pronto, la firma Anushka Elliot José Ignacio dio que hablar. Sus prendas, únicas en su especie, se convirtieron en el ‘must’ de todas las argentinas y extranjeras que visitaban la tienda. Túnicas, vestidos, tapados, carteras, todo con sutiles toques vintage y orientales.
Consciente del éxito de la línea, Nuni decidió dar un paso más y abrir su propio showroom en Palermo, al que se puede asistir con cita previa y en el que despliega sus creaciones más recientes…. antes de que las adeptas a su firma se las quiten de las manos.
El universo Anushka Elliot puede definirse con una sola palabra: la indefinición. Imposible encasillar las bellezas gestadas por Nuni, que no sigue un estilo determinado, sino que echa mano de todo lo que la inspira. Como bien han señalado especialistas en moda respecto a sus piezas, no es menor el hecho de que sean únicas, en tiempos en los que rige la globalización. La misma falda que uno aprecia en México puede hallarse en Londres, Miami, Dubái… Entonces, en un mundo que parece estar quedándose sin ideas, celebramos el aporte de Anushka que, con sus estampados, apliques y bordados hace perder a más de una la cabeza. Y sí. Después de todo, estamos ante el imán de una rubia debilidad.
¿Cómo y cuándo decidiste lanzar tu propia marca?
Lo más genial de todo esto es que no fue tanto una decisión, podría decirse que estaba escrito en algún lado y tenía que pasar. Yo trabajé en revistas de moda y en una marca grande. En un momento sentí que tenía que hacer algo mío y diseñé una mini colección para Sentido, el local de decoración que tienen mis padres en José Ignacio, Uruguay. La demanda fue tal que tuve que empezar a dedicarle más y más tiempo, hasta que terminé armando una marca propia, Anushka Elliot José Ignacio, y teniendo mi propio local dentro de Sentido. No fue una decisión que tomé un día en concreto, sino que se fue dando paulatinamente.
¿Cómo definirías su estilo, su impronta?
Creo que la impronta de Anushka Elliot es el ‘one of a kind’, es decir, lo único y diferenciado. Cuando alguien viene a mi showroom en Buenos Aires o a la tienda en José Ignacio, está buscando destacarse, diferenciarse del resto. El estilo de la marca es descontracturado, pero súper elegante a la vez. Y casi todo lo que diseño es versátil, se puede usar de día o de noche según cómo y con qué lo combines.
¿En qué te inspirás a la hora de crear una nueva colección?
La inspiración viene de mil lados diferentes. Cada colección es distinta… Sin duda, una fuente importante son mis viajes. Me gusta viajar para conocer el mundo y sus culturas pero, además, lo veo como parte de mi trabajo, porque viajo para estar actualizada. La música, los libros que leo, las entrevistas a mis referentes, mil, mil cosas me inspiran… Todo puede ser un disparador para crear algo nuevo.
¿Cuál es el mayor desafío del día a día laboral?
¡El orden! (Risas). Tenemos muchas telas, galones y muestras que van y vienen. Y los tiempos de producción también son complicados, suele haber muchos atrasos no previstos y complicaciones que van estirando los tiempos.
¿Qué aconsejarías a otros diseñadores que quieren empezar en el rubro?
Uy, qué difícil, hay mil cosas que les diría y, a la vez, también considero que hacer el propio camino trae muchos beneficios… Creo que es una cuestión más bien de práctica. Les diría que empiecen haciendo de todo en alguna marca. Con “de todo” me refiero a desde ir a Once cinco veces por semana a comprar alfileres, hasta diseñar una prenda. Todo lo que está involucrado en ese proceso enseña y suma.
¿Cuál es, para vos, el peor error de la moda?
Querer parecerse a otro y no animarse a crear un universo propio en el que se exprese lo único que tiene cada uno.
¿Algún referente en tu vida?
Giovanna Battaglia de Englebert, gran estilista y editora de moda.
¿Cuáles son los principales desafíos para un diseñador en Argentina?
Un gran desafío hoy en Argentina creo que es la escasez y poca variedad que hay en cuanto a materia prima. También los precios son altos, lo que se refleja en el costo de los productos. Y creo que otro desafío es el reinado del “fast & low cost fashion”. Es difícil competir con las grandes cadenas que renuevan colección cada semana y a precios bajísimos. Me gustaría poder generar conciencia, además, de la contaminación de prendas que hay en el mundo. Nos estamos acostumbrando a comprar mucho y muy barato, descartando ropa constantemente.
¿Cómo visualizás a tu marca en el futuro?
Quiero crecer pero mantener la esencia de “one of a kind” de Anushka Elliot. Me encantaría poder estar en diferentes partes del mundo, pero siempre mantener la idea de productos únicos, exclusivos, con muchos detalles y amor en cada uno.
¿Cómo es el guardarropas perfecto?
Aquel que, con los años, está menos atiborrado de prendas. Estoy aprendiendo a elegir mejor lo que guardo, me importa más la calidad que la cantidad. Elijo prendas versátiles, que me sirvan tanto de día como de noche, materiales nobles, molderías geniales. ¡Ojo! Igual siempre me gusta tener cosas únicas y muy arriba, que sirven sólo para ocasiones especiales.
¿Cuál es tu década preferida, en cuanto a la moda?
Cada una de las décadas me ha servido de inspiración en algún momento. Creo que lo más interesante es poder tomar elementos de cada una para poder armar algo original. Hoy estoy estudiando mucho los años ‘20, que es la década más ostentosa y tiene lindos cortes, y esa idea de lo lánguido que me fascina.
¿Hay alguna novedad de tu marca que quieras compartir?
¡Sí! Además de nuestro local en José Ignacio, ahora tenemos nuestro propio showroom en Buenos Aires. Está ubicado en uno de los edificios más lindos de la ciudad, muy cerca del zoológico. Para visitar el showroom nos pueden escribir a info@anushkaelliot.com.