Recorremos las mejores cocinas de la capital inglesa y les proponemos una guía gastronómica imperdible para conocer la ciudad desde sus sabores y aromas.
Txt: Rosario Oyhanarte
Ph: Gentileza restaurantes
Qué lejos quedaron los días en que la ciudad del Big Ben envidiaba la buena reputación de sus vecinas europeas, cuando de gastronomía se trataba! La que siempre fue considerada la cuna de fenómenos culturales varios -pero nunca del buen comer- comenzó, hace poco más de una década, a revertir su mala fama. De la mano de chefs y ‘restaurateurs’ destacados, Londres atraviesa un boom gastronómico que hace que probar sus propuestas culinarias sea otra de las atracciones obligadas. A continuación, nos sumergimos en algunos de nuestros restós preferidos en la extensa capital.
Para el mejor pescado: Scott’s
Dicen que se trata del segundo restaurante más antiguo de Londres, luego de Rules. Dicen, también, que fue aquí donde Ian Fleming conoció su versión preferida del Dry Martini. Fue fundado en 1851 por John Scott y en 1968 el espacio se mudó a su ubicación actual, cuando ya era uno de los restós más populares de la ciudad. Hoy su nombre resuena a todo ‘foodie’ inglés que se precie de tal. Su diseño tiene reminiscencias glamorosas de Art Déco y sus paredes lucen cuadros renombrados de las galerías Timothy Taylor y Sadie Coles HQ. Además, Scott’s se pavonea de ofrecer los mejores platos de pescados y mariscos de Londres. Servidas en el Champagne Bar, las ostras son las ‘vedettes’ de la casa.
Para un banquete italiano: Ziani’s
Salir a comer en Londres ya no tiene por qué ser sinónimo de fish and chips. Hay días lluviosos y nublados en que es imposible resistirse a los manjares de Italia. Jornadas grises como estas abundan en Inglaterra y así, no faltará ocasión para ansiar un plato suculento de pastas. Cuando este sea el caso o, simplemente, cuando quieran deleitar a su paladar, dirijan el GPS a Chelsea, donde Ziani’s ofrece las mejores creaciones venecianas fuera del país. Además, el espacio se destaca por su ambiente relajado, donde todos se conocen con todos y Roberto, el manager, recuerda a cada cliente y amigo de la casa. Algunas de las espacialidades son la mozzarella in carozza con salsa de tomate picante, como entrada, y los spaghetti a la vongole con trufas, como plato principal. También memorable es la carta de vinos italianos y, si todavía queda espacio, imposible saltearse el postre. Recomendamos el tiramisú.
Para el Five o’clock tea: The Wolseley
En el corazón de Mayfair, justo al lado del Hotel Ritz descansa este restaurante que, aunque se puede visitar durante todo el día, es especialmente recomendado para el desayuno y para el ritual preferido de los ingleses: el té. Scons, sándwiches, tarteletas caseras y más se sirven en una bandeja de plata de tres pisos. El espacio en sí también merece una mención especial. El edificio original fue construido en 1921 para funcionar como sede de Wolseley Motors. Luego, sirvió como el Banco Barclays y, posteriormente, como restaurante chino, antes de ser renovado, en 2003, por Chris Corbin y Jeremy King para convertirse, finalmente, en el café de aires opulentos que es hoy.
Para sentirse cerca: Casa Cruz
En 2015 este exponente de la cocina argentina abrió su versión inglesa en pleno barrio de Notting Hill. De la mano del talentoso Juan Santa Cruz, desde su apertura, el restaurante –que en 1880 supo ser un pub victoriano– se perfila como punto obligado de encuentro, tanto para A-Listers como para amantes de la buena cocina. Lo que Santa Cruz y equipo han logrado en cuanto a la ambientación es formidable. Mucho cobre, escalera espejada, techos altos… Y el restaurante termina de enamorar con su terraza, ideal para noches de verano. La carta es simple, pero no por eso los platos dejan de ser un manjar. Es que, el secreto está en sus ingredientes, que son todos de calidad suprema. Dato para quienes se sientan nostálgicos de la Argentina: la carne es importada desde el país del sur.
Para comer sushi: Zuma
Con sede en los destinos más vibrantes del globo, Zuma es uno de los restaurantes preferidos para sibaritas natos. Su primera sucursal, sin embargo, abrió en el barrio londinense de Knightsbridge, desde donde se convirtió en sinónimo del mejor sushi. El concepto gastronómico del chef Rainer Becker alude a un tipo de cocina sofisticada pero, a la vez, inspirada en lo que se conoce como “Izakaya”: la cocina japonesa más informal. Entre otros méritos, Zuma cuenta con el primer sommelier de sake –del que ofrecen 40 variedades distintas– en toda Europa. En cuanto al diseño, el espacio está inspirado en los cuatro elementos (tierra, fuego, agua, aire) y se complementa con muy buena iluminación. Importante: sin reserva es imposible conseguir mesa.
Para encontrarse con celebrities: Chiltern Firehouse
Chiltern Firehouse es uno de esos lugares en donde todos los presentes están felices de estar. No sólo por sus platos, su ambientación y diseño, sino porque conseguir mesa puede ser una ardua empresa, de esas que dejarán a sus conquistadores orgullosos. Pero bien vale la pena el intento. Chiltern Firehouse abrió sus puertas en 2014 y se ubica en el hotel homónimo. Fue gestado por el gran André Balazs, también creador de Chateau Marmont (Hollywood) y The Mercer Hotel (Nueva York). Lo que otrora supo ser una estación de bomberos del barrio de Marylebone, hoy luce como una suerte de ‘brasserie’, con techos altos, espejos adornando las paredes y una cocina abierta, comandada por Nuno Mendes. Frecuentado por celebridades y ‘socialités’, no se sorprendan si divisan a Lindsay Lohan, Poppy Delevingne o Tom Cruise en la mesa de al lado.
“No se puede confiar en gente que cocina tan mal”, sentenció Jacques Chirac, allá por 2005, en alusión a los ingleses. Aunque es cierto que Inglaterra no goza de la excelsa tradición culinaria de la que sí disponen Francia, España o Italia, actualmente el país que ha contribuido a tantos otros aspectos culturales, lucha en el afán de sumar aportes gastronómicos también. Y los esfuerzos están dando resultados. Quienes actualmente bromean respecto a la comida de Londres, es porque, probablemente, no la hayan probado.