La nación del arcoíris

A los pies del océano Atlántico y con la Montaña de la Mesa a sus espaladas, Ciudad del Cabo en Sudáfrica goza de una ubicación privilegiada. Los invitamos a descubrir el pulso de una ciudad multicultural y los infinitos atractivos naturales que esconde la Ruta Jardín.

Txt: Lucrecia Magnanini
Ph: South Africa Tourism

 

Sudáfrica no es un país sencillo de desentramar, pues allí conviven infinidad de culturas y razas étnicas. Mientras que bajo el régimen del Apartheid -el sistema de segregación racial que azotó al país durante casi ochenta años y hasta 1991- los idiomas oficiales eran el inglés y el afrikáans, hoy se registran once en el Parlamento. Entre ellos, el Zulu y el Xhosa, son los más hablados del país.

 

Además, coexisten en Ciudad del Cabo las religiones más grandes del mundo. El cristianismo es el credo más practicado. Resultado de las colonizaciones y misiones europeas, tres cuartos de la población pertenecen a distintas iglesias dentro del cristianismo, que cohabitan con la religión musulmana, islamita e hindú. También hay muchos africanos que conservan tradiciones y creencias relacionadas con sus ancestros. La diversidad étnica en Sudáfrica sigue siendo hasta hoy, el gran desafío de la nación del arcoíris, apodo que acuñó Nelson Mandela -líder indefectible en la lucha contra el Apartheid-, fiel a su sueño de una nación “en paz con ella misma y con el mundo”.

 

En este contexto, el barrio de District Six juega un rol importante en la memoria colectiva de los habitantes de Ciudad del Cabo, al haber sido testigo de las atrocidades del Apartheid. En este distrito convivían trabajadores e inmigrantes procedentes de diversos orígenes y distintas religiones que desarrollaron una subcultura vibrante. El barrio fue declarado en 1966 “zona apta sólo para blancos”, y sus vecinos fueron desplazados a los suburbios de la ciudad. En un intento de generar conciencia sobre la injusticia social, preservar la memoria del barrio y la de sus antiguos habitantes, se creó el Museo de District Six.

Otro lugar al que vale la pena apuntarse y que es reflejo del abanico cultural de esta ciudad, es el barrio multicolor de Bo-Kaap, en la colina de Signal Hill. A lo largo de callecitas empedradas, el distrito celebra la identidad musulmana con pequeñas casitas en colores calidoscópicos, mezquitas, tiendas de especias y restaurantes. Sus residentes, conocidos como “Cape malays” o “Cuartel malayo” son descendientes de esclavos provenientes de la India, Sri Lanka, Malasia e Indonesia, que fueron obligados a exiliar del Sudeste asiático hacia Ciudad del Cabo por los colonizadores holandeses. Lo cierto es que sus actuales residentes prefieren ser llamados “Cape-muslims” y todos los años, el 2 de enero celebran por las calles de Ciudad del Cabo el “Coon Carnaval” o Kaapse Klopse. La celebración tiene más de 100 años de tradición y consiste en un desfile musical cargado de mucho ritmo y color.

La nación del arcoíris

El ambiente mediterráneo y la alegría de la diversidad cultural se respiran como en ningún lugar, en el puerto de Victoria and Alfred Waterfront. El muelle les da la bienvenida a los turistas a pura música, con shows de jazz callejero o cantantes a capela, casi siempre al ritmo de tambores y trajes tradicionales. La Table Mountain saluda desde atrás, y la oferta de tiendas, bares y restaurantes para disfrutar de las mejores vistas al puerto, son infinitas. Desde el Waterfront salen excursiones en barco a la Robben Island, donde estuvo preso Nelson Mandela durante casi dos décadas y desde donde comenzó el largo camino hacia la libertad. Declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, la isla funciona como un museo vivo. Las visitas guiadas son especialmente conmovedoras porque son realizadas por ex compañeros de prisión de Mandela y aportan una mirada esclarecedora de los sucesos en ese momento, y también sobre la lucha actual contra discriminación racial.

Subirse a la bicicleta y pedalear a lo largo de Ciudad del Cabo es la tendencia y una de las invitaciones más innovadoras de la ciudad. Una de las propuestas consiste en subirse a la bici desde el centro en dirección a Table Mountain. El circuito comprende 16 kilómetros de bici senda para ir entrando en calor a lo que regalará una de las vistas más impresionantes de la ciudad. Otra opción es tomar un taxi en la base de la montaña y una vez allí, realizar un trekking de aproximadamente dos horas y media, que será recompensado con la mejor postal de Ciudad del Cabo.

