Italia y su era dorada

Roma, la Toscana y el lago Maggiore en Stresa, un recorrido ideal para revivir la época de oro italiana. Y si se trata de explorar la memoria y la cultura local, nada mejor que alojarse en residencias de lujo que fueron remodeladas para seguir haciendo historia.

Txt: Catalina Pelman Ph: Gentileza hoteles

Italia es actualmente el país con mayor número de sitios declarados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el mundo, por delante de China y España. La región de Lombardía es la que más sitios distinguidos posee, seguida de la famosa Toscana.
El país enamora a través de sus abundantes monumentos naturales, sus calles angostas y sus sitios de alto valor histórico y cultural, aquellos que nos hacen sentir como si hubiésemos desembarcado en otro tiempo. Pero para que la experiencia de viajar al pasado sea completa, la propuesta es hospedarse en refugios reales bien alejados de los ‘resorts’ modernos. A continuación, el recorrido de BA MAG por estas tierras tanas y su selección de tres gloriosos alojamientos que permiten a los viajeros descubrir secretos de la historia local y reliquias artísticas sin tener que pasar por el museo.

Stresa romántica

El lago Maggiore, con sus pintorescas islas y los espectaculares jardines botánicos, está rodeado de pequeños pueblos que se destacan por sus elegantes mansiones aristocráticas. Entre ellas se destaca una villa adquirida en 1918 por el Almirante de la Marina y Caballero de la Orden de la Corona italiana Francesco Capece. Retirado con honores y decidido a disfrutar de una vida tranquila, compró esta residencia de siete habitaciones frente al Golfo Borromeo en Stresa y la nombró como su amada esposa: Aminta. Pero ellos no fueron los únicos que quedaron fascinados por la atmósfera romántica del lago, el encanto de sus alrededores y las vistas que hacían de Villa Aminta, un paraíso increíble. Por ejemplo, Liz Taylor y Richard Burton la eligieron como el lugar de ensueño para sus escapadas románticas en la década del 60.

La familia Zanetta, dueña de Villa Aminta desde 2000, le devolvió su esplendor original y su tradicional atmósfera de cuento de hadas. Luego de una investigación histórica exhaustiva, iniciaron una remodelación basada en la elegancia de la decoración, combinada con la más alta tecnología en infraestructura y servicios. La villa fue embellecida con mobiliario antiguo, estucos, candelabros, empapelados y arcos arabescos, en homenaje a la relación histórica con la República de Venecia, la “Puerta al Oriente”. Así, la familia Zanetta convirtió a la villa en un hotel de lujo, inmerso en florecientes azaleas y delicados jardines.

El Villa e Palazzo Aminta, hoy es miembro de The Leading Hotels of the World. Sus huéspedes lo describen como el lugar ideal para descansar y transportarse a la época dorada del imperio, en un entorno natural fuera del circuito turístico tradicional de Italia. Hoy posee 71 habitaciones, distribuidas en nueve categorías y siete pisos, cada uno con su color y decoración característica, que acumula estilos y tradiciones del arte italiano. Todas están equipadas con la más alta tecnología, mobiliario imponente, jacuzzi, balcón o terraza privada y un mini bar de cortesía.

El hotel cuenta con dos restaurantes, ambos con vistas al lago Maggiore, a las montañas y a las famosas islas Borromeo. Le Isole ofrece deliciosos platos locales e internacionales, y el ‘must’ es disfrutarlos en su terraza de verano. I Mori, por su parte, abre solo por la tarde para recibir a los huéspedes en su impactante gazebo circular de estilo Liberty forjado en hierro y cristal. Su cocina ofrece platos tradicionales de Lombardía y del Piamonte, y brinda una degustación de vinos vintage. También es posible llevar la experiencia gastronómica al siguiente nivel, tomando clases privadas con el Chef Giuseppe Vigna.

A su vez, Villa e Palazzo Aminta obsequia a sus huéspedes un momento íntimo de relax en el Aromarium sensorial, que incluye hidromasaje con géiser y duchas escocesas que alternan calor y frío. Sin dudas, una experiencia real de pies a cabeza.

