Hace tiempo son furor en Nueva York y ahora también se pueden disfrutar en Buenos Aires.
Txt: Valentina Caffaratti
Ph: Gentileza bares
Durante varios años tomar algo y bailar en una terraza era visto como una rareza, pero luego, varias “azoteas” de Manhattan se fueron reacondicionando y mutaron en los ya conocidos ‘roof bars’. Hoy son tendencia en muchas capitales del mundo, y Buenos Aires es una de ellas.
La gente los elige por diferentes razones, tal como lo explica Felix Ovalles, uno de los fundadores de Caracas Bar: “Al ser espacios al aire libre dan una sensación de amplitud y tranquilidad, tienen corrientes de aire natural y no se concentran los ruidos de las voces y la música”. Por otra parte, generalmente son espacios donde se permite fumar. No es secreto que a pesar de la lucha contra el consumo de tabaco todavía su presencia es importante, y para el público fumador es una comodidad no tener que moverse de su espacio para poder fumar. Además, son muy concurridos por extranjeros, por lo que nos conceden la agradable sensación de ser turistas en nuestra propia ciudad.
Para quienes piensan que son sólo una moda veraniega, se equivocan. “Son perfectos para cualquier época del año, si bien en verano se puede disfrutar con más gusto el sol, tenemos casi todo el año un hermoso cielo celeste en el día y muchas estrellas en la noche. No todas las ciudades del mundo se pueden dar ese lujo. Así que en invierno mucho abrigo, ¡y al ‘roof top’!”, declara Alejandro Giraldo, responsable de comunicación de Piso Tres.
No te pierdas este recorrido que propone BA MAG y dejá que el viento te despeine en las mejores terrazas de Buenos Aires.
Experiencias multiculturales
“Servimos tragos como cualquier otro bar, pero con la peculiaridad de tener una de las mejores vistas del down town porteño”, afirma Lucio Butaffoco, responsable del Sky Bar. Y no exagera. Sky Bar está ubicado en el piso 13 del Hotel Pulitzer, por lo que goza de una vista privilegiada. Desde semejante altura nos podemos trasportar en cuestión de minutos a un ambiente relajado. Ideal para encontrarnos con gente que sale del trabajo, turistas que se alojan en el hotel y público que viene a ver su banda favorita, ya que los miércoles y jueves cuentan con música en vivo.
A medida que cae la tarde, la barra se va poblando. Todos los tragos son de autor, abarcan desde una buena ginebra premium con tónica, hasta el más fuerte “Room 666”, un trago a base de whisky escoces y puré de pera con un toque de jugo de manzana -sólo apto para osados-. El Sky Bar también ofrece la posibilidad de cerrar sus puertas para eventos exclusivos con una capacidad máxima de 150 personas.
La segunda parada de este recorrido porteño es Caracas Bar. Gastronomía, coctelería y música inspirada en la cultura del Caribe, son características que lo diferencian de cualquier otro bar de la ciudad. Por eso, ir a la terraza de Caracas es como transportarse a la movida caliente centroamericana. Las voces de venezolanos, colombianos y argentinos se entremezclan con acentos europeos y norteamericanos. Una mixtura cultural garantizada en pleno barrio de Palermo. “Se convierte, a nivel micro, en una representación de lo que es Buenos Aires hoy en día: una ciudad cosmopolita donde nos entremezclamos ciudadanos de todo el mundo”, declara Felix Ovalles.
A precios accesibles podemos disfrutar comida típica venezolana llevada a un formato más moderno, el ya conocido ‘finger food’. Los cocktails logrados con ron son su especialidad y, entre ellos, los preferidos son el Mojito y la Guarapita, una bebida típica de la costa venezolana hecha con jugo y syrup natural de maracuyá y mucho ron. Bien fuerte.
Se puede disfrutar de la terraza todo el año, siempre hay suficiente calor humano para compensar las bajas temperaturas. Si con eso no alcanza, colocan turbinas de calor que mantienen el ambiente cálido.