Vale la pena un día salirse unos 52 kilómetros por la ruta costera de Chapman´s Peak Drive, con las mejores impresiones de las playas del Atlántico hasta llegar al punto más suroeste de África: el Cabo de Buena Esperanza y un poco más al norte, Cape Point. La famosa confluencia de los océanos Atlántico e Índico puede verse en el extremo sur de África: Cap Agulhas.

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A las puertas del paraíso

Una vez en el camino, la propuesta es seguir por la autopista N2 y explorar los 800 kilómetros del trayecto entre Ciudad del Cabo y Port Elizabeth, conocido como la emblemática Ruta Jardín.

Los primeros colonizadores que llegaron a la región, la bautizaron con este nombre por su abundante vegetación y diversidad ecológica. Recorrerla es como viajar por los jardines del paraíso, y no es casual que el mismo J.R.R. Tolkien se haya inspirado en paisajes de la zona para escribir la trilogía del Señor de los Anillos.

La oferta de atractivos a lo largo de la ruta es de lo más variada y para todos los gustos. Hay reservas naturales donde se pueden descubrir todo tipo de animales en su propio hábitat, como en el Tsitsikamma National Park. El parque engloba todos los paisajes en un mismo lugar: la costa del océano Índico, arrecifes, ríos, bosques, montañas, selva tropical y abundante vegetación de Fynbos. El Wilderness National Park, ubicado entre las ciudades de George y Knysna –también de paso obligado-, combina ríos, lagos, estuarios y playas en el contexto de frondosos bosques e imponentes montañas. Estos parques conforman, junto con el Knysna National Lake Area -laguna de mar abierto-, el Parque Nacional de la Ruta Jardín.

Por su parte, las mejores playas y lagunas de Sudáfrica también se encuentran en esta ruta. Desde el Wilderness-National Park y hasta Plattenberg Bay, cercano a la Reserva Natural de Robberg, abundas bellísimas playas para disfrutar. Otras actividades incluyen montar un avestruz en el Safari Ostrich Show Farm, una granja de avestruces en Oudtshoorn, o descubrir la importancia histórica de Mossel Bay, la ciudad en la que desembarcó por primera vez un europeo sobre la costa sudafricana: el portugués Bartolomé Diaz.

También es un ‘must’ pasear por una de las ciudades más antigua de Sudáfrica: Swellendam y contemplar su arquitectura de estilo victoriano, georgiano y cabo-holandés. En Port Elizabeth culmina la ruta, con sus playas ideales para la práctica de surf y próxima al Addo National Park, para deleitarse con sus manadas de elefantes.

Para los más valientes, la experiencia Sudáfrica puede sellarse dando un salto de más de 200 metros en el Bungee Jumping, el más alto del mundo que se hace sobre el puente de Bloukrans River, para sentirse por un momento, el rey de la selva.

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Viajar por Ciudad del Cabo es descubrir una de las metrópolis más abiertas de África y experimentar el cambio de una sociedad en tan poco tiempo, que si bien aún le queda un largo recorrido -como a todas las sociedades jóvenes-, es un ejemplo para toda la humanidad.

 

Cómo llegar

Desde Buenos Aires la aerolínea Malaysian Airlines vuela dos veces a la semana a Ciudad del Cabo.

Cuándo ir

Las estaciones del año en Sudáfrica coinciden con las nuestras, y se recomienda especialmente recorrerla durante la temporada baja: entre febrero y abril. A diferencia de Ciudad del Cabo, donde el sol brilla 360 días al año, en la Ruta Jardín se pueden registrar días de lluvia en cualquier momento del año. De todas maneras, las temperaturas no descienden de los 16°C. Para poder ver más animales en los safaris, también se recomienda viajar durante la estación seca: de mayo a octubre.

Must visit

Table Mountain
Waterfront
Robben Island
Bo-Kaap
Museo District Six
Long Street: calle de bares, restaurantes, clubs y teatros
Playas de Camps Bay: Clifton Beach
City Hall Green Square market: mercado de artesanias
Jardín botánico de Kirstenbosch
Cabo de Buena Esperanza y Cape Point
 

Dónde dormir

Cape Cadogan Hotel
Este hotel boutique, antiguamente, fue la casa de una granja reconstruida de estilo victoriano. Ubicado muy cerca de todo, pero alejado de las hordas turísticas. Cuenta con 12 habitaciones bien decoradas, pileta, una linda biblioteca y suite presidencial.
www.capecadogan.co.za 
Cape Heritage Hotel
Se trata de un edificio histórico del siglo XVIII combinado con un estilo contemporáneo. Un espacio tranquilo para poder relajarse y disfrutar de la ciudad de la mejor manera. Ubicado en el barrio Heritage Square, el personal es amable y el servicio, de excelente calidad.
www.capeheritage.co.za