Transformación interior

La época de los espacios totalmente independientes y con una única funcionalidad quedó atrás. El estilo de vida actual demanda fluidez espacial y demuestra que es posible vivir mejor incluso en menos metros cuadrados.

Txt: Catalina Pelman Ph: Gentileza Leonas Garbačauskas, v2com y marcas

Para el reconocido arquitecto mexicano Juan Carlos Baumgartner, la proliferación de espacios integrados constituye una manifestación más de un fenómeno que se da también en otros rubros. Entiende que, más que una moda decorativa, se trata de “una tendencia de la cultura en general, un regreso al humanismo, en el que el ser humano comienza a ser el centro”.
El urbanista Le Corbusier decía que en los años 30 la arquitectura “se alejó del ser humano como motivador y se enfocó en resolver otras prioridades”, como la situación habitacional de las ciudades en desarrollo. En este sentido, Baumgartner explica que “la fragmentación espacial que hemos visto en muchas tipologías arquitectónicas tiene que ver con métodos constructivos, con un obcecado funcionalismo y, en muchas ocasiones, poco que ver con el usuario”. Por el contrario, las personas no se mueven de manera fragmentada, sino más bien fluida y las nuevas maneras de organizar los espacios responden más bien a este tipo de comportamiento.

Dejar fluir
Vistos como soluciones para resolver ambientes en pocos metros o remodelar habitaciones para generar entornos más dinámicos, los espacios integrados se pueden construir de distintas maneras. Con paredes vidriadas, el uso de cortinas translúcidas especiales y mobiliario polifuncional, acompañados por juegos de volúmenes, colores y texturas. De esta manera, el movimiento de las personas que conviven allí dentro es más fluido, y lo mismo sucede con la luz natural y el aire de la ventilación o calefacción.
Florencia Pérez y Daniela Cancian, al frente de Zoom Interiores, encararon la remodelación de una vivienda familiar en Hudson. Los dueños de casa querían “un estar donde poder compartir charlas con amigos, mates y mirar la televisión, sin perder de vista a los chicos jugando en el ‘playroom’”. Aunque se trata de una construcción relativamente nueva, algunos espacios del hogar habían quedado relegados en cuanto al diseño y se habían convertido en un depósito de objetos en desuso, sin calidez ni funcionalidad. En este caso, Perez y Cancian -licenciadas en Diseño Interior- advirtieron que la mayoría de los padres y madres trabajan, y al regresar a la casa quieren compartir momentos en familia. Por eso, aseguran que “los espacios integrados logran brindarles a los más grandes un espacio donde relajarse y poder compartir una charla al final del día, mientras que a los más chicos les ofrece un espacio para divertirse y hacer los deberes”. La propuesta es compartir un mismo ambiente, pero con espacios delimitados.
En este trabajo, la diferenciación de los espacios tuvo que ver con respetar el estilo lineal de la planta baja y apuntar a la división de los espacios a través de colores y texturas. “La madera lustrada le otorga más jerarquía y calidez al estar, mientras en el ‘playoroom’ los colores toman fuerza, dándole un toque juvenil y alegre”, explican las especialistas. En el estar se reemplazó el hogar por un mueble de guardado, dejando la posibilidad de colocar, más adelante, un biohogar sencillo pero de diseño, como las chimeneas Focus.
Del otro lado del mundo, YCL Studio utilizó paredes de azulejos para integrar los dos ambientes de un departamento centenario de 45 m2 en el centro histórico de Vilna, Lituania, y el resultado es increíble. Con la idea de trazar una línea clara entre el espacio diurno y nocturno de la vivienda, realizaron una adaptación interesante y fiel al estilo de esta nueva generación de arquitectos. Una pared inclinada divide el interior en dos partes iguales: la primera, con el área de estar y la cocina es fresca y ligera; mientras que la segunda, con el dormitorio y el baño, es cálida y amplia. El piso de madera, el techo y las paredes blancas contrastan con los azulejos y el cielorraso en tonos tierra. La unión entre ambos lados está dada por muebles blancos, negros y grises, que dan la sensación de estar en una película antigua semicoloreada y refuerzan la personalidad y la escasa convencionalidad de este departamento. La integración de los ambientes llega a su máxima expresión cuando las puertas ubicadas en los extremos se abren y permiten recorrer la casa en sentido circular. Una prueba de que la lógica de los espacios integrados no deriva tanto de un cambio tecnológico, sino de una nueva forma de estar en el mundo.

Tecnología para integrar
Portapivot, una empresa belga con más de 20 años de experiencia, esbozó puertas de diseño para complacer a quienes buscan dividir y conectar ambientes con estilo. Sus productos, multipremiados en festivales de interiorismo, cuentan con una bisagra pivotante innovadora, que permite la apertura hacia la derecha o la izquierda, e incluso un giro de hasta 360°. Se trata de una pieza con marco de aluminio disponible en tonos plata, negro y bronce, al cual se puede acompañar con cualquier vidrio de seguridad templado de entre seis y ocho milímetros de espesor. Los kits se confeccionan a medida, bajo la supervisión de arquitectos, diseñadores y artesanos de la comunidad local, y se envían a todo el mundo. La instalación es muy sencilla porque su estructura compacta no requiere preparar la superficie ni contar con accesorios específicos: la bisagra que se encuentra dentro del marco de la abertura se ajusta al piso y al techo, y permanece invisible como una pared de cristal.
Para reforzar aún más este concepto, es posible recurrir a los diversos recursos de Klein, como la colocación de Lite Glass para mejorar la distribución de espacios, aprovechando al máximo la calidez de la luz natural. Se trata de un sistema invisible, pulcro y elegante, que tiene el poder de separar espacios y mantener la continuidad sin cargar el lugar.
Otra opción para dividir un espacio abierto, crear un lugar de trabajo flexible u obtener más privacidad sin perder aislamiento acústico ni la luz solar, son las cortinas Vescom. Se trata de telas porosas de alta tecnología que absorben el sonido hasta cinco veces más que otras en su especie. Su tejido poroso es ideal para separar oficinas, pasillos y ambientes comunes de la casa sin perjudicar la identidad visual ni resignar luminosidad. Son piezas enteras sin costuras, funcionales y ligeras pero extremadamente durables. Además, son géneros 100%  ignífugos que cumplen con los más exigentes estándares europeos. La empresa ofrece distintos tipos de telas frescas, ligeras y claras en varios colores para combinar en cualquier ambiente.
Sin embargo, el mobiliario también es un gran aliado para integrar espacios en viviendas y oficinas. Para Baumgartner,“hay muchos proyectos que requieren soluciones modulares flexibles y sumamente duraderas”. En este sentido, explica que los muebles funcionales “son buenas soluciones para espacios que necesitan flexibilidad”, como los educativos y corporativos, pero están apareciendo cada vez más en entornos residenciales. En cualquier caso, Baumgartner remarca la importancia de comprender que “la arquitectura y el diseño forman un lenguaje y el mobiliario es una parte fundamental de ese código”.

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