Creado por el arquitecto francés Jean Nouvel, el museo Louvre Abu Dhabi conjuga la riqueza de diferentes culturas y busca ser uno de los principales polos artísticos de Oriente. Los detalles del proyecto y su imponente construcción, en esta nota.
Txt: Luisa Solazzi Ph: Gentileza Louvre
El Louvre Abu Dhabi -o “Museo de las Arenas”, como también se lo conoce- abrió sus puertas el año pasado en la Capital de los Emiratos Árabes Unidos y es el primer museo internacional del mundo árabe. Sobre una superficie de 24 000 m2, reúne una importante colección de obras.
El proyecto nació en 2007, de un acuerdo entre las autoridades francesas y los Emiratos Árabes. El país oriental pagó casi 1000 millones de euros para la construcción del edificio, el uso del nombre “Louvre”, el préstamo de obras de arte y el asesoramiento de la Agencia France Museums, una institución que agrupa diecisiete de los más famosos centros artísticos franceses.
«Este museo servirá para luchar contra la oscuridad, la ignorancia y el extremismo intelectual a través de las artes y la belleza artística», aseguró el Vicepresidente de Emiratos Árabes, Mohamed bin Rashid al Maktum, durante la apertura en 2017.
El Louvre Abu Dhabi es la primera piedra de un vasto proyecto cultural en el distrito de Saadiyat, donde también está previsto que se inauguren el Museo Nacional Zayed -ideado por Norman Foster- y el Guggenheim Abu Dhabi -que será llevado a cabo por Frank Gehry-.
Arquitectura poética de luz
El creador de esta gran obra fue Jean Nouvel, uno de los arquitectos más importantes de los últimos 50 años, famoso por haber construido obras como el Instituto del Mundo Árabe y la Fundación Cartier, ambos en París, la Torre Doha en Qatar o la Torre Agbar en Barcelona.
Para la construcción se inspiró en el gran emblema de la arquitectura árabe: la cúpula. “Quería un símbolo fuerte, con una dimensión espiritual poderosa. Buscaba realizar una construcción que resonara con la historia del lugar y con la arquitectura árabe, pero que también representara a la universalidad. Una obra arquitectónica es siempre una especie de petrificación de una civilización dada en un determinado tiempo”, explicó el artistaen una entrevista para la revista Architectural Digest.
Concebido como una ciudadela, el diseño del espacio busca integrar -según el arquitecto- los conceptos de ágora de la Antigua Grecia y de medina árabe. En definitiva, un lugar que sea abierto y propicio para las reuniones. El edificio avanza sobre el mar del Golfo Pérsico como si fuera un archipiélago. Los visitantes pueden acceder por mar o tierra. Las salas del museo presentan fachadas blancas, en similitud con la arquitectura de las casas bajas de la región. Y al igual que en los viejos sistemas de ingeniería árabe, entre las galerías circulan cursos de agua a modo de oasis refrescante. Obras especialmente encargadas a artistas contemporáneos, como Jeny Holzer o Giusseppe Penone, adornan los muros exteriores.
La pieza maestra del museo es la cúpula plateada que mide 180 metros de diámetro y tiene una altura de 29 metros desde la planta baja hasta la parte inferior del revestimiento. Está sostenida por cuatro pilares ocultos en la estructura interna del museo y situados a 110 metros de distancia entre sí. Se trata de una cúpula moderna que toma protagonismo flotando en el aire y acobijando al conjunto de espacios que se esparcen entre los canales de agua: la plaza pública, las galerías del museo, un centro de investigación, el auditórium, el museo de los niños, el patio central, la boutique, el restaurante y el café.
A pesar de tener un aspecto ligero, la cúpula pesa 7500 toneladas (el mismo peso que tiene la Torre Eiffel de París). Es una estructura geométrica compleja, compuesta por un entramado de 7850 patrones de estrellas de diferentes tamaños, superpuestas en ocho capas: cuatro exteriores, revestidas de acero inoxidable, y otras cuatro interiores de aluminio. Estas estrellas tienen por objetivo generar transparencias y juegos de luz, algo que suele estar presente en las obras de Nouvel.
Aquí vemos como los rayos del sol son filtrados a través de estos patrones para generar una “lluvia de luz”. Esta oda a la naturaleza hace referencia a las palmeras características de la ciudad de Abu Dhabi, que a través del sol proyectan la sombra de sus hojas en el suelo. Así, entre sol, mar, arquitectura y arte, la atmósfera del museo invita a la contemplación de este espacio de ensueño.
Además de permitir un alumbrado natural, la cúpula protege del calor del sol a los edificios situados debajo de ella. Esto se traduce en una reducción del consumo energético en climatización, lo que es sumamente importante en una ciudad de altas temperaturas. El museo cuenta, también, con otras características sustentables, como las técnicas de economía de agua y de energías pasivas, equipamientos sanitarios inteligentes y una masa térmica expuesta al suelo de piedra y revestimientos que facilitan el enfriamiento nocturno del edificio. Por todas estas cualidades, el diseño del Louvre Abu Dhabi obtuvo tres perlas (de una escala de uno a cinco) en el Sistema de Certificación Medioambiental Estidama, desarrollado por el Consejo de Planificación Urbana de Abu Dhabi como parte de su iniciativa de desarrollo sostenible.
Una colección única
Esta joya arquitectónica está repleta de tesoros artísticos. Las galerías del museo cuentan la historia de la humanidad en doce etapas cronológicas y temáticas que abarcan desde objetos prehistóricos hasta arte contemporáneo. Ofrecen la oportunidad de hacer un recorrido por las culturas y las civilizaciones, destacando temas e ideas universales. Y todo esto, con un enfoque centrado en tender un puente entre el arte oriental y el occidental.
El museo ha adquirido hasta la fecha alrededor de 600 obras, muchas de las cuales se exhiben junto a otras 300 obras prestadas por museos franceses. Una de las piezas emblemáticas es una pared de gres porcelánico con círculos concéntricos dibujados a mano, originados en la huella dactilar de Sheikh Zayed, el fundador de los Emiratos Árabes. También destacan diferentes obras de artistas como Leonardo da Vinci, Vicent Van Gogh, Auguste Rodin, Vincenzo Coronelli, Alberto Giacometti, Piet Mondrian, Paul Gaugin, Pablo Picasso y Jacques-Louis David, entre otros.
Por otra parte, el museo cuenta con una galería dedicada a las religiones universales, en la que se presentan textos sagrados, como una hoja del Corán Azul, una Biblia Gótica, un Pentateuco y textos del budismo y del taoísmo.
El Louvre Abu Dhabi recibe cuatro exposiciones temporarias por año, que siguen el mismo enfoque temático que la colección permanente y buscan poner énfasis en las influencias, comparaciones e ideas compartidas entre las diferentes culturas. Actualmente se está realizando una exposición sobre los tesoros arqueológicos de Arabia Saudita y otra sobre la influencia del arte japonés en el desarrollo de la decoración moderna.
Con una economía basada en la explotación del petróleo, las finanzas y el turismo, Abu Dhabi sorprende con su mezcla entre paisajes naturales y urbanismo moderno. La moderna capital logró un gran desarrollo en las últimas décadas y su centro mantiene el ritmo vertiginoso de una gran urbe. Sin embargo, al borde del mar y alejado de este bullicio cotidiano, se halla el Louvre Abu Dhabi, un museo con vistas a ser un punto de unión entre los mundos de Oriente y Occidente. Un edificio poético que está a la altura de una ciudad que anhela expandirse y estar a la vanguardia de las últimas tendencias en diseño.