Vietnam para aventureros

Considerada por muchos como la joya del sudeste asiático, Vietnam es un popurrí de paisajes, comidas y experiencias. Entre sus encantos, la bahía de Halong, una de las 7 maravillas naturales del mundo, se yergue como emblema favorito de este fascinante destino.

Txt: Tamar Terzakyan Ph: Lucas Frigioni y Unsplash

Vietnam muta de sur a norte y de este a oeste, y en esta virtud camaleónica radica su encanto. Es un país para recorrer a pie, en moto, en kayak y en autobús. Hay que moverse de un lugar a otro y en el andar encontrar la magia del país, ya que son los contrastes entre los diferentes lugares que hacen el todo. En los últimos años, aumentó considerablemente la cantidad de viajeros que frecuentan estas tierras, dado que además de su belleza, es un país seguro para explorar y cada vez se abre un poco más al mundo.

Luego de la Guerra de Vietnam a finales de los años 70, el país se unificó bajo un gobierno comunista y la capital pasó a ser Hanoi, al norte del país, mientras Saigón, ubicada al sur, fue rebautizada como Ho Chi Minh. Ambas siguen siendo las ciudades más importantes y pobladas del país, por este motivo es usual empezar el recorrido por Ho Chi Minh rumbo a Hanoi o viceversa.

Spot fotográfico – Mirador a la Bahía de Halong
Una de las 7 maravillas naturales del mundo

Tráfico oriental

Ho Chi Minh equivale a un drástico e intimidante caos de motos. Es una ciudad donde estos vehículos son misiles que transitan sin ningún tipo de orden, en toda dirección posible y donde se espera que el peatón cruce ignorándolas. Aguardar a que el semáforo esté en rojo para cruzar, no tiene demasiado sentido, puesto que las motos igual siguen su camino. Desde esta perspectiva, no es una ciudad amigable y se requiere valentía para circular. Ho Chi Minh tampoco se distingue por su belleza, pero en ella está impregnada la historia de Vietnam y por eso el Museo de la Guerra es una parada cuasi obligatoria. Además, es el punto de salida para visitar los famosos Túneles de Cuchi, en los que es posible entrar y experimentar cómo vivían y se comunicaban entre sí las guerrillas del Viet Cong durante la Guerra de Vietnam.

Desde esta ciudad, empieza el periplo por este destino lleno de contrastes. Recorrer el país por tierra es buena manera de ser testigo de cómo va mutando el paisaje, y también una buena oportunidad para conocer más de cerca la cultura local y exponerse así a recolectar anécdotas extravagantes. Si la elección es entonces evitar aviones, hay dos formas de transporte muy comunes: la moto y el Sleeping Bus. La primera, a menos de que sea tenga mucha experiencia, es recomendable solo para hacer trayectos cortos, alrededor de la ciudad o entre ciudades cercanas, puesto que los caminos son sinuosos y no están en el mejor estado. La segunda es el transporte por excelencia para las distancias largas.

Como indica su nombre en inglés, es un autobús para dormir y si alguien entiende por esto un micro con asiento reclinable está en lo incorrecto. Literalmente, el Sleeping Bus está formado por 3 filas de 6 u 8 camas cuchetas. Al entrar, se le solicita al pasajero que se saque el calzado y lo coloque en una bolsa de plástico; luego se puede acostar en su cama. Por lo general, dan una manta, ya que el frío del aire acondicionado es terrible y algunos vienen con WiFi, pero esto es una ruleta rusa, porque nunca se sabe si va a funcionar o no. Si bien hay varias compañías, se recomienda usar The Sinh Tourist, por su reputación de buen manejo y seriedad. Por último, la mayoría suelen llegar a destino a la madrugada, por eso es aconsejable reservar de antemano un hotel y así evitar quedar a la deriva por unas horas.

Hoi An, pueblo de fantasía

Caminatas bordeando el río, puentes que conectan la ciudad, callejones empedrados con negocios boutique. Hay detalles que hacen al cuadro, floreros en la entrada de los comercios, aroma de café en el aire y adornos estilosos en las esquinas.  Hoi An deslumbra, es distinta a cualquier otra ciudad de Vietnam. De noche, invita a ser parte de un cuento; hay miles de lámparas de colores colgando sobre hilos que cruzan las calles, los locales encienden velas flotantes que navegan iluminando el río, hay cantantes musicalizando los bares y artistas callejeros. El ambiente es distendido, los extranjeros se pasean a pie o en bicicleta, disfrutando los aires veraniegos en un pueblo soñado y los vietnamitas, amistosos como suelen mostrarse, sonríen mientras ofrecen sus sopas típicas -Cao Lau y Quang Noodle-, un panqueque de banana o una cerveza. Hay puestos ambulantes nocturnos para comer a orillas del río, así como mercados que ofrecen los mejores platos durante el día.

