Para cada niño, un gran maestro

Con la misión de elevar la calidad educativa por medio de la capacitación y la distinción, la Fundación Varkey es la encargada de organizar anualmente el Global Teacher Prize, un galardón con el que destaca la labor innovadora y trascendental de diversos docentes alrededor del mundo. Qué premia la prestigiosa organización y porqué, en esta nota.

Txt: Soledad Gherardi Ph: Gentileza Fundación Varkey

La institución lleva el nombre de su creador Sunny Varkey, un emprendedor y filántropo indio que, en la década del ‘70, se instaló en Dubai junto a sus padres, ambos dedicados a enseñar inglés a los trabajadores que migraban para explotar los pozos petroleros.

La educación y la caridad fueron valores centrales durante la infancia y juventud de Varkey, de tal forma que poco a poco comenzó a involucrarse en el escenario educativo local, hasta que en 2010 decidió canalizar sus esfuerzos a través de su propio proyecto.

Hoy, menos de diez años después, su fundación cuenta con oficinas en el Reino Unido, los Emiratos Árabes y Argentina, desde donde se trabaja a nivel regional, y con programas específicos en Ghana y Uganda.

“Nuestra misión es que cada niño tenga un gran maestro”, determina Agustín Porres, Country Director de Argentina, quien recuerda una frase de Sunny Varkey para resumir la génesis de la organización: “Siempre creí que la educación era la clave para resolver muchos de los grandes problemas del mundo: violencia, pobreza y salud. Todo comienza con educación”.

En su dinámica diaria, la organización reúne, integra e interactúa con distintos actores que comparten objetivos en común. Junto a maestros, directores de escuela y entidades públicas y gubernamentales, desarrollan diversas modalidades de capacitación destinadas a elevar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje a partir del fortalecimiento de aspectos puntuales de la tarea educativa.

En su trabajo en el país, Fundación Varkey implementa un Programa de Liderazgo e Innovación Educativa, por medio del cual potencia nuevas herramientas y capacidades en profesionales de la enseñanza, con el foco en la tecnología, la comunicación, y como su nombre lo indica, en la innovación y el liderazgo.

“Se trata de una formación intensiva de seis semanas a la que ya asistieron más de 2.500 educadores”, cuenta Porres. “Actualmente trabajamos en las provincias de Mendoza, Corrientes, Salta y Jujuy, en alianza con el Ministerio de Educación Nacional y los ministerios provinciales. Como especialistas en educación, nos involucramos activamente para incidir positivamente en el diseño de políticas públicas educativas, a partir del trabajo con distintos actores”, explica.

Sin embargo, la capacitación es solo un factor de la ecuación de Fundación Varkey. La posibilidad de destacar el trabajo docente y difundir sus logros a nivel internacional, fue una premisa que terminó por concretarse en 2014, con la primera edición de Global Teacher Prize, un premio que remarca la importancia de los educadores, en base al cambio que producen en la escuela y fuera de ella.

Maestros que innovan

“Cada año destacamos a un maestro excepcional, innovador y comprometido, que haya logrado un impacto en el aula y en su comunidad. Si nos preguntasen a quién queremos aplaudir como sociedad, en Fundación Varkey responderíamos que a los maestros. Creemos que el estatus de los docentes es fundamental para el futuro”, manifiesta Porres.

Una vez al año, en Dubai, la ceremonia de Global Teacher Prize entrega un premio de un millón de dólares a un educador destacado por sobre los diez finalistas que pasan a la última instancia de selección. La participación es abierta para docentes de todo el mundo, quienes pueden postularse por sí mismos o ser nominados por algún colega. Entre los requisitos necesarios, se solicitan al menos 10 horas semanales de práctica profesional y la intención de continuar en la profesión durante los cinco años siguientes.

Finalistas y ganadores son elegidos por la Global Teacher Prize Academy, un comité integrado por destacados miembros del ámbito educativo, artistas, científicos, funcionarios públicos, emprendedores, periodistas y empresarios, que tienen como misión valorizar el trabajo realizado por los postulantes, de acuerdo a una  serie de criterios, entre los que figuran: el uso de prácticas instructivas aplicables y escalables para influenciar la calidad de la educación global; el empleo de prácticas de enseñanza innovadoras que aborden los desafíos particulares de la escuela, la comunidad o el país; resultados de aprendizaje estudiantil comprobables dentro del aula; el impacto en la comunidad, más allá de la escuela, con modelos únicos; y la posibilidad de convertir a los niños en ciudadanos globales; entre otros.

Historias que se premian

Educadora palestina, Hanan Al Hroub fue la ganadora de Global Teacher Prize en 2016, gracias a su desempeño dirigido a combatir la violencia en el aula. Basado en la creación de relaciones de confianza, respeto, honestidad y afecto con sus estudiantes, su enfoque alienta el trabajo en equipo, premia los comportamientos positivos y es receptivo a las necesidades individuales de los jóvenes.

Las respuestas a su actividad no solo se vieron manifestadas en la disminución de la violencia dentro de la escuela, sino que también demostraron que muchos de sus colegas comenzaron a repensar sus modelos de enseñanza.

Un año después, la ceremonia en Dubai consagró a Maggie MacDonnell, una profesora canadiense dedicada a la labor educativa en una aislada comunidad originaria en el ártico de Canadá llamada Salluit. Además de afrontar condiciones climáticas extremas y difíciles accesos, MacDonnell diseñó diversos programas para hacer frente a algunos de los problemas más severos entre los jóvenes de dicho contexto, como son el alcohol, las drogas y el abuso. Entre sus iniciativas, sobresale la asociación con el centro de salud local para que las jóvenes puedan realizar sus prácticas profesionales, y la inauguración de un gimnasio que se ha convertido en un espacio de participación desde el que se promueve un estilo de vida saludable.

En marzo de 2018, la historia de los premios se trasladó a Londres, a la escuela comunitaria de Alperton, en el barrio de Brent, una zona de amplia diversidad étnica, donde se hablan más de 130 idiomas y residen algunas de las familias más pobres de Inglaterra.

Andria Zafirakou, profesora de arte de la institución, decidió convertirse en un factor de cambio y para lograrlo trabajó junto a otros docentes en el rediseño del plan de estudios, de manera tal que este incorpore la complejas vivencias de los alumnos. Además, para facilitar la comunicación con sus estudiantes, Zafirakou aprendió lo básico de las 35 lenguas que se hablan entre la población educativa, lo que le permitió ganar la confianza de las familias.

Su trabajo no solo le mereció el premio Global Teacher Prize 2018, sino que también la condujo a Chile y Argentina en los primeros días de junio, donde se encontró con estudiantes, maestros, especialistas y funcionarios, y lanzó, en la provincia de Jujuy, la convocatoria para la próxima edición del premio.

De este manera, una vez al año Fundación Varkey enaltece el desempeño docente, al mismo tiempo que trabaja diariamente en el empoderamiento de profesionales educativos de todo el mundo, con el objetivo de acercar a cada estudiante un gran maestro que permita explotar el potencial de transformación que radica en la educación.

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