Otra parada obligada si de bares al aire libre se trata, son las dos terrazas del Hotel Four Seasons Buenos Aires. Una de ellas es Nuestro Secreto, ubicada en el jardín del primer piso junto al restaurante que lleva el mismo nombre; y tiene una barra donde se puede disfrutar de su bebida característica: Piletero Nro2, mix de vodka, vino Torrontés, almíbar de maracuyá, pomelo e infusión de hibiscus. Ideal para disfrutar al aire libre las tardes y noches cálidas que se acercan, acompañado de una vista soberbia de La Mansión del hotel.
La Terraza Arrabal, frente del hotel, es el lugar elegido para todo tipo de eventos privados: lanzamientos de marcas, perfumes, cumpleaños, civiles y bodas. El ambiente tiene todos los condimentos para ser formidable: olivares, muebles de rattan y un catering de categoría que provee el hotel.
Ambas terrazas son muy concurridas y tienen una vista bien urbana. “Vienen todo tipo de personas que quieren divertirse. Es una mezcla muy divertida, desde gente canchera de empresas hasta rockeros, diseñadores, modelos extranjeros y locales. Es un lugar para gente joven de espíritu”, declara Gabriel Oliveri, director de marketing de Four Seasons Hotel Buenos Aires.
Corporativos y distendidos
Si definimos rápidamente a Piso Tres, podríamos decir que es un bar en una terraza al aire libre, pero en realidad es mucho más que eso. “Es un oasis en medio del caos del microcentro: magnífica vista, música, comida y buenos tragos. Una excusa para trabajar o celebrar”, declara Alejandro Giraldo.
A diferencia de otros ‘roof bars’, Piso Tres es un espacio destinado a un público más exigente que disfruta de la intimidad de un evento privado. Mediante contratación previa, organizan actividades que van desde cenas, almuerzos, clases de cocina, cumpleaños, bodas, civiles y celebraciones empresariales. En general, son muy concurridos por personas que desean combinar trabajo con buena mesa.
La ubicación es privilegiada, en pleno casco histórico porteño; cuenta con una vista excepcional de la cúpula del convento San Francisco de Asís, uno de los tantos tesoros arquitectónicos de la ciudad.
El servicio de catering, al ser por contratación, es exclusivo y personalizado. Está a cargo del chef ejecutivo Pablo Massey. “Nuestro gran fuerte es la comida, por eso siempre proponemos aperitivos; creemos que un Aperol Spritz para comenzar es la mejor opción”, recomienda Alejandro Giraldo.
Por su parte, Belushi es reconocido por ser el bar elegido para premiers, eventos corporativos y sociales, como por ejemplo “Gente Sexy” (Rock & Pop), “Insoladas”, “Esperanza Mía”, “Entre Caníbales”, “El Espejo de los Otros”, “Evento Intel”, entre los más recientes. Gracias a su ambiente íntimo, también es visitado por reconocidos artistas. Charly García, Dante Spinetta, Catupecu Machu, Foo Fighters, Molotov, Joaquín Levington e Iván Noble son algunos de los que pasaron o frecuentan este espacio.
La vedette del bar es, sin duda, la terraza íntegramente calefaccionada y ambientada para disfrutarla durante todo el año. Cuenta con una gran barra dirigida por el reconocido barman Juan Luciani, quien ha participado recientemente de Buenos Aires Cóctel y del programa El Gran Bartender.
La bebida característica del lugar es el “10 11 13 Punch”, compuesto por Red Bitter, Gancia, maracuyá, naranja, lima y frutos rojos. Es un cóctel fresco, dulce con un retrogusto amargo. Para tomarlo en cualquier momento.
Pero si de disfrutar de un ambiente relajado se trata, el bar Camping nos demuestra que es posible disfrutar de un auténtico ambiente de campamento, muy bien logrado, en el epicentro metropolitano. Para quienes estuvieron paseando todo el día por Palermo o Recoleta, la terraza del centro comercial Buenos Aires Design es un plan perfecto. Poblada de mesas de madera, plantas y lucecitas de colores, invita a frenar y relajarse.
Para aportar al espíritu colectivo de un camping, se puede elegir qué música escuchar conectándose al WiFi del bar y pidiendo la próxima canción.
El menú es perfecto para la ocasión: combina cerveza artesanal bien fría con tortilla de papas, sándwiches gourmet y hasta churros con chocolate.