El mundo del vino se renueva con ofertas cada vez más frescas y descontracturadas para captar al público joven. ‘Sunsets’, ‘afters’ en bodegas y eventos ‘pop-up’ son algunas de las novedades para descubrir.
Txt:Jazmín Bronstein Ph:Gentileza bodegas y Damián Liviciche
Tiembla la cerveza artesanal? El vino fue ganando terreno y ya no se asocia solamente a ocasiones especiales o momentos íntimos. La apuesta de bodegueros y distribuidores hoy pasa por instalarlo como la bebida predilecta para eventos sociales más informales. En esa búsqueda, son por lo general los jóvenes los protagonistas de estas nuevas tendencias.
En octubre de 2018 el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) autorizó la venta de vino en recipientes metálicos de hasta 50 litros para ser ofrecido “tirado”, como se hace con la cerveza. Eso ayudó a que el mercado vitivinícola repuntara y abrió la puerta a nuevas formas de consumo, con envases mucho más prácticos y fáciles de transportar.
Así fue como se habilitó la lata como envase y el vino servido en canilla directo desde el barril. Incluso, según el Índice de Precios de la Ciudad de Buenos Aires, el vino se abarató frente a otras opciones -como la cerveza y demás bebidas alcohólicas-. En los últimos 24 meses, los vinos aumentaron un 49,2% y la cerveza un 104,8%.
Las bodegas se renuevan
Muchas bodegas están apuntando, con sus nuevas ofertas, a los millenials -hasta 35 años-, organizando fiestas y eventos durante el atardecer. En Luján de Cuyo -Mendoza-, Renacer ofrece desde recorridos por los viñedos hasta la posibilidad de armar casamientos y programas de enoturismo a la medida de cada persona.
“Organizamos fiestas y ‘sunsets’. Este año decidimos hacer un Renacer Sunset por temporada. Ya armamos uno en enero, que fue un verdadero éxito, y ahora haremos otro en el marco de la vendimia”, cuentan inspirdados desde la bodega.
El evento se hace en un multiespacio que tiene un deck con vista 360º, restaurante, terraza y jardines, donde se pueden degustar los vinos premium y bailar al ritmo de la propuesta del DJ que toca en vivo. “Hemos diseñado distintos cócteles con vino, además de ofrecer, durante el evento, vino y gastronomía. La idea es dar un mensaje de disfrute y de consumo responsable”,cuentan desde Renacer.
La bodega Garzón, en Uruguay, es otra de las que encabeza la vanguardia en materia de vinos. Ellos hablan de las experiencias Garzón, en las que ofrecen degustaciones, tours por los viñedos, picnics y hasta un viaje en helicóptero. Por su parte, la bodega Kaikén (en Mendoza) también organiza ‘sunsets’ durante el verano para disfrutar del atardecer con una copa de vino en la mano.
Vino por copa
La modalidad del vino por copa en los restaurantes fue creciendo y también se expandió la moda de los bares de vinos o ‘wine bars’. Cada vez hay más opciones entretenidas, orientadas a pasarla bien y compartir un rato con amigos.
En el corazón de Palermo, Trova es uno de los bares más elegidos por las nuevas generaciones. “Como premisa ofrecemos otra forma de consumir el vino, más distendida, donde cualquiera al que le guste se pueda acercar a tomar una copa y a un precio más barato que una pinta de cerveza en cualquier bar”,cuenta a BAMAG Alejandro Verbitsky, ‘sommelier’ y dueño del bar.
Sus actividades buscan acompañar al vino con propuestas novedosas, como DJs o artistas que hacen intervenciones en vivo.“Elegimos juntar el vino con amigos y momentos. Además, hacemos cursos y catas informales, intentando transmitir conocimientos aplicables al consumo diario del vino, basados en la experimentación (degustar) y las anécdotas, más que en detalles técnicos”,explica Alejandro.
La propuesta de Trova es la de un lugar distendido, informal, donde la gente no se sienta intimidada al elegir un vino y se anime a probar: con copas a precios económicos, música y propuestas particulares en días específicos (desde catas, o el Open Wine que organizan un jueves al mes). “El 90% de nuestros clientes son menores de 45 años y creo que nos eligen porque logramos transmitir que el vino es algo rico y que hay que disfrutarlo sin pensar tanto”, cuentan.
Según Alejandro, el interés por el vino siempre estuvo en todas las edades: “Es una bebida única, que presenta un mundo súper interesante para descubrir y experimentar. Desde Trova buscamos acercarlo desde propuestas entretenidas y no solo atadas al ‘saber de vino’”,cierra.
Algo similar proponen las creadoras de Come Wine With Us BA, Sorrel Moseley-Williams y Eugenia Villar, con su ‘pop-up wine bar’. Lejos de las catas tradicionales, donde se busca educar y no tanto compartir, las sommeliers idearon un evento social itinerante, pensado para disfrutar unas copas de vino y unas tapas al terminar el día. Lo lúdico de la propuesta es que cada vez lo hacen en un lugar diferente, con una carta que arman ellas e incluye más de 10 etiquetas diferentes.
“No es una cata, no es degustación. Podés venir con lo que quieras en el bolsillo y gastarlos en una copa de algo diferente. Con amigos. Van probando y disfrutando de una forma muy descontracturada”,explica Sorrel. Básicamente es un bar de vino itinerante en el que varía la carta de vinos y la propuesta gastronómica en cada edición. Han pasado, por ejemplo, por Tegui, el Palacio Duhau o Divisadero, entre otros. “Nos gusta jugar un poco con el misterio de a dónde los llevaremos próximamente”,cuenta.
Lo más interesante del encuentro es que las dos organizadoras son sommeliers, por lo que pueden ir dando consejos en vivo, en una charla amena. Comparten desde ‘tips’ hasta recomendaciones, en el marco de un ambiente divertido y descontracturado. “Come Wine With Us es para abrir un poco la cabeza: ponemos cepas distintas, productos nuevos, sin buscar educar a la gente. Si vas a una degustación o cata tradicional y no sabés lo que es un tanino, es difícil a entender lo que está pasando. Acá simplemente te servimos una buena copa de vino, pasás un buen momento y, como cambian las cartas, siempre hay algo nuevo para descubrir”,explican.
La buena noticia es que no es una iniciativa dirigida exclusivamente a jóvenes, sino a todo el que esté interesado en esta bebida. Además, también lo visitan extranjeros que viven en la ciudad y hasta turistas que están de visita. “Es un evento para abrir la puerta e inspirar a cualquier persona que le gusta el vino. La diferencia principal nuestra es que da acceso al vino con profesionales que saben de qué hablan”, cierra Sorrel.
Ya no hay excusas. Ahora se puede disfrutar del vino con paseos en helicóptero, ‘sunsets’ con DJs en vivo y tours en bicicleta por los viñedos de las bodegas más prestigiosas. O probar las últimas novedades en bares amigos y junto los consejos de los buenos sommeliers. ¿Hay requisitos? Solo tener ganas de pasarla bien.