Son pocos los que se van de Hoi An con las manos vacías, es que este lugar es mundialmente reconocido por sus sastrerías. Entre telas y costuras viven sus habitantes, ‘cashmere’, algodón, ‘slim fit’ o recto. La oferta es sorprendente, un local al lado del otro y, cuando se entra a uno, las posibilidades de salir con un vestido o traje a medida son altísimas, ya que la relación precio-calidad es atractiva. Los trajes oscilan entre los US$80 y US$120 y los vestidos entre US$30 y US$50. Además, en caso de tener poco espacio en la mochila o valija, las mismas sastrerías se encargan de hacer el envío puerta a puerta.

Por la ruta océanica

Si bien el Sleeping Bus es lo más recomendable para moverse por el país, hay un trayecto que de animarse, merece ser recorrido en moto: de Hoi An a Hue por la Hai Van Pass. Es la ruta más emblemática del país y verdaderamente escénica, ya que bordea el mar y se escurre entre las montañas. Son las vistas paradisíacas, la sensación de libertad y aventura arriba de la moto, la adrenalina en cada curva y contra curva. Desde Hoi An, hay varios comercios que alquilan la moto por aproximadamente US$ 8 y además ofrecen el servicio gratuito de trasladar el equipaje del cliente a su alojamiento en Hue, ciudad de llegada, para así viajar más liviano. El camino puede hacerse en 4 horas, pero la realidad es que se tarda entre 6 y 8, dado que hay pueblos en el medio que son muy atractivos para frenar. Por ejemplo, en Da Nang se encuentran las montañas de mármol y también un complejo budista del que sobresale la estatua blanca de Lady Buda sobre el monte y de cara al mar.

Pero si de paisajes de ensueño hablamos, no podemos dejar de visitar la bahía de Halong. En el 2011 esta zona protegida por la UNESCO al norte de Vietnam fue declarada una de las siete maravillas naturales del mundo. Desperdigadas por la bahía, se encuentran más de 3.000 islas de piedra caliza monolítica que son, simplemente, impactantes. Varias de las islas son huecas, con enormes cuevas que se aprecian desde cerca al entrar con un kayak y una linterna en la cabeza para navegar en la oscuridad. La mayoría de las excursiones parten desde Hanoi y las más populares son las de un día o de dos días y una noche.  Por lo general, todas incluyen snorkel, kayak y las comidas. Las bebidas no están incluidas y es posible comprar cerveza y otras bebidas alcohólicas a bordo. La diferencia en precio radica en la cantidad de pasajeros en el barco y la comodidad del mismo.  Uno de los principales motivos por los que se recomienda dormir una noche en la bahía, es el despliegue de las velas de los barcos durante el amanecer, una imagen visual fantástica.

Vietnam del sur

Hanoi es una fusión de lo moderno y lo antiguo. La capital vietnamita es entretenida y dos o tres días son suficientes para recorrerla. Una de las mejores zonas para alojarse es el Barrio Antiguo, The Old Quarter, porque la oferta gastronómica y hotelera es muy amplia, pero también es donde se concentra la desmedida oferta de prendas de The North Face a un precio excesivamente bajo, lo cual lógicamente sugiere que los productos son imitaciones. Sin embargo, es prácticamente imposible no caer en la tentación y terminar comprando varias camperas, chalecos y buzos de esta marca americana, que tiene sus fábricas en Vietnam.

El lago Hoam Kiem está en el corazón de la ciudad y una caminata alrededor de este se convierte en un oasis dentro del ritmo de la capital. La visita al Mausoleo de Ho Chi Minh, principal figura política de la historia del país, es un clásico, pero es importante levantarse temprano, ya que cierra al mediodía.

