Descanso de reyes

Cada vez más castillos, palacios, fortalezas medievales y casas señoriales del mundo se convierten en hoteles, para que los huéspedes deseosos de pasar una noche en reductos dignos de príncipes y princesas puedan cumplir su sueño. Pero si de castillos se trata, hay quienes argumentan que no hay como los del Reino Unido. A continuación, compartimos una selección de nuestros favoritos.

Txt: Rosario Oyhanarte Ph: Gentileza celticcastles.com

En un viaje al Reino Unido, además de la visita a museos, monumentos y jardines, no puede faltar el recorrido por los castillos; la región es reconocida por su extensa variedad de construcciones, que incluyen ejemplares normandos, templarios, medievales, con fantasmas o sin… Entre sus muros se encierran múltiples leyendas y descansan siglos de historia. Entonces, recorrer los castillos de esta región del mundo es mucho más que profundizar en su arquitectura. La buena noticia es que cada vez más enclaves abren sus puertas para que los visitantes puedan organizar eventos corporativos o sociales, casamientos y hasta quedarse a pasar una noche… o más.

Escocia

En suelo escocés, el castillo de Culzean está ubicado en una locación inmejorable, justo sobre una colina, en la costa oeste del país. Erigido en el siglo XVIII, cuenta con vistas a la isla de Arrán y al río Clyde, y un jardín amurallado, convirtiéndose en la opción ideal para crear recuerdos, de esos que son indelebles. Además de estar disponible para bodas o eventos corporativos, Culzean cuenta con seis dormitorios que acomodan hasta 12 huéspedes. En sus primeras plantas dispone de museo, para ahondar en la historia del lugar. Uno de los puntos más destacados por sus visitantes es la gastronomía.

Otra opción en la bella Escocia es el castillo de Glenapp, que se perfila como una de las opciones más románticas, ideal para disfrutar en pareja. Construido en 1870, este refugio de cuento de hadas está galardonado con cinco estrellas. Dispone de 12 hectáreas de jardín, ideales para disfrutar de largas caminatas. Ofrece 17 habitaciones y su restaurante es considerado, por muchos, el mejor del país. Por su parte, en 2006 Glenapp fue elegido como el mejor castillo escocés. Cabe aclarar que los menores son bienvenidos y que abre por temporadas: el hotel cierra sus puertas del 2 de enero hasta mediados de marzo. Entre algunas de las actividades que ofrece, destacan los paseos a caballo, pesca y golf en su cancha privada.

Chateau Rhianfa

Gales

Con solo poner pie en Chateau Rhianfa no cuesta entender que haya alojado a miembros de la realeza británica. Su decoración es opulenta, grandiosa. Ubicado al norte de Gales (precisamente, en la isla de Anglesey, cerca del pueblo medieval Conwy), se trata de una gran mansión familiar construida en 1849 al estilo de un castillo francés de estilo gótico. Desde 2012 ofrece servicio de hotel: en total, cuenta con 27 habitaciones, amplias y cómodas. Sin dudas, uno de los puntos más destacados es el jardín a orillas del mar. En Rhianfa todos los detalles son cuidados, y se nota; desde la música que suena en los salones hasta las duchas ubicadas en las torres o los balcones con vistas al jardín: este ‘château’ tiene todo para enamorar…

Irlanda

Algunos de los mejores castillos de toda la región se encuentran en Irlanda. El favorito de muchos es el de Ashford, que data del siglo XIII y está situado a orillas del lago Corrib. Desplegada en 141 hectáreas, esta fortaleza palaciega atrae a huéspedes que llegan desde los cinco continentes para apreciar las paredes de piedra antigua, las torres con ventanas ojivales o sus habitaciones lujosas, que ostentan armaduras y pinturas de artistas medievales. Pero tampoco se resigna el lujo moderno: entre otros, Ashford ofrece a sus visitantes un spa de última generación y cancha de golf. El hotel cuenta con 83 habitaciones, suites y la Hideaway Cottage. En cuanto a la gastronomía, el restaurante George V deleita con manjares de todo tipo, mientras que se puede disfrutar de un ‘afternoon tea’ o de ligeros tentempiés en el Drawing Room. Para tragos, dirigirse al Prince of Wales Cocktail Bar o al Dungeon para una cena más informal.

Otra opción en Irlanda es el castillo de Wilton, que también data del siglo XIII y se ubica en Wexford, al sureste del país y a orillas del río Boro. El entorno de este reducto, enmarcado por las montañas Blackstairs y el bosque, es insuperable. Su tierra alojó siglos de historia irlandesa. El predio fue abierto al público en el siglo XIX. Más adelante, el castillo fue restaurado durante una década entera para ofrecer todas las comodidades con las que se pavonea hoy.

Además de ser el sitio perfecto para celebrar ocasiones especiales, cuenta con cuatro habitaciones exclusivas. Como bien explican desde el hotel, quizás uno de sus mayores encantos es que una parte sigue estando en ruinas y sí, los visitantes pueden visualizar cómo era la construcción antes de las reformas, comparar lo nuevo con lo original.

Inglaterra

Damos paso al país de los mil encantos, donde los castillos medievales no son la excepción. Uno de los que se ha convertido en hotel es el de Langley. Construido en el siglo XIV durante el reinado de Eduardo III, está ubicado en el valle de Northumbrian y se despliega en diez acres.

Su arquitectura se conserva integralmente. Cada una de sus habitaciones es única, algunas cuentan con sauna. Las paredes de siete pies de grosor hacen que Langley se convierta en un escape del bullicio y en un refugio de tranquilidad. Con base aquí, los visitantes pueden salir a explorar el Muro de Adriano, el campo de Northumbrian o el Lake District, que está a menos de dos horas. Otro destacado es que su restaurante sirve platos preparados con ingredientes locales y de estación.

En cuanto a su historia, no ha sido ajena a épocas turbulentas. A comienzos del siglo XVIII, el castillo pertenecía a James el tercero, Conde de Derwentwater, quien participó, junto con su hermano, en los levantamientos jacobinos de 1715. Ambos fueron ejecutados en la Torre de Londres. El castillo fue confiscado entonces por la Corona, hasta que en 1882 fue adquirido por Cadwallader Bates, quien restauró el edificio. Desde 1986 se ofrece como hotel de lujo.

Por último, otro castillo para recomendar en el Reino Unido es el de Thornbury, ubicado a solo dos horas de Londres, en el sudoeste del país (cerca de Bath). La construcción tiene más de cinco siglos de vida y permite a sus visitantes seguir los pasos de Enrique VIII y Ana Bolena, quienes pasaron aquí una suerte de luna de miel. Para los amantes de este capítulo de la historia inglesa, cabe destacar que este es el único castillo Tudor disponible como hotel de lujo (ofrece 28 habitaciones y estancias donde organizar casamientos o reuniones de hasta 200 personas).

¿Otros datos de color respecto a su historia? Thornbury fue construido por el tercer duque de Buckingham, Edward Stafford, quien fue ejecutado por traición por oponerse al confesor del rey Enrique VIII. Abandonado durante más de dos siglos, el castillo se deterioró hasta que en 1850 se convirtió en residencia familiar de los Stafford.

Otro de sus encantos, además de sus habitaciones impecablemente decoradas o sus pasillos llenos de historia, es su jardín, que descansa dentro de las murallas y enamora con un paisaje colorido, como solo los ingleses saben ofrecer.

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