Cinco enclaves gastronómicos escondidos en entornos naturales de alto impacto. Cinco propuestas ‘one of a kind’ casi privadas, con la naturaleza como único testigo. ¿La cocina? Siempre fresca y con ingredientes locales.
Txt:Paula Mom Ph:Gentileza restaurantes y hoteles
Sin mesas alrededor, con el sonido del mar, los pájaros o el del silencio. Arriba de un árbol, en un isla desierta, acompañados por animales o en lo alto de una montaña. En sintonía con la tendencia en alza de vivir experiencias turísticas sustentables, auténticas y exclusivas, varios complejos hoteleros y emprendimientos independientes están proponiendo vivencias gastronómicas fuera de serie: en lugares remotos, para muy pocos comensales y con platos de primer nivel.
El surgimiento de estas experiencias cada vez más frecuentes alrededor de todo el mundo nos hablan de un concepto de lujo que empieza a ser resignificado. Ya no se trata de cuántas ‘amenities’ incluya el resort o si las sábanas tienen la misma cantidad de hilos que las que usa la reina de Inglaterra, sino de propuestas para pocas personas donde el contacto con la naturaleza sea íntimo y profundo.
Bajo esta ‘trend’ global, BA MAG comparte con sus lectores cinco coordenadas a agendar en el celular. Kenia, Indonesia, Tailandia, Maldivas y Oman tienen propuestas para el paladar y para el resto de los sentidos que permitirán vivir veladas imborrables. ¿Cuál será tu próximo destino?
En la copa de un árbol
Ubicado en la isla de Kho Kood, en Tailandia, el hotel Soneva Kiri resulta un refugio paradisíaco donde sería imposible no desconectarse. Además de sus ‘bungalows’ de ensueño, lo que vale destacar de este hotel es su propuesta de ‘treepod dining’. Se trata de tener una cena íntima en la copa de un árbol. Hasta cuatro comensales pueden disfrutar de la velada en una suerte de cabina, que se eleva ocho metros sobre el suelo y es izada mediante cables. Una vez en posición, un camarero trae la comida escogida a través de una tirolesa.
Con ingredientes procedentes de la huerta ecológica del complejo o de los mercados locales, el menú incluye los llamados “canapés en el dosel” con crujiente de batata, plátano y taro frito o las “ofrendas del bosque”, un pescado blanco horneado en hojas de plátano con limón y salsa verde.
“Se han tardado dos años y medio desde el diseño hasta la realización final; es genial verlo tan apreciado por los huéspedes”, dijo Graham Grant, gerente general del resort. El diseño del ‘treepod’ se inspiró en las creaciones del pájaro tejedor, y se realizó a partir de un rattan de origen local, tejido por un artesano residente.
Romance en Maldivas
Los World Travel Awards lo declararon el “Resort Más Romántico” el año pasado, ¡por sexta vez! Se llama Baros, queda en las islas Maldivas y cuenta con 75 villas sobre el agua. Pero si de gastronomía hablamos, no podemos obviar la tentadora oferta del hotel: la posibilidad de comer, literalmente, en cualquier lugar: una cena en la playa a la luz de las velas -y sin nadie más alrededor- o un almuerzo en un banco de arena aislado frente a la costa. La cena privada también está disponible en el Piano Deck, una cubierta de madera con forma de piano de cola que flota en la costa del Baros, donde los recién casados también pueden disfrutar de un masaje romántico en pareja. Si se quiere subir la apuesta, a bordo de uno de los tradicionales barcos locales de madera llamados ‘dhoni’, también es posible cenar y tomar un trago durante la puesta de sol. Sin embargo, si esto le resulta demasiado romántico o meloso, todavía quedan tres restaurantes de lujo en el complejo y con tremendas panorámicas.
¿Quiénes cocinan? Cuarenta chefs y cocineros elegidos entre los mejores de Asia a través de un complejo certamen organizado por el resort. Para degustar, hay de todo. Imposible irse sin probar las delicias del mar, como la Langosta del Océano Índico, o las propuestas japonesas y los curries maldivos.
Compañía animal en Kenia
El Giraffe Manor Langata, en las afueras de la ciudad de Nairobi, Kenia, está ubicado en cinco hectáreas de terreno privado dentro de un bosque autóctono de 56 hectáreas. Este exclusivo hotel boutique se remonta a la década de 1930, cuando los primeros visitantes europeos acudieron a África para vivir la magia de los safaris.
Es uno de los edificios más emblemáticos de Nairobi. Sin embargo, el dato queda en un segundo plano por la presencia de las jirafas de Rothschild, los animales más altos sobre la Tierra, que tienen la costumbre de visitar durante la mañana, y también por la tarde, a los huéspedes, asomando sus largos cuellos por las ventanas del restaurante con la esperanza de recibir algún bocadillo de regalo antes de retirarse a su santuario forestal. Cada mesa tiene alimento especial para jirafas, y si bien es una experiencia que se puede vivir en familia con niños, no es apta para aquellos que no estén dispuestos a que estos animales de cuello largo interrumpan su desayuno, comida o cena junto a los ventanales.
Todas las comidas están incluidas en el hotel y reúnen sabores de todos los continentes, aunque también hay opciones bien locales. El alojamiento cuenta con solo 12 habitaciones, con el objetivo de lograr una estadía íntima y personalizada.
Inmersión en la selva
Accesible solo por hidroavión privado, Bawah Reserve es un complejo hotelero ubicado en un grupo de seis islas tropicales en el archipiélago de Riau, Indonesia, entre Malasia y Borneo. El impactante eco-resort lleva como lema el “regreso a la naturaleza”. Y donde más visible se vuelve dicho mantra es en el restaurante Treetops, anclado en lo alto de los árboles y sumergido en la selva tropical, con impresionantes vistas a la laguna.
La fascinante construcción fue hecha con bambú y madera. Algunas de sus mesas están apartadas y casi suspendidas en los árboles a través de un deck. Allí es apabullante el verde que todo lo rodea y los sonidos de tanta vida animal como fuera posible imaginar. El menú es una fusión asiática que incluye clásicos del patrimonio local, así como una variedad de platos de inspiración mediterránea, y todos utilizan ingredientes orgánicos cultivados en la isla o en las islas cercanas. La velada inolvidable está garantizada por estos pagos.
Desde el acantilado
Considerado como uno de los mejores complejos turísticos del Medio Oriente, Six Senses Zighy Bay está posicionado en el norte de la península de Musandam en el Sultanato de Omán. Está custodiado por las espectaculares montañas Hajar y una playa privada.
Y si bien el entorno es de ensueño, uno los pilares del espacio es su propuesta gastronómica. El Spice Market es el restaurante principal, pero también se puede optar por una velada especial e íntima al aire libre, en una auténtica experiencia de ‘arabic dining’ encima del acantilado. La vista desde aquí es descomunal, especialmente cuando cae el sol. Los huéspedes pueden elegir entre un menú de cinco, siete o nueve pasos, que celebran lo mejor de la tierra y el mar, y se maridan con los mejores vinos de la región. Entre los platos del menú se puede encontrar delicias locales como ‘scallops’ con maíz dulce y ajo, una tártara de venado con pera y ‘cashews’, un exquisito Wagyu ‘beef’ y un sofisticado postre de chocolate y ruibarbo. Toda la apuesta gastronómica está comandada por el chef ejecutivo Timothy Goddard, de la mano de Mustapha Haj Omar, souschef especializado en cocina árabe, y Hassan Faisal, chef de ‘cuisine’.
Un paraíso escondido en Medio Oriente, por el que vale la pena animarse a descubrir la enigmática región.