Es la voz femenina del reconocido dúo musical Tonolec, que mezcla los cantos de las etnias qom y guaraní con la electrónica. Aquí, una conversación con Charo Bogarín sobre su visión del mundo, las comunidades originarias y el rol de la mujer hoy.
Txt: Bernardita Ponce Mora
Ph: Gentileza Tonolec
A los 29 años, Charo Bogarín se dio cuenta que quería dedicarse a la música. Se había formado como bailarina clásica y luego como periodista, pero encontró en el canto y en la composición la mejor forma de expresarse. Hoy, a los 43, es una de las principales referentes de la música en la Argentina y en otros países.
Charo nació en Clorinda, Formosa, aunque desde la escuela primaria vivió en Resistencia, Chaco. Es mestiza y descendiente de un cacique guaraní. Su padre, Francisco Javier “Pancho” Bogarín, fue desaparecido y asesinado durante la última dictadura militar argentina. Ella considera que transformó ese dolor a través del arte.
En el año 2000 conoció a Diego Pérez, músico y productor chaqueño. Juntos decidieron comenzar el camino que llevó a Tonolec, un dúo que fusiona la música electrónica con el canto de las etnias qom y guaraní. “Tonolec” es una palabra toba que designa a un ave de “canto hipnótico” del monte chaqueño.
Grabaron seis discos: Tonolec (2005), Plegaria del árbol negro (2008), DVD acústico de Tonolec (2010), Los pasos labrados (2011), álbum doble Cantos de la Tierra sin Mal (2014) y libro cancionero con CD: La Celebración (2015), por los diez años del dúo. Charo también tiene su proyecto propio. Hizo presentaciones tituladas “Escuchas Íntimas de La Charo” en la Argentina y México. El disco está pronto a salir.
¿De qué manera influye en tu vida el ser descendiente de comunidades originarias?
He descubierto un lugar de mucha responsabilidad y, a la vez, de fortaleza al reconocerme como portadora de esta sangre nativa. El legado de mis ancestros guaraníes fluye de manera mágica cuando estoy en el escenario, donde mi canto es un canal de comunicación con la gente y disuelve la línea de tiempo entre el presente y el pasado. Soy portadora de la voz de mis ancestros, soy una guerrera del canto.
¿Qué generó en vos el haber perdido a tu padre cuando eras chica?
Toda pérdida te marca a fuego de pequeño… Fue aún más fuerte en mi caso, que queda la figura desaparecida de un héroe y hasta un mártir como figura paterna.Mi padre dio su vida por un ideal de sociedad, por algo más grande que él, que su familia, que sus seres amados. Fue secuestrado en 1976 en nuestra casa de Clorinda, Formosa, a sus 29 años, por creer en la democracia, por hablar a favor de una sociedad justa, federal, inclusiva. Por no callarse la boca. Un valiente.
¿Por qué creés que Tonolec tiene tanta aceptación en el país y en el exterior?
Trabajamos con valores sociales muy fuertes, con una estética atractiva a la mirada del otro. Integramos el mundo contemporáneo y ancestral de manera armónica y delicada con mucha investigación y respeto. Proponer la fusión de música nativa con sonidos electrónicos nos salió casi de manera intuitiva, hace 15 años, sin pensar en la trascendencia que podría tener nuestra obra. Creímos en el contenido y las enseñanzas de los pueblos originarios. Creímos en unir a través de la música a dos culturas escindidas por enseñanzas europeizantes, según las cuales el indio era sinónimo de barbarie. La sociedad dio un vuelco y ahí estábamos nosotros con este mensaje, siendo reflejo del cambio que estaba ocurriendo en el mundo entero. Realzando y dando visibilidad a nuestras comunidades originarias por lo que tienen, no por lo que les falta.
¿Cómo surgió la inclusión de voces étnicas en las canciones?
La inclusión de coros en lengua qom y de niños y niñas guaraníes es una consecuencia directa del concepto musical que abordamos. Vamos donde la gente de las comunidades vive, hacemos un relevamiento ‘in situ’, tratando de aprehender las voces y las enseñanzas de nuestros pueblos ancestrales.
¿Qué visión del mundo tiene Tonolec detrás de su proyecto musical?
Creemos en un mundo justo donde reine la paz y la armonía entre los seres humanos y en el medio que nos rodea. Creemos en el consejo guía de los ancianos. Creemos en los silencios, así como en las palabras. La sabiduría de nuestros pueblos originarios ya está emergiendo. Buscar una mejor calidad de vida a través de sus valores es inminente en sociedades enfermas como las que habitamos, donde nos quieren hacer creer que tener cosas materiales es símbolo de felicidad y que el progreso, arrasando nuestra naturaleza, es símbolo de desarrollo.
¿Qué mensaje buscan transmitir las letras?
Hay letras que apuntan a la memoria. Sale de relieve nuestra historia como argentinos desde un lugar de reflexión y no de rencor, para no repetir viejos errores. El mensaje es transformar el dolor en aprendizaje y la oscuridad, en luz. Hay letras que apuntan a reconocer que somos uno con nuestro entorno. El mensaje allí es “cuidemos lo que queremos”, nuestra morada. Pronto nos quedaremos sin ella.
¿Creés que para una mujer es más difícil trabajar en el ámbito artístico? ¿Por qué?
Venimos de sociedades construidas en torno a figuras masculinas, con ejemplos brillantes y otros tantos nefastos… Culturalmente nos han hecho creer que (las mujeres) sólo estábamos para la cocina o para cuidar y criar a nuestros hijos. Una vez confrontado y superado ese paradigma, vamos transformando poco a poco nuestras sociedades y copando lugares indistintos con el varón, demostrando habilidades iguales o superiores. La tarea es tender a posiciones más igualitarias en cualquier ámbito, sin importar el género. Creo ser exponente de esta época, de esta lucha por los mismos derechos, en que lo femenino emerge. Los tiempos están cambiando a nuestro favor.
¿Qué deseos tenés para tu carrera musical?
Que sea un camino de felicidad y de armonía con mi entorno. Que sea un camino de servicio. Desearía trascender en el tiempo… Dejar una huella, mínima, valedera, una enseñanza para las generaciones que vendrán. Plantar una semilla de identidad cultural a través del canto arraigado en nuestro continente, en nuestra gente.
¿Qué mensaje querés transmitir a las mujeres que sueñan con dedicarse a hacer música?
Sean fieles a sus pensamientos y coherentes en su accionar. Nunca es tarde para empezar. Trabajen incansablemente buscando lo perdurable. Sean felices siempre y nunca pierdan de vista el valor de las pequeñas cosas, de los pequeños momentos, el valor de sus seres queridos. Nunca pierdan su norte. Y sepan que nada en esta vida se logra de a uno.