Roma atemporal 

En medio de la ruidosa ciudad eterna se esconde un increíble oasis verde que combina una villa neoclásica con un típico jardín italiano. Se trata de la Villa  Spalletti Trivelli, una antigua casa señorial a pasos de la Piazza del Quirinale y a solo cinco minutos a pie de la Fontana di Trevi. Este hotel permite alojarse en el centro de Roma sin resignar un espacio tranquilo de intimidad.

La propiedad, que pertenece a la misma familia desde hace más de 100 años, fue un importante punto de encuentro político y cultural. En 2004, Giangiacomo Spalletti Trivelli la heredó y decidió convertirla en una exclusiva residencia para los más demandantes viajeros. Luego de tres años de restauraciones, Villa Spalletti Trivelli se convirtió en uno de los hoteles más exclusivos del centro histórico de Roma, donde la pasión familiar por la historia, la cultura y el arte se combinan con detalles a puro confort y la última tecnología. Por eso, este hospedaje sofisticado hoy es miembro de Small Luxury Hotels of the World.

Sus 12 habitaciones, ubicadas en el edificio principal, reflejan el esplendor del  Siglo XX y se caracterizan por un diseño clásico, que incluye muebles, mapas antiguos, la más exquisita ‘boiserie’ y refinados textiles. La misma impronta se puede observar en los dos departamentos del edificio adyacente, ideales para estadías familiares prolongadas. En cualquier caso, los visitantes pueden aprovechar el gimnasio y el sauna, el baño turco y los tratamientos que se ofrecen en el spa.

Por su parte, la villa contribuye a la herencia cultural de la ciudad a través de su premiada biblioteca con valiosos volúmenes antiguos y un cómodo sector para leer y tomar algo. Quienes prefieran disfrutar del aire libre, podrán descansar en los tradicionales jardines del predio, con el sonido de las fuentes de fondo. Además, la villa acaba de inaugurar una terraza con solárium, jacuzzis y un bar, ideal para disfrutar de la puesta de sol en la ciudad eterna.

Experiencia Toscana

El contacto con la naturaleza, la comida y el vino son tres infaltables para sumergirse en la tradicional campiña toscana. Por eso, Castello di Vicarello es la coordenada ideal, y cualquier estación del año es buena para una visita: en primavera, la fragancia de las flores perfuma el aire; en verano se aprovechan los jardines, las piletas y la brisa de mar; mientras que en otoño el bosque del predio muestra sus hojas de colores.La finca Vicarello fue -primero- un asentamiento etrusco y luego un balneario romano. En 1112 se colocaron las primeras piedras del Castello di Vicarello, cuya torre original y edificios circundantes han sido restaurados por la familia Baccheschi Berti para mantener la arquitectura original y convertirlo en uno de los hoteles boutique más exclusivos de la Toscana. Por eso, aun hoy se pueden admirar los impresionantes frescos, suelos de terracota y techos abovedados tradicionales. Cada una de sus ocho habitaciones fue ambientada combinando mobiliario y accesorios tradicionales con otros mucho más actuales. Las piezas de arte contemporáneo, las esculturas modernas y los objetos de cerámica le dan al interior una estética fresca y vibrante. Además, las grandes chimeneas de piedra, los sofás de cuero, los sillones de terciopelo, las alfombras persas y los jarrones de flores naturales le aportan la cuota de calidez.  El castillo está rodeado por un hermoso jardín diseñado por el reconocido Giuppi Pietromarchi, que hoy se conserva tan bien que remonta a su época de esplendor. Bello por su simpleza, este parque combina jazmines, glicinias, rosas y enredaderas que caen en cascada sobre pérgolas y paredes de piedra, llenando el aire con el embriagador perfume de hierbas y flores. Una atmósfera ideal para disfrutar de una clase de yoga, una sesión de masajes o una tarde en la piscina. La torre principal está envuelta en rosas trepadoras y especies aromáticas, mientras que en el horizonte se pierde un antiguo bosque con olivos centenarios y viñedos. La cocina de Vicarello se caracteriza por los ingredientes de la huerta y por la presencia de Aurora Baccheschi Berti, quien comparte con los huéspedes sus secretos de cocina toscana. Como complemento, los visitantes pueden experimentar el proceso de elaboración de vinos orgánicos y recolectar trufas, hongos, uvas y aceitunas. En definitiva, será una estadía llena de aromas, texturas y placeres que será difícil no querer repetir.

+ info

castellodivicarello.com
villaspalletti.it
villa-aminta.it