Así como Hanoi es el principal punto de salida hacia la bahía de Halong, también es desde donde parten los buses para ir a Sapa, al noroeste del país, cerca de la frontera con Laos. El paisaje de Sapa ofrece montañas y arrozales, jornadas de trekking o senderismo y también la posibilidad de entrar en contacto con la gente de las diferentes etnias de la región: H’mong, Dao y Tay. La ciudad rodea un lago y si bien es pequeña, debido a su popularidad turística, cada vez hay más obras en construcción. Sapa es fácil de recorrer a pie e invita a perderse por sus callecitas, comprar artesanías y disfrutar de los aires alpinos.

En definitiva, Vietnam es un sinfín de experiencias diversas. Tiene lugares muy acostumbrados al turismo y otros tan remotos, que la población se sorprende al ver llegar occidentales. Un país que desconcierta por todas las opciones que presenta y las sensaciones que despierta. Caos y serenidad, precariedad y prosperidad. Hay un recorrido donde los viajeros se cruzan y miles de rincones donde cada uno se pierde para vivir su propia aventura.

Cómo llegar
El aeropuerto internacional Son Nhat, ubicado en Ho Chi Minh, es el que recibe más vuelos, sin embargo, también es posible volar a Hanoi. Por lo general, los vuelos desde Argentina hacen escala en Dubai, Bangkok o Singapur. Para aquellos que deciden cruzar desde otros países del Sudeste Asiático, es posible usar alguno de los pasos fronterizos compartidos con Camboya, Laos y China. Por ejemplo, en Camboya, desde Siemp Reap y Phnom Penh, hay micros que salen diariamente y van directo a Ho Chi Minh.
Visas
Es necesario un visado para entrar al país. Si se ingresa por vía aérea, es posible hacer el trámite online o en persona directamente en la Embajada de Vietnam, que se encuentra en el barrio de Belgrano, CABA. Si se ingresa por vía terrestre, no se puede aplicar online y, por ende, es necesario tramitar la visa en la embajada o consulado vietnamita del país en que se encuentre.
Para aplicar a la visa se requiere: pasaporte con 6 meses de validez antes de la fecha de expiración, foto carnet y rellenar un formulario. El costo varía entre US$40 y US$70, según el lugar donde se haga el trámite.
Si se viaja directamente de Argentina, es importante tener la vacuna contra la fiebre amarilla, ya que es un requisito para entrar al país.
Moneda
El dong vietnamita (VND). 1 USD equivale a 22705 VND
Cuándo viajar
Dada su ubicación geográfica, el clima en Vietnam es subtropical, por ende hay dos estaciones marcadas: la seca, que va de noviembre y abril, y la lluviosa, entre mayo y octubre. En el sur del país el clima es cálido durante todo el año, pero en el norte, cerca de la frontera con China, durante diciembre, enero y febrero es más frío. Si se busca buen clima y evitar la temporada más alta, los meses de octubre, noviembre, marzo y abril son una buena opción.
Dónde dormir
El Silk Path Boutique Hotel en Hanoi es muy recomendable, ya que además de su sofisticado estilo francés, tiene una ubicación privilegiada en el Barrio Antiguo frente al lago Hoam Kiem. Tiene pocas habitaciones y brinda una atención personalizada. Además, cuenta con un ‘rooftop bar’ que posee envidiables vistas a la ciudad.
silkpathhotel.com
Para una experiencia inmersa en lagunas con flores de loto y terrazas de arroz, se aconseja el Tam Coc Garden, un hotel ubicado en Ninh Binh, ideal para visitar los paisajes imponentes de Tam Coc y Trang An. Un sitio calmo, rústico y elegante en la Vietnam menos explorada.
tamcocgarden.com
Qué comer
La cocina vietnamita es reconocida mundialmente, por eso a la hora de elegir, las opciones son tantas que es difícil decidirse. Además existen diferentes especialidades en cada región. En Hoi An, por ejemplo, merece la pena probar el Cao Lau, una sopa de fideos con carne de cerdo aderezada con diferentes hierbas y lima. Para los amantes del café, se aconseja probar el café de huevo vietnamita, ‘egg coffee’, de especie robusta, que incluye yemas y leche condensada. El café Giang, en Hanoi, es de los más antiguos y recomendables para probarlo, por su tradición y por la cálida vibra que tiene el lugar.
Consejo
Hay que tener cuidado al reservar la excursión a la bBahía de Halong, ya que es muy normal que las agencias ofrezcan algo y luego el servicio sea otro. Además, a muchos turistas les han desaparecido pertenecías de sus bolsos durante el tour. Por este motivo, es la única excursión por la que vale la pena pagar un poco más y elegir una agencia